Pereira, Colombia - Edición: 13.290-870

Fecha: Sábado 06-07-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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Desarrollan Cerebro Robótico con Células Vivas Capaz de Controlar Máquinas




Científicos de la Universidad de Tianjin, en China, han logrado un avance significativo en el campo de la biorrobótica con la creación de una innovadora interfaz cerebro-ordenador (ICO) que imita la estructura y funcionalidad del cerebro humano. Este sistema híbrido combina tejidos vivos cultivados a partir de células madre y un chip neuronal, permitiendo que un organoide aprenda a controlar un robot para mover sus extremidades, evitar obstáculos y manipular objetos.

Las ICO son sistemas que facilitan la comunicación directa entre el cerebro y dispositivos electrónicos externos. Recopilan, ordenan, decodifican y utilizan la actividad neural para transformarla en comandos que se convierten en acciones controladas con la mente. El proyecto, conocido como MetaBOC, es único en su tipo, ya que a diferencia de las ICO tradicionales que funcionan mediante la detección de señales eléctricas preestablecidas, este nuevo enfoque incorpora masa cerebral viva, permitiendo procesos de comunicación bidireccionales. Los desarrolladores lo califican como "el primer sistema inteligente de interacción de información compleja cerebro-en-chip de código abierto del mundo".

MetaBOC es un software de código abierto diseñado para servir como interfaz entre biocomputadoras cerebrales en un chip y otros dispositivos electrónicos. Sus capacidades se han probado en organoides con forma de bola, cultivados bajo estimulación ultrasónica focalizada de baja intensidad. Esto permite que las estructuras celulares formen conexiones neuronales que imitan el funcionamiento del cerebro humano, mejorando su capacidad de aprendizaje.

Uno de los principales diferenciadores de este desarrollo es el uso de algoritmos de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje 

 

 

 

automático para comunicarse e interactuar con la inteligencia biológica de las células cerebrales. El organoide, compuesto de tejido vivo, puede interactuar con información externa a través de la codificación, decodificación y retroalimentación de ciertos estímulos gracias a los chips de electrodos.

Los científicos detrás de MetaBOC indican que su propuesta tiene un alto potencial de uso en la biorrobótica. El equipo de investigación ha compartido diagramas de demostración de futuros escenarios de aplicación, destacando la posible implementación del sistema en el ámbito de la salud, lo que podría conducir al desarrollo de nuevas terapias para trastornos del neurodesarrollo y lesiones cerebrales. Los investigadores sostienen que los organoides cerebrales con células vivas podrían reemplazar neuronas afectadas y reconstruir circuitos neuronales dañados.
 


Actualmente, la tecnología se encuentra en una fase temprana de desarrollo. Los autores del trabajo señalan que se necesita más investigación para determinar los beneficios y limitaciones de MetaBOC. Li Xiaohong, profesor de la Universidad de Tianjin, afirmó al rotativo Science and Technology Daily que los organoides cerebrales “vivos” son considerados el modelo más prometedor de inteligencia básica. Sin embargo, la tecnología enfrenta desafíos como la baja madurez del desarrollo, altos costos y un
suministro insuficiente de nutrientes.



En los últimos años, los avances en la rama de la biorrobótica han sido notables. La comunidad científica trabaja para diseñar soluciones cada vez más sofisticadas que

 

 

 

 

prometen habilitar nuevas rutas para tratar diversos padecimientos de salud. Uno de los desarrollos más destacados en este campo es el chip de Neuralink, que permite a los pacientes con parálisis cerebral controlar dispositivos electrónicos a través de indicaciones mentales.

Además, investigadores de la Universidad de Tokio han informado recientemente sobre la creación de una “piel viva” para robots humanoides, capaz de sonreír. Este tejido, creado con células humanas cultivadas, tiene la capacidad de regenerarse. La investigación se enfoca en la comprensión de cómo los músculos faciales transmiten emociones, lo que podría impulsar avances en la cirugía para tratar afecciones como la parálisis facial y ampliar las capacidades en las intervenciones cosméticas y ortopédicas.

El desarrollo de tecnologías como MetaBOC y otros avances en biorrobótica señala un futuro en el que la integración de la inteligencia biológica y artificial podría revolucionar numerosos campos. La capacidad de los organoides cerebrales para aprender y adaptarse a nuevos estímulos abre la puerta a aplicaciones que van más allá del control de robots, incluyendo potenciales terapias para enfermedades neurodegenerativas y la regeneración de tejidos dañados.

No obstante, la implementación práctica de estas tecnologías aún enfrenta múltiples desafíos. La comunidad científica continúa trabajando en superar las limitaciones actuales y perfeccionar los sistemas de interfaz cerebro-ordenador para que puedan ser aplicados de manera efectiva y segura en el mundo real. Los próximos años serán cruciales para evaluar el verdadero alcance y potencial de estas innovaciones, y su impacto en la mejora de la calidad de vida y en la creación de soluciones tecnológicas avanzadas que combinan lo mejor de la biología y la ingeniería.



Con cada nuevo avance, la biorrobótica se acerca un paso más a transformar la ciencia ficción en realidad, ofreciendo un vistazo a un futuro donde las máquinas y los organismos biológicos trabajen en armonía para superar las limitaciones actuales y abrir nuevas posibilidades para la humanidad.

 

 

  

 

 

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