Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.315-895

Fecha: Domingo 18-08-2024

 

EDITORIAL

 

Colombia, país -por milagro-


No hemos subestimado en incontables ocasiones y dentro de tantas subestimaciones hemos creado una enfermedad, siempre negativos recorremos nuestras calles esperando que no nos suceda nada, siempre al borde del abismo bailamos y gozamos nuestra cultura, siempre de fiesta o a la espera de la misma.

Somos un país inmerso en el despotismo de la corrupción y vivimos con ello, es decir, somos sujetos enfermos con conocimientos de todos nuestros males, pero no nos importa, pasamos por alto esperando que cuando estalle la enfermedad uno haya nada que hacer nos fulmine sin más.

En repetidas ocasiones hemos visto cómo la corrupción es oculta por una u otra fiesta, como un acto de desigualdad es normalizado y visto con comedia.


Tan felices que no sabemos qué nos espera, ni mucho menos nos importa, tal pensamiento ha comenzado a poblar las juventudes, que parece no importarles el futuro, aunque también es un síntoma de la enfermedad colombiana, los jóvenes han vivido tanto en el azar de este país que ya no le dan sentido a construir en un país tan corrupto y perverso como lo es nuestra colombia.

Colombia, el país en donde los grandes acontecimientos y obras se han dado por milagro, después de tantos problemas siempre alcanzamos lo que queremos. Pero, ¿por qué deberíamos esperar siempre el milagro? ¿por qué siempre permanecer en la angustia y la espera de un milagro? porque no nos han dejado de otra, en la medida que nuestros líderes han enfermado nuestras esperanzas, han aprovechado el poder para expresar su versión de un mejor país, pero ¿cómo podría un funcionario dirigir bien un país al cual hace mucho dejó de pertenecer, o al menos de participar de él como los sujetos de a pie, es decir, cómo los ciudadanos más normales que tienen que vivir con su salario mínimo? en otras palabras le estamos pidiendo a alguien que opine sobre acontecimientos que nunca le han sucedido y por lo mismo siempre darán una respuesta objetiva que desarticula al ser humano que la vive, por ello, las soluciones siempre son románticas exigiendo un esfuerzo, un esfuerzo a aquel que está dando lo mejor de sí para sobrevivir, por esto es que nuestros líderes nunca podrán dirigirse de una forma sana sin generarnos traumatismos, entonces ¿ qué nos queda?

 

 

 

Las filas, las colas y la espera, es el sancocho de todos los días

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Al mirar las grandes filas indias en bancos, centros de salud, pago de pensiones y la fila del etc. lo dejan a uno pensativo como si algo anda mal en un país que se supone que lo tiene todo.

 

La tecnología ha traído agilidad a todas las cosas que nos rodean, con múltiples beneficios. Pero en Colombia se usa más bien para desacelerar la capacidad de producción de las empresas. Pero en el fondo los que manejan la cosa pública y privada no se han agilizado, sino que absorben más dinero por menos calidad.

 

Lo interesante es que se percibe un desconocimiento social de lo que ellos están pagando por estos malos servicios. No se trata de protestar tirando piedras o con huelgas peligrosas. Sino tomando el todo por los cuernos.

Hace unos años el Chase Bank y el City Bank en USA les dio por cobrar $3 dólares por retirar dinero de sus cajeros a sus clientes. Tres días después de haber impuesto ese cobró más de medio millón de cuentas se cancelaron en estos bancos, creando un desencaja bancario de millones de dólares y en aumento.

 

24 horas después los bancos cancelaron su iniciativa de cobrar por usar los cajeros automáticos. Y todo regresó a la normalidad.

 

Una sociedad que no se hace respetar de quienes administran los bienes sociales, los bancos y todas esas empresas de alta tecnología que hacen lobby y pagan para que los empleados públicos les den todo tipo de ventajas en las negociaciones que hacen con el pueblo olvidando que ellos fueron elegidos por lo que ellos estrangulan lentamente.

El país jamás va a salir del atolladero en el que se encuentra, aunque salga cualquier candidato a prometer que tiene la bola mágica que lo guiara a llevar a la nación por el sendero de los sueños imposibles.

 

 

QUÉ LEE GARDEAZABAL
El Desdén de los Dioses
de Alejandro Gaviria
Editado por Debate

 



Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio:
https://www.youtube.com/watch?v=6eaNy67xrKQ


El exministro Alejandro Gaviria es una contradicción permanente, pero como se nutre de ellas termina siendo un pensador moderno que se mira al espejo en una época en que es mejor tomarse una selfie.

Este, su último libro de pequeños ensayos que inquietan a los cultos que lo lean y aburren a los incultos, es una colección de narraciones distópicas, a veces muy pesimistas, otras esperanzadoras.

En cada una, cualquiera que sea la cambiante posición ideológica del narrador de estos medio ensayo y medio ficción, se advierte un escritor dotado del humor negro del burletero inteligente.

Vuelve a apercollar al fantasma de su padre y, obviamente, a darse golpes de pecho por no haber conversado con él todo lo que ahora siente sobre quien fuera modelador de su vida. Usa entonces la fórmula agradable pero irresponsable del monólogo para que él oiga en la eternidad.

Abona frases esculpidas en piedra, como para que el lector las subraye y las cite y otras para el consumo diario pero que resultan tan brillantes como elementales. Por eso afirma que la vejez quizás se detecte cuando uno llega al momento en que no quiere experimentar más. O aquella del eterno arrepentido de que nadie existe si no hay un amor.

Podría entonces decirse que es un libro superficial que obliga a pensar. O que resulta siendo tan profundo en su manera de interpretar el futuro distópicamente que encierra la verdad del mundo real, del que nos atropella todos los días. Un libro amable, que no deja ni heridas ni carachas, que puede resultar tan eterno como las cucarachas o tan rápidamente olvidado como los que se colocan en las estanterías de las ferias del libro que se hacen para que no se corrompa el vicio de leer.

Un libro tan correctamente escrito que corre el peligro de ir construyéndole a Gaviria el nicho cerrado de un grupo de señoras lectoras incapacitadas de tejer pero ansiosas de encontrarse la satisfacción en unas pocas páginas.

Un libro casi que escrito en homenaje a la eterna contradicción política y económica que ha hecho del exministro de Salud y de Educación un eterno candidato a la presidencia pero un permanente derrotado electoralmente.

El Porce, agosto 18 del 2024

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
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