Pereira, Colombia - Edición: 13.364-944

Fecha: Martes 12-11-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

-14

 

Genes denisovanos: el legado que fortalece la resistencia humana al frío y a la altura

 

 

 

sapiens, permitiendo su expansión hacia regiones geográficas extremas.

 

El futuro de la investigación sobre los denisovanos

A pesar de los avances logrados, el linaje de los denisovanos sigue siendo un área de investigación que plantea muchas preguntas sin respuesta. La limitación de restos fósiles y la incertidumbre sobre su clasificación exacta como especie han dificultado una comprensión completa de su historia. Sin embargo, los científicos están trabajando para mejorar esta comprensión mediante análisis genéticos más detallados y la búsqueda de nuevos fósiles que puedan revelar más aspectos sobre la biología y las costumbres de estos homínidos.

La investigación futura podría enfocarse en el análisis genético de poblaciones que aún no han sido ampliamente estudiadas. Esta estrategia podría descubrir rastros adicionales de ascendencia denisovana en lugares inesperados, brindando una perspectiva más amplia sobre la distribución geográfica de estos homínidos y la magnitud de su contribución genética a los humanos modernos. Además, la integración de datos genéticos con información arqueológica permitiría a los antropólogos trazar una cronología más precisa de las migraciones y el mestizaje entre especies.

“Con cada nuevo dato genético y cada fósil que encontramos, construimos un mapa más detallado de nuestras raíces”, afirmó Ongaro. “Este conocimiento no solo amplía nuestra comprensión de la evolución humana, sino que también ofrece pistas sobre cómo ciertos rasgos adaptativos han perdurado y evolucionado a lo largo de milenios”.

Un legado que trasciende el tiempo

 

 

La historia de los denisovanos demuestra que la evolución humana es un proceso de interacciones complejas y mestizaje entre diversas especies. Lejos de ser una línea recta, la evolución de los Homo sapiens ha estado marcada por la combinación de múltiples linajes genéticos, cada uno aportando características y adaptaciones que aún hoy desempeñan un papel crucial en la supervivencia y adaptación del ser humano en un mundo cambiante.

Gracias a esta herencia genética, millones de personas pueden prosperar en lugares donde las condiciones ambientales representan un desafío constante. El legado de los denisovanos sigue presente, recordándonos que la diversidad genética y el mestizaje son elementos fundamentales en nuestra historia evolutiva.

 

Un nuevo estudio de la Universidad de Dublín revela que ciertos rasgos genéticos presentes en algunas poblaciones humanas modernas pueden atribuirse a los denisovanos, un enigmático homínido extinto. Esta herencia genética no solo permitió a estas poblaciones adaptarse a condiciones extremas como el frío y la baja disponibilidad de oxígeno, sino que también sigue beneficiando a quienes viven en lugares inhóspitos, como el Himalaya y las regiones árticas.

El descubrimiento del llamado "hombre de Denisova" fue un hito en la antropología moderna. A diferencia de los neandertales, cuya evidencia fósil es extensa, el registro de los denisovanos se limita a unos pocos fragmentos óseos y dentales. Sin embargo, el análisis genético ha proporcionado información reveladora sobre el impacto que esta especie tuvo en la evolución humana y en las adaptaciones que algunos de sus genes confirieron a los Homo sapiens.

 

El misterioso linaje de los denisovanos

 

 

Los denisovanos, cuyo nombre proviene de la cueva de Denisova en Siberia donde se encontraron sus restos por primera vez, son una especie que comparte ancestros con los neandertales y los Homo sapiens. Sin embargo, sus características genéticas y morfológicas presentan diferencias sustanciales. Hasta ahora, los únicos restos denisovanos descubiertos incluyen un hueso de dedo, una mandíbula y varios dientes, lo que ha limitado la comprensión de su apariencia y cultura. A pesar de este escaso registro fósil, el análisis del ADN ha sido fundamental para reconstruir su influencia en la genética humana moderna.

La existencia de los denisovanos ha sido confirmada a través de estudios genéticos que muestran que, al igual que los Homo sapiens y los neandertales, tuvieron descendencia mixta. Se ha comprobado que los Homo sapiens se cruzaron con denisovanos en al menos tres eventos distintos, lo que dejó una marca en el ADN de algunas poblaciones actuales. En particular, ciertas adaptaciones genéticas relacionadas con la tolerancia a condiciones extremas son características heredadas de los denisovanos, las cuales siguen proporcionando ventajas a las personas que habitan en áreas de gran altitud y frío extremo.
 

La adaptación denisovana al frío y la altura

El estudio, publicado en la revista Nature Genetics, exploró cómo la mezcla de genes entre Homo sapiens y denisovanos ayudó a ciertas poblaciones humanas a soportar
condiciones adversas. Una de las contribuciones más significativas es un conjunto de adaptaciones genéticas que

 

 

confiere una mayor tolerancia a la hipoxia, o bajos niveles de oxígeno, lo cual es particularmente beneficioso en altitudes elevadas como las del Tíbet. En estas condiciones, donde el oxígeno escasea y la presión atmosférica es baja, las personas que poseen genes denisovanos presentan una mayor capacidad para realizar actividades físicas sin comprometer la función respiratoria o cardiovascular.

 

Además, el genoma denisovano contiene variantes que influyen en el metabolismo de los lípidos, una adaptación que proporciona calor corporal adicional en condiciones frías. Esta característica es evidente en las poblaciones inuit del Ártico, quienes presentan adaptaciones genéticas que optimizan la producción de calor en respuesta a temperaturas extremas, una ventaja evolutiva heredada del linaje denisovano. La combinación de estos rasgos ilustra cómo los genes de un homínido extinto se han perpetuado en grupos humanos actuales, brindando una ventaja significativa para sobrevivir en entornos hostiles.

El impacto genético en el sistema inmunológico

La influencia de los genes denisovanos no se limita a las adaptaciones físicas. El estudio de la Universidad de Dublín también halló que ciertas variantes genéticas vinculadas a una respuesta inmune más robusta son de origen denisovano. Estas variantes pueden haber ayudado a los primeros Homo sapiens a resistir enfermedades y patógenos en sus desplazamientos hacia nuevos territorios. Según la Dra. Linda Ongaro, coautora del estudio, la contribución genética de los denisovanos parece haber fortalecido el sistema inmunológico de algunos grupos, protegiéndolos frente a infecciones que pudieron haber sido fatales de no contar con dichas adaptaciones.

 

“Es fascinante cómo estos genes, originados en una especie homínida tan antigua, siguen siendo cruciales para la salud y la resistencia de las personas en la actualidad”, destacó Ongaro en una declaración. Esta adaptabilidad genética es un recordatorio de cómo el mestizaje y las interacciones entre especies distintas han influido en el éxito evolutivo de los Homo

 

 

 

 

Submit

 

 © El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 347 7079 

    © 1948-2009 - 2024 - El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato e idea (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK