La NASA enviará una estrella
artificial al espacio para desentrañar los misterios de los
exoplanetas y la energía oscura
La NASA se prepara para realizar un avance sin precedentes en la
astronomía: la misión Landolt, que planea desplegar una estrella
artificial en el cielo nocturno en 2029. Este proyecto, encabezado
por el profesor asociado Peter Plavchan de la Universidad George
Mason en Virginia, promete revolucionar la comprensión del brillo
estelar, los exoplanetas y la naturaleza de la energía oscura.
El equipo del proyecto Landolt colocará una fuente luminosa a una
distancia adecuada para que parezca una estrella en el firmamento.
Este punto de referencia artificial, con un brillo, distancia y
patrones de comportamiento completamente conocidos, permitirá a los
astrónomos calibrar sus instrumentos con una precisión sin
precedentes. La misión, con un costo de 19.5 millones de dólares,
será fundamental para realizar mediciones más exactas del brillo de
estrellas reales, incluidas aquellas cercanas y las que explotan
como supernovas en galaxias lejanas.
"Esta misión permitirá medir con mayor precisión el brillo de las
estrellas reales, lo que a su vez llevará a una mejor comprensión de
los planetas que orbitan alrededor de estos astros," explica un
comunicado del Instituto Tecnológico de California (Caltech).
El desafío de medir el brillo estelar
A pesar de siglos de estudios astronómicos,
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la ciencia aún no ha descifrado
completamente el brillo real de las estrellas que adornan el cielo nocturno. Los
astrónomos utilizan conceptos como la 'magnitud aparente', una medida subjetiva
que varía según el observador y depende de factores como la luminosidad y la
distancia del astro. Sin embargo, también existen medidas absolutas para las
estrellas. En astronomía, 'luminosidad' se refiere a la energía total emitida
por una estrella por unidad de tiempo en todas direcciones, mientras que la
'magnitud absoluta' mide el brillo de un cuerpo estelar a una distancia estándar
de 10 parsecs (32.6 años luz).
Por ejemplo, Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, tiene una
luminosidad de 6.5042 x 10^23 watts (0.17 veces la del Sol), una magnitud
aparente de 11.05 y una magnitud absoluta de 15.5. Aunque Proxima Centauri tiene
un brillo y luminosidad relativamente bajos, estas características podrían
intensificarse a medida que un observador se aproxime a ella. Este fenómeno
ocurre porque el brillo percibido de una fuente estelar disminuye a medida que
aumenta la distancia del espectador.
La importancia de comprender el brillo de una estrella
Actualmente, no existen instrumentos de observación que puedan ver directamente
planetas fuera de nuestro sistema solar. Sin embargo, la NASA ha confirmado la
existencia de aproximadamente 5,000 exoplanetas utilizando técnicas como la del
tránsito. Esta técnica consiste en analizar las variaciones en el brillo de una
estrella causadas por el paso de un objeto frente a ella. La atenuación en el
brillo estelar puede revelar información sobre el tamaño del objeto que cruza el
disco estelar e incluso sobre el tipo de atmósfera que podría poseer.
Además, las variaciones en la magnitud aparente pueden indicar cambios en la
distancia entre el observador y la fuente de luz. Este tipo de modificación
permite investigar fenómenos como la energía oscura, partículas teóricas todavía
indetectables que se cree son responsables de la aceleración en la expansión del
universo.
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La misión
Landolt y su repercusión en la astronomía
En 2029, cuando se lance la estrella artificial al cielo, el equipo de la misión
Landolt utilizará esta fuente para compararla con astros reales y elaborar
catálogos de brillo estelar más precisos. Estos catálogos serán esenciales para
mejorar la técnica del tránsito, permitiendo una detección y caracterización más
precisa de exoplanetas.
El proyecto también contribuirá al estudio de la energía oscura. Al contar con
un punto de referencia constante, los astrónomos podrán realizar mediciones más
exactas de las variaciones en la magnitud aparente de las estrellas. Esto podría
proporcionar nuevas pistas sobre la naturaleza de la energía oscura y su papel
en la expansión acelerada del universo.
La misión Landolt representa un paso significativo hacia una mejor comprensión
del cosmos. Al proporcionar un punto de referencia constante y conocido, la
estrella artificial permitirá a los astrónomos calibrar sus instrumentos con una
precisión sin precedentes, mejorando así nuestra capacidad para estudiar tanto
los exoplanetas como los misterios más profundos del universo.
En conclusión, la misión Landolt de la NASA es un proyecto ambicioso que tiene
el potencial de transformar nuestra comprensión del brillo estelar, los
exoplanetas y la energía oscura. Al lanzar una estrella artificial al cielo, los
astrónomos dispondrán de una herramienta invaluable para realizar mediciones más
precisas y avanzar en el conocimiento de nuestro universo. Con el lanzamiento
previsto para 2029, el mundo de la astronomía espera con gran expectativa los
descubrimientos que esta misión traerá consigo. |