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COLUMNISTA

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.343-923

Fecha: Domingo 06-10-2024

 

CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI

 

Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica

 

Upadesha 213 Libérate de la Pasión

 

De la pasión surge el dolor y de la pasión surge el miedo. Si un hombre es libre de la pasión, es libre del miedo y del dolor.

 

Como seguidores del Budismo, estamos familiarizados con las enseñanzas del Dhammapada, un texto sagrado que contiene las palabras de sabiduría del propio Buda Gautama. Hoy, nos concentraremos en el Upadesha 213 del Dhammapada, que dice: "De la pasión surge el dolor y de la pasión surge el miedo. Si un hombre es libre de la pasión, es libre del miedo y del dolor."

Este verso es una llamada a la autorreflexión y a la toma de conciencia en el camino hacia la liberación. La pasión puede tomar muchas formas, pero todas comparten una característica común: el apego. El apego nos ata a las cosas, las personas y las experiencias que nos gustan, y nos ciega a su verdadera naturaleza impermanente. La pasión surge cuando nos aferramos a algo o alguien, y le concedemos un valor que no le corresponde en realidad.

Sin embargo, como nos recuerda el Upadesha 213, la pasión conduce inevitablemente al dolor y al miedo. Es verdad que los extremos de la pasión pueden generar placer y satisfacción momentánea, pero estos estados son efímeros y fugaces. Cuando nos aferramos con pasión a algo, esa cosa se convierte en una necesidad, y su ausencia o pérdida nos produce dolor. Además, el miedo surge cuando tememos que algo o alguien que amamos sea amenazado o nos sea arrebatado. Este ciclo de aferramiento, dolor y miedo puede ser interminable, y nos mantiene atrapados en un estado de insatisfacción constante.

La solución que nos propone el Upadesha 213 es la liberación de la pasión. La libertad de la pasión no significa necesariamente la despreocupación emocional o la indiferencia hacia los demás, sino la comprensión profunda de la naturaleza de las cosas y la no-aferración. Cuando nos liberamos de la pasión, nos liberamos del dolor y del miedo que le siguen. Nos convertimos en seres que pueden disfrutar de la vida sin ser esclavos de los caprichos momentáneos.

Por supuesto, la liberación de la pasión es un paso importante en el camino del Budismo hacia la iluminación. Sin embargo, no es un paso fácil de dar. La pasión es una fuerza poderosa que nos atrae y nos condiciona constantemente, y es difícil liberarse de ella sin una comprensión profunda y una práctica constante.

Una de las formas en que podemos empezar a liberarnos de la pasión es a través de la meditación. La meditación es una herramienta poderosa para auto-observarnos y cultivar la conciencia de nuestros propios pensamientos y emociones. Al meditar, no tratamos de reprimir o ignorar nuestras pasiones, sino de observarlas sin juzgar y sin aferrarnos a ellas. De esta manera, gradualmente nos volvemos más conscientes de la naturaleza impermanente de nuestras experiencias y nos liberamos poco a poco de la pasión.

Otro enfoque importante para la liberación de la pasión es la práctica de la compasión y el servicio desinteresado. Cuando tratamos de ayudar a otros seres vivos sin esperar nada a cambio, empezamos a liberarnos del apego y la pasión. La compasión y el servicio desinteresado nos permiten conectarnos con los demás en niveles más profundos y comprender su sufrimiento de una manera
auténtica. A medida que vamos aprendiendo a amar sin expectativas, nos liberamos poco a poco de la pasión.

Es importante tener en cuenta que la liberación de la pasión no significa la renuncia total del mundo,

 

 

 

 sino la comprensión profunda de su naturaleza. Podemos disfrutar de la vida y de las cosas

 

APRENDI A AMAR MIS ARRUGAS

 



POR: YOLANDA DAVIES


Empecé a mirar mis manos, empecé a pensar en todo lo que significaba tener arrugas, empecé a amar el tiempo que había pasado y todo lo que había aprendido con mis manos, ahora arrugadas, y pensé: ¿Cuánto tiempo ha pasado y todavía puedo hacer algo que me llena de alegría?  

Con ellas puedo sentir el calor humano que produce solo con rozar la piel de otro llega a mi corazón un sentimiento a veces indescriptible.


Aprendí que tener arrugas es algo que muchos no alcanzaron a ver en su rostro, en sus manos, en su corazón.

Aprendí que tener arrugas y verlas en otras personas con sonrisa dulce no es malo; es ternura, es amor, es bondad es haber pasado
mucho tiempo en este mundo aprendiendo de la vida con amores, desamores, tristezas, y alegrías. 

Tener arrugas es experiencia de años vividos, de años que se fueron tan rápido y todavía queda mucho que aprender.

Tener arrugas es tratar de entender que aquellos que como nosotros cuando jóvenes queríamos cambiar el mundo, y fueron muchos los que no entendieron el por qué éramos así.

Tener arrugas es llegar a un espacio diferente, a veces confuso y a veces satisfactorio.

Tener arrugas es simplemente llegar a viejo, y para pocos disfrutar la vida haciendo lo que nunca imaginamos que podríamos hacer.


Disfrutar cada minuto de la vida, hasta que el pasaje de retorno nos de salida de este mundo, no se para dónde, pero sé que también lo voy a disfrutar.

 

DE AQUÍ Y DE ALLÁ
 


Por: Otoniel Parra Arias
Alfanoticias.opar@gmail.com

PERSONAS DE LA TERCERA EDAD ATRAPADOS POR LA ADICCIÓN A “TIK TOK”


Por lo regular los expertos en el comportamiento humano y la vida de relación en parejas hacen mucho énfasis y con razón, en la educación de los infantes y los jóvenes que están siendo “abducidos” por las nuevas tecnologías en las redes sociales con efectos a veces desastrosos para ellos y para la sociedad en general.

Tienen mucha razón pues los mecanismos modernos intangibles van directos al intelecto humano y más para seres en formación en los cuales se está comprobando que tienen efectos

 

   

perniciosos.

Sin exagerar. la adicción a las redes con sus programas tecnológicos astutamente diseñados por mentes muy adelantadas están suplantando la formación normal impartida por los maestros y las enseñanzas ya al parecer retrógradas e incómodas de los libros como respaldo y sustento de la formación personal con miras a obtener ciudadanos normales que ayuden a una sociedad que en lo moral está en bancarrota.

Aquí hablamos entonces de Facebook, de twitter, de Telegram, whatsApp, y demás sistemas de información no alineada con nadie donde se imparten desde consejos de como conservar una relación

amorosa hasta los sistemas, esos sí en el famoso internet negro subterráneo cuyas claves conocen muchos jóvenes, para armar una bomba molotov o cualquier otro cachivache que sirva para matar y destruir.
 


Es casi imposible detener el efecto de estas redes a pesar de los esfuerzos incluso de gobiernos que a veces quisieran intervenir de lleno en la vida privada de las gentes al estilo del “gobierno perfecto” de la novela distópica “1984”, de George Orwell, que termina por contaminar a millones de seres llevándolos a los suplicios de la obediencia obligada y la esclavitud.

Pero a los analistas de la conducta humana que tratan estos temas y a quienes mucho admiro se les ha olvidado una franja importante de la población mundial y no exactamente a los más jóvenes y sí, por el contrario a los adultos o mayores como se califica a nosotros los viejos tratando de no herir susceptibilidades.

En efecto, millones de personas mayores que ya han terminado su fase productiva, aburridos de ser una carga para sus seres queridos que ya no les paran bolas, y para ocupar larguísimas horas de ocio, han emigrado hacia las redes sociales que otrora eran campo inabordable de los más jóvenes para dedicarse aún con las limitantes físicas de la edad y la mente, a escanear esas redes en las cuales la verdad, están quedando atrapados.

Me refiero a señores y señoras de avanzada edad con celular en mano que han ingresado a este mundo por una ventana que nos han dejado los chinos, ya por todo el mundo, denominada “Tik-tok”, que ofrece las facilidades de conexión más elementales para quienes no sean propiamente expertos en estos temas.

Lo malo está en la variedad de temas basura que albergan estos contenidos y que difunden así informaciones con voces de locutores cotizados y aseveraciones que buscan es lograr la credibilidad de parte de personas por lo general con poco acercamiento a la realidad de las noticias de la vida real.

De allí que una persona, hombre o mujer, de respetable edad que se deja seducir por TikTok, se aisle del mundo, de sus hijos, de sus nietos y de su esposo o esposa para creerse las mentiras y falacias que allí se publican maliciosamente mezclados con otras noticias veraces.

Como los esclavos de cualquier droga o adicción, una persona de estas es imposible de convencer y lo peor, no se da cuenta que cada día, su entorno de amor filial se enfría y se aleja cada vez más.

 

 

 

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