EL IMPARCIAL | Página 15


Pereira, Colombia - Edición: 13.399-979 Fecha: Martes 14-01-2025	TECNOLOGÍA		-15
Blue Origin enfrenta retraso en el lanzamiento de su primer cohete orbital
		La posibilidad de transportar cargas útiles militares a la órbita representa una oportunidad significativa para Blue Origin. En junio, la Fuerza Espacial de los Estados Unidos seleccionó a Blue Origin, junto con ULA y SpaceX, para competir por contratos valorados en 5.600 millones de dólares destinados a misiones de seguridad nacional programadas para los próximos cuatro años. La certificación de New Glenn es un paso esencial para posicionarse como un competidor serio en este campo. A pesar del retraso, Blue Origin mantiene una visión optimista sobre el futuro del New Glenn. "Vamos a evaluar qué cosas nos gustaría hacer durante nuestro tiempo de inactividad. Eso es lo que nos guiará para decidir cuándo será la próxima oportunidad de lanzamiento", aseguró Cornell. Esta pausa permitirá al equipo abordar cualquier problema subyacente, garantizando que el cohete esté completamente preparado para su desafío orbital. El campo de la exploración espacial es intrínsecamente riesgoso y demandante. Cada lanzamiento fallido ofrece lecciones valiosas que fortalecen la seguridad y la eficacia de futuras misiones. Con el New Glenn, Blue Origin está jugando una carta crucial para su futuro, aspirando no solo a dejar su marca en la carrera espacial comercial, sino también a establecer una presencia sólida en el sector de la defensa nacional. Mientras tanto, el mundo observa cómo esta compañía, respaldada por uno de los empresarios más influyentes de nuestra era, ajusta sus planes y prepara su próximo paso hacia las estrellas. Con cada reto superado, Blue Origin avanza en su misión de abrir nuevas fronteras en la exploración espacial.
La industria espacial es un campo donde las expectativas y los desafíos técnicos coexisten en una danza delicada de avances e imprevistos. Blue Origin, la compañía espacial fundada por Jeff Bezos, ha experimentado una de esas complicaciones que evidencian la complejidad del viaje espacial. El esperado lanzamiento del cohete New Glenn, que marcaría un hito como el primer cohete orbital de la compañía, fue cancelado debido a problemas técnicos. El lanzamiento estaba programado para la madrugada del pasado lunes desde una plataforma controlada por Blue Origin en Florida. Sin embargo, los problemas técnicos que surgieron no pudieron ser resueltos a tiempo, lo que obligó a los ingenieros a suspender el intento. Ariane Cornell, vicepresidenta del sistema espacial de Blue Origin, informó que el equipo detectó un inconveniente en uno de los subsistemas del vehículo, lo que hizo necesario abortar la misión para garantizar la seguridad del equipo y la integridad del cohete. "Estamos suspendiendo el intento de lanzamiento de hoy para solucionar un problema en el subsistema del vehículo", declaró Cornell. Tras la decisión, el combustible del cohete fue drenado, y el equipo se abocó a analizar la situación antes de determinar una nueva fecha para el lanzamiento. El New Glenn, un cohete monumental con una altura equivalente a un edificio de 30 pisos, es un componente clave en las ambiciones espaciales de Blue Origin. Con su diseño de más de una década, el cohete está destinado a competir directamente con	SpaceX, la compañía de Elon Musk que ha liderado el mercado de lanzamientos espaciales en los últimos años. Este vuelo de prueba sin tripulación tenía como objetivo demostrar la capacidad de New Glenn para alcanzar la órbita, un paso crucial antes de emprender misiones más complejas. El diseño de New Glenn incluye un cohete propulsor de primera etapa que proporciona el empuje inicial al despegue, y una etapa superior que alberga un compartimento de carga. Para esta misión, el compartimento estaba destinado a transportar tecnología experimental, un aspecto esencial para validar futuras aplicaciones del cohete en el lanzamiento de satélites y misiones espaciales. Entre los objetivos fundamentales de Blue Origin con esta misión se encontraba también el inicio del proceso de certificación del cohete para lanzamientos de seguridad nacional. Esta certificación permitiría a la compañía competir por contratos lucrativos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, un mercado donde SpaceX y United Launch Alliance (ULA) han sido actores dominantes.

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