2- El Imparcial

LOCAL

Violento enfrentamiento en Santa Rosa de Cabal deja tres muertos y un herido

La tranquilidad de Santa Rosa de Cabal, municipio turístico de Risaralda, fue interrumpida el martes 1 de octubre tras una balacera dentro de un lavadero y parqueadero de vehículos, Autospa, ubicado en la entrada desde Dosquebradas. El violento suceso dejó tres personas fallecidas y un herido grave.

Entre las víctimas mortales se encuentra Brayan Stiven Montoya, alias 'Chemo', de 26 años, junto con dos de sus hombres conocidos como alias 'Duende' y alias 'Mocho' o 'Tres Pies'. Además, Rodolfo Sánchez, alias 'Rodolfo', resultó herido y fue trasladado al hospital San Jorge de Pereira, donde lucha por su vida.

Las autoridades presumen que el encuentro fue para cobrar una deuda. El alcalde Paulo Gómez aseguró que los implicados no son residentes del municipio y destacó la rápida reacción de la Policía, que logró capturar a dos personas, incautar armas y recuperar una motocicleta.

Un consejo de seguridad se realizará para evaluar la situación.

Yoko, el último chimpancé de que queda en Pereira podría ser trasladado a un santuario en Brasil

En un esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de Yoko, el único gran simio que queda en Pereira, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) ha gestionado su traslado al Santuario de Grandes Primates en Sorocaba, Brasil. Esta iniciativa, denominada "Operación Arca de Noé", tiene como objetivo garantizar los derechos y bienestar del chimpancé, que ha vivido en cautiverio desde 2018 en el Bioparque Ukumarí.

Yoko, un chimpancé macho de 37 años (nacido el 1 de julio de 1986), fue víctima del tráfico de fauna silvestre. Ingresó a Colombia por la frontera con Venezuela, donde fue encontrado abandonado en un furgón. La comunidad local fue quien inicialmente le proporcionó alimento. En 2017, la Alcaldía de Santiago de Cali lo recibió en el Hogar de Paso de Fauna Silvestre, pero debido a la falta de instalaciones adecuadas, Yoko fue transferido a la Fundación FUNDAPAZ VILLA LORENA. En ese lugar, el chimpancé no tuvo contacto con otros individuos de su especie ni recibió el cuidado necesario. En 2018, Yoko fue reubicado en el Bioparque Ukumarí, en Pereira, donde compartió espacio con otros chimpancés, Chita y Pancho, hasta el desafortunado fallecimiento de estos en julio de 2023.

El director general de la CARDER, Julio César Gómez Salazar, explicó que desde el trágico suceso que afectó a Chita y Pancho, la Corporación asumió el compromiso de buscar un mejor destino para Yoko. Aunque varios zoológicos y santuarios habían mostrado interés en recibir al chimpancé, el Santuario de Grandes Primates en Sorocaba fue finalmente seleccionado. Según Gómez, ya se han realizado todas las gestiones necesarias, y las autoridades brasileñas, junto con el Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais (Ibama), han aprobado el traslado.

El proceso de reubicación de Yoko aún

Juan Manuel Ocampo Duque, director operativo de Control Físico, destacó la importancia de esta mesa técnica como un espacio para articular esfuerzos y buscar soluciones que perduren en el tiempo. "Con esta iniciativa, buscamos no solo combatir las invasiones, sino también mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y proteger el patrimonio público", señaló Ocampo. La proliferación de estos asentamientos representa un desafío para la administración municipal, no solo por las pérdidas económicas que generan, sino también por el impacto en la seguridad y la calidad de vida de las personas que habitan en esas zonas.

Los datos presentados por las empresas de servicios públicos locales son alarmantes. Aguas y Aguas de Pereira reporta pérdidas anuales de aproximadamente 8.000 millones de pesos debido al consumo ilegal en las invasiones, mientras que la Empresa de Energía de Pereira pierde alrededor de 2.300 millones de pesos por la misma causa. Además, muchos de estos asentamientos se encuentran en zonas de alto riesgo, lo que pone en peligro la vida de sus habitantes y complica la prestación de servicios esenciales.

Ocampo también hizo énfasis en las limitaciones normativas que enfrentan estos asentamientos. “La mayoría de los asentamientos subnormales están ubicados en zonas de alto riesgo no mitigable, lo cual impide realizar inversiones sociales en esas áreas, ya que la norma lo prohíbe”, explicó. Esto significa que los habitantes de estas zonas no solo viven en condiciones de precariedad, sino que también carecen de acceso a servicios públicos, atención en salud y educación, lo que agrava su situación de vulnerabilidad.

Entre los compromisos surgidos en la mesa técnica, se destacó la necesidad de actualizar el inventario de invasiones en Pereira para contar con información precisa sobre la situación. Además, se propuso la creación de un grupo especializado para investigar la posible existencia de mafias dedicadas a la comercialización ilegal de terrenos en zonas de invasión. Ocampo subrayó que, aunque muchas personas

ocupan estas tierras por necesidad, también hay quienes se dedican a la compra y venta ilegal de estos terrenos con fines lucrativos, lo que constituye un delito según el artículo 263 del Código Penal.

Otro de los objetivos de la mesa técnica es evaluar las consecuencias financieras de las invasiones en el municipio y buscar mecanismos de recuperación. Para lograr esto, se fortalecerá la coordinación entre las diferentes entidades involucradas, como la Alcaldía, la Policía, la Fiscalía y las empresas de servicios públicos. El trabajo conjunto de estas instituciones es clave para frenar el crecimiento de los asentamientos irregulares y mitigar sus efectos negativos en la ciudad.

Con estas acciones, la Alcaldía de Pereira espera implementar soluciones efectivas que permitan reducir este flagelo y mejorar la calidad de vida de los habitantes afectados por las invasiones, protegiendo a su vez el patrimonio y los recursos de la ciudad.