Pereira, Colombia - Edición: 13.340-920

Fecha: Martes 01-10-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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Ceres: El planeta enano que alguna vez fue un mundo fangoso

 

 

 

de un mundo antiguo sin tener que viajar demasiado lejos”, comenta Sori. "Ceres, creemos, es el mundo helado más accesible del universo. Eso lo convierte en un gran objetivo para futuras misiones espaciales".

 

La idea de recolectar muestras de un océano congelado en un mundo tan cercano a la Tierra es intrigante, ya que podría arrojar luz no solo sobre la historia de Ceres, sino también sobre la formación y evolución de otros cuerpos celestes similares en el sistema solar y más allá. Si bien el estudio se basa en simulaciones, los resultados sugieren que misiones futuras podrían confirmar la presencia de restos de estos antiguos océanos y proporcionar una visión más clara sobre los procesos geológicos y climáticos que afectaron a Ceres.

El futuro de la exploración de Ceres

Aunque el cinturón de asteroides, donde se encuentra Ceres, puede parecer un lugar poco emocionante en comparación con otros rincones del sistema solar, los descubrimientos recientes han cambiado esa percepción. Ceres, con su historia geológica única y su accesibilidad, es ahora uno de los cuerpos más atractivos para futuras misiones espaciales. Misiones robóticas futuras podrían estudiar de cerca la corteza helada de Ceres, buscar más pruebas de su antiguo océano fangoso e incluso recolectar muestras para su análisis en la Tierra.

 

 

A medida que avanzamos en la exploración del sistema solar, Ceres podría desempeñar un papel crucial en nuestra comprensión de los mundos oceánicos congelados y en la búsqueda de agua en el cosmos. Después de todo, la existencia de agua en cualquier forma siempre ha sido una señal prometedora en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.

En resumen, este pequeño pero fascinante planeta enano entre Marte y Júpiter sigue revelando secretos de su pasado, y los científicos están más emocionados que nunca por lo que aún queda por descubrir en este remoto rincón del sistema solar.

 

En lo profundo del cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, se encuentra Ceres, un enigmático planeta enano que, a lo largo de los años, ha capturado la atención de la comunidad científica. Con casi 1,000 kilómetros de diámetro, Ceres no es ni un planeta ni una luna, sino un planeta enano, una categoría en la que comparte espacio con cuerpos como Plutón. Aunque actualmente es un cuerpo helado y lleno de cráteres, un reciente estudio ha revelado que su pasado podría haber sido muy diferente: Ceres, alguna vez, fue un mundo fangoso y oceánico antes de que sus aguas se congelaran y quedaran atrapadas bajo su dura corteza superficial.

 

 

El misterio del hielo resistente

El reciente estudio, llevado a cabo por la NASA en colaboración con la Universidad Purdue, ha propuesto una hipótesis fascinante. Según los investigadores, en algún momento de su historia, Ceres albergó océanos turbios de agua y lodo, los cuales con el paso del tiempo se congelaron. Sin embargo, lo más sorprendente es la resistencia de los cráteres en su superficie. De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature Astronomy, si el hielo de Ceres fuera completamente de agua, los cráteres habrían colapsado o deformado de manera significativa, tal como lo hacen los glaciares en la Tierra o sustancias viscosas como la miel. No obstante, las simulaciones demostraron que el hielo de Ceres es mucho más robusto de lo que se esperaba.

La explicación a este fenómeno radica en la composición del hielo. Los científicos sugieren que no se trata de hielo puro, sino de una mezcla de agua congelada con rocas y otros materiales sólidos. Esto habría permitido que los cráteres mantuvieran su forma durante millones de años, a diferencia de lo que ocurriría en un cuerpo compuesto únicamente por agua congelada.

Un pasado oceánico compartido

La hipótesis de que Ceres fue un "mundo oceánico fangoso" se basa en gran parte en
los datos recopilados por la misión Dawn de la NASA, que sobrevoló Ceres entre 2015 y 
 

 

2018. Esta misión proporcionó información invaluable sobre la composición y estructura de la superficie del planeta enano. Por ejemplo, el espectrógrafo de la sonda detectó la presencia de hielo bajo la superficie, cuya densidad era similar a la del hielo impuro que se forma cuando el agua se mezcla con partículas de polvo y roca.

 

Ceres no es el único cuerpo del sistema solar en el que se cree que existieron océanos en el pasado. Otros ejemplos notables son Europa, una luna de Júpiter, y Encélado, una luna de Saturno, ambos considerados también mundos oceánicos. Sin embargo, lo que hace a Ceres especialmente interesante es su relativa cercanía y accesibilidad. A diferencia de estos satélites lejanos, Ceres está mucho más cerca de la Tierra, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para futuras misiones espaciales.

Implicaciones para la exploración espacial

El hecho de que Ceres pueda haber sido un mundo oceánico sugiere que los cuerpos congelados con historia acuosa podrían ser más comunes de lo que se pensaba en el sistema solar. Para los científicos, esta es una revelación emocionante, ya que estudiar cuerpos como Ceres podría proporcionar pistas cruciales sobre la evolución de los planetas y sus lunas. Según Mike Sori, profesor del Departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad Purdue, las características brillantes observadas en la superficie de Ceres podrían ser los restos de su antiguo océano fangoso, congelado y erupcionado hacia el exterior.

“El hecho de que veamos estos signos en Ceres sugiere que tenemos un lugar donde podríamos recolectar muestras del océano
 

 

 

 

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