Pereira, Colombia - Edición: 13.344-924

Fecha: Martes 08-10-2024

 

 COLUMNISTAS

 

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¿Todo el año el viaducto con luces Y quién pagará, señor alcalde de Pereira?

Por: Jose Gabriel Barrera Rojas
jgbrelimparcialpereira@gmail.com

 

En medio del caos diario, donde la preocupación por la racionada de agua, la inminente escasez de gas, y los altos precios de productos básicos nos agobia, en Pereira se suma una campaña publicitaria de la alcaldía instando a la ciudadanía a ahorrar energía. En esta se sugiere desconectar algunos aparatos electrónicos y minimizar el uso de electricidad, destacando la importancia del ahorro energético. Esta campaña, difundida a través de la emisora Pereira al Aire, suena todo el día, y nos recalca la responsabilidad que cada ciudadano debe tener frente al consumo de energía.

 

Sin embargo, me surge una inquietud cuando, en contraste con este mensaje de ahorro, el mismo alcalde anuncia con gran entusiasmo que, como parte de las festividades decembrinas, el Viaducto César Gaviria será adornado con luces, una tradición que, en verdad, embellece la ciudad y atrae a visitantes. Este gesto, que siempre hemos apreciado, no es motivo de controversia. Lo que genera confusión es el anuncio de que estas luces se mantendrán encendidas durante todo el año. ¿Con qué propósito?

 

Nos encontramos en una paradoja: mientras se nos insta a ahorrar energía en nuestros hogares, el viaducto, un símbolo de la ciudad, estará iluminado durante meses. Todos somos conscientes del impacto que el aumento en las tarifas de servicios públicos tiene sobre nuestros bolsillos, y la factura de energía, en particular, no es nada barata. Entonces, ¿cómo justificar este despilfarro de energía?
 

 

 

Además, ¿quién llevará a cabo este proyecto? Hay rumores de que personal de Medellín ha sido contratado para realizar el cambio de bombillas públicas, lo cual ha dejado a varios barrios sumidos en la oscuridad por la falta de atención oportuna. ¿Acaso no hay personal capacitado en Pereira para realizar estas tareas? En lugar de invertir en una iluminación prolongada del viaducto, ¿por qué no destinar esos recursos a mejorar el sistema de alumbrado en los barrios más necesitados?

Señor alcalde, los pereiranos tenemos muchas preguntas. Mientras nos piden ahorrar, vemos cómo se derrocha energía en un viaducto que, aunque importante, no necesita estar iluminado durante todo el año. Alguien debe aclararnos, ¿quién pagará por ese exceso energético? Porque, al final del día, lo más probable es que seamos nosotros, los ciudadanos, quienes carguemos con ese costo en nuestras facturas.

 

DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Por; Otoniel Parra Arias

 

NADA PORQUÉ PEDIR PERDÓN

 

Juán Marcelo Gullo Omodeo, es un académico argentino autor del libro “Nada porqué pedir perdón”, en el que desmiente las teorías que han hecho carrera contra España como país avasallador de los indígenas mexicanos según lo promueve la escuela izquierdista que dirige actualmente la presidente de ese país, Claudia Sheinbaun Pardo.

Gullo es un ferviente estudioso sobre las teorías que en los últimos años han desdibujado la verdadera historia de la conquista española y la relación contra las clases poderosas indígenas que llevó a la casi eliminación de toda una etnia, actualmente “resucitada” por la maquinaria

 

 

 

 

publicitaria izquierdista y llevada a demostraciones de fuerza, algunas inútiles, como el derrumbamiento de estatuas en las principales ciudades colombianas como demostración de una protesta, simbólicamente tardía.

Según este escritor e investigador, la campaña para hacer volver los ojos de la comunidad internacional hacia lo que muestran como una etnia paupérrima, cuando la verdad los grandes jefes indígenas hacen parte de las personas más ricas de estos países, viene desde los tiempos de Fidel Castro, quien anunció a sus militantes latinoamericanos en el foro de San Pablo, Brasil, que el comunismo al estilo de Stalin había muerto y que se avecinaba una época de esplendor para personajes como la Sheinbaum, Gustavo Petro, Borich y otros en un liderazgo en el que regresar a empuñar las armas en la selva simplemente ya no existía como opción de lucha y sí el tomar posiciones de avanzada cambiando la visión de la historia utilizando como mártires a los negros e indígenas con la consabida promesa que habría de cumplirse con el correr de los años, con la generosa dotación de tierras y prebendas como lo estamos viendo en Colombia; pero más que en un acto de justicia social, más el afán de la venganza y tergiversación de la historia, tal como lo denuncia el autor del libro “Nada porqué pedir perdón”.

 

 

Así están las cosas y por ello Petro henchido de orgullo nostálgico, en la posesión de Sheinbaun recordó que con ella había tenido lazos pretéritos revolucionarios con el M19, dispuestos algún día a tomarse el poder si las fuerzas contrarias -como al fin ocurrió- mostraran unas décimas de cobardía y displicencia.

 

 

 

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