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podrían formarse sin
necesidad de una explosión nuclear, sino mediante un colapso gradual y
“silencioso” de una estrella masiva. Este proceso permitiría que la estrella más
lejana se mantuviera en su lugar, vinculada gravitacionalmente al agujero negro
sin ser expulsada al espacio. De ser cierta esta teoría, V404 Cygni se
convertiría en el primer ejemplo conocido de un agujero negro formado por
colapso directo en lugar de por explosión.
“Si V404 Cygni se formó a partir de una supernova, la estrella exterior no
debería estar ahí”, explica Burdge. “Pero si el agujero negro se creó a partir
de un colapso directo, todo encaja”. De este modo, el sistema de V404 Cygni
ofrece una posible prueba empírica para esta teoría y una oportunidad única para
comprender mejor los procesos de formación estelar.
Implicaciones para el estudio de los agujeros negros y el futuro de la
astrofísica
El descubrimiento de un sistema triple compuesto por un agujero negro y dos
estrellas representa un avance revolucionario para la astrofísica. Además de
desafiar los modelos tradicionales de formación de agujeros negros, este sistema
plantea nuevas preguntas sobre la dinámica y evolución de estos objetos extremos
en el universo. También sugiere que pueden existir otros sistemas triples en la
galaxia, escondidos entre los millones de estrellas y cuerpos celestes.
Gracias a la precisión de satélites como GAIA y a los esfuerzos de
investigadores como Burdge y su equipo, los científicos pueden identificar con
mayor facilidad estos sistemas atípicos y recopilar datos que revelen los
misterios ocultos de nuestra galaxia. A medida que el estudio de V404 Cygni
continúe, los investigadores esperan que sus hallazgos inspiren nuevas
investigaciones en torno a la teoría del colapso directo y los posibles orígenes
de los agujeros negros.
Este descubrimiento, logrado casi por casualidad, subraya una vez más el papel
fundamental de la tecnología y la observación minuciosa en la exploración
espacial. Si bien aún queda mucho por aprender sobre estos cuerpos enigmáticos y
sus comportamientos, la confirmación de un sistema triple como V404 Cygni abre
la puerta a una era en la que la astrofísica podría replantearse la naturaleza y
evolución de los agujeros negros y su papel en el universo.
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Los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y
el Instituto de Tecnología de California (Caltech) han logrado un
hallazgo inédito en el estudio del cosmos: un sistema triple
compuesto por un agujero negro y dos estrellas en órbita. Ubicada a
aproximadamente 8,000 años luz de la Tierra, esta estructura,
bautizada como V404 Cygni, ofrece la primera evidencia sólida de la
existencia de sistemas gravitacionales triples y podría cambiar la
comprensión sobre el nacimiento de los agujeros negros en el
universo.
El sistema V404 Cygni: un enigma de tres cuerpos
En general, los agujeros negros tienden a encontrarse en sistemas
binarios, ya sea junto a otra estrella o con otro agujero negro,
donde mantienen un equilibrio inestable o, en algunos casos, devoran
a su acompañante de forma gradual. Sin embargo, la identificación de
una tercera estrella orbitando alrededor de V404 Cygni rompe con los
patrones previamente conocidos. El equipo, liderado por el
investigador Kevin Burdge del MIT, descubrió que esta estructura de
tres cuerpos desafía las explicaciones convencionales y plantea
nuevas preguntas sobre la formación de los agujeros negros y su
relación con otros cuerpos celestes.
El primer componente de este sistema triple es un agujero negro en
el centro, cuya gravedad extrema domina la dinámica de las dos
estrellas que lo orbitan. La primera estrella, la más cercana al
agujero negro, se encuentra en un proceso de “canibalismo estelar”,
girando en espiral alrededor del agujero negro en un ciclo que
completa cada 6.5 días. A diferencia de ella, la segunda estrella se
sitúa a una distancia extraordinariamente lejana, completando una
órbita alrededor del agujero negro cada 70,000
años. Esta disposición única de los tres cuerpos sugiere condiciones
de formación y evolución distintas a las de otros sistemas binarios
o triples conocidos hasta ahora.
Una observación casual que llevó a un descubrimiento histórico
El hallazgo de este sistema triple no fue el objetivo original de
los científicos. Burdge y su equipo estaban
investigando la posibilidad de encontrar agujeros negros sin
registrar en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
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Al revisar imágenes espaciales en la
región donde se encuentra V404 Cygni, notaron dos puntos anómalos de luz
cercanos entre sí. Una inspección detallada reveló que uno de esos puntos
correspondía a una estrella en proceso de ser devorada por el agujero negro,
mientras que el otro era la segunda estrella, el tercer componente del sistema.
Para confirmar esta asombrosa configuración, el equipo recurrió a los datos del
satélite GAIA de la Agencia Espacial Europea, el cual mapea el movimiento de
millones de estrellas en la Vía Láctea con precisión sin precedentes. Los datos
de GAIA corroboraron la relación gravitacional entre las dos estrellas y el
agujero negro central, confirmando la existencia de este sistema triple.
“Estamos viendo dos estrellas que se siguen entre sí porque están unidas por una
débil cadena de gravedad. Así que esto tiene que ser un sistema triple", explicó
Burdge en sus declaraciones.
La hipótesis del “colapso directo”
Uno de los aspectos más intrigantes de este descubrimiento es que plantea
interrogantes sobre el proceso de formación de los agujeros negros. Según las
teorías convencionales, los agujeros negros se forman a partir de la explosión
de supernovas, un evento que lanza al espacio cualquier materia circundante con
una enorme cantidad de energía. Esto implicaría que, en el caso de V404 Cygni,
la segunda estrella del sistema debería haber sido expulsada hacia el espacio en
el momento de la formación del agujero negro. Sin embargo, la presencia de la
estrella exterior, vinculada débilmente al agujero negro, desafía esta teoría.
Para explicar esta configuración, los investigadores recurren a la hipótesis del
“colapso directo”. Esta teoría, aún emergente en el campo de la astrofísica,
sostiene que algunos agujeros negros
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