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en 2014, que a día
de hoy cumplen 23 de los 32 aliados de la OTAN, con España a la cola con el
1,28%.
En declaraciones previas a la reunión, el secretario general de
la OTAN ha señalado que la organización cuenta con una clara definición de lo
que considera gasto en Defensa, en pleno debate en el seno de la organización
sobre la métrica y cuando varios aliados buscan acercarse al listón del 2% antes
de la cumbre.
"Tenemos una clara definición de lo que es el gasto militar y no queremos
rebajarla", afirmó Rutte, tras indicar que en ocasiones los aliados buscan
"negociar" ese concepto, pero la Organización es "estricta" en lo que considera
gasto militar.
De lado de España, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, negó
que su país quiera cambiar las métricas de gasto en Defensa, aunque insistió en
que el terrorismo es una amenaza a la seguridad, en medio de los intentos de
España por que se compute adecuadamente los fondos que destina a la lucha
antiterrorista.

"No hay en estos momentos ninguna solicitud por parte de España ni nadie lo
plantea. Las métricas son conocidas, España se rige por ellas y el compromiso
que tenemos adquirido con el 2% es por las métricas que han venido hasta ahora",
aseguró en la antesala del encuentro con Rubio y sus pares europeos.
En todo caso, varios ministros llegaron a esta cita clave insistiendo en
‘disparar’ el gasto militar, caso de la titular de Exteriores letona, Baiba
Braze, que ha defendido una inversión fuerte, a la vista de que Riga dedica el
3,7% del PIB.
"Cuando vemos que hay países que ni siquiera llegan al 2%, sentimos que estamos
pagando también por su seguridad. Eso no está bien. Apoyamos las peticiones de
Estados Unidos de más gasto en defensa de aquellos aliados europeos que no dan
el paso", ha recalcado.
Su homólogo lituano, Kestutis Budrys, elevó la presión al señalar que para la
cumbre de La Haya la organización militar debe al menos "doblar" la base de
gasto y pasar del listón del 2% al 4% del PIB en Defensa.
Mientras, el canciller de Estonia, Margus Tsahkna, apuntó que la cumbre tiene
que consolidar el compromiso de "al menos el 3,5% del PIB" en gasto militar,
reiterando que este nivel de inversión resulta "crucial" porque Rusia seguirá
suponiendo un riesgo para el continente más allá de la situación en Ucrania.
"Europa necesita invertir más y entendemos que esta es la realidad y lo
hacemos", ha indicado.
Su colega noruego, Espen Barth Eide, indicó que el debate sobre el gasto
dominará la OTAN "los próximos días, semanas y meses" hasta la reunión de La
Haya. Aparte de gastar más, resulta clave que los aliados "gasten más
inteligentemente", ha dicho, poniendo como ejemplo que las inversiones se
concentren en una serie de sistemas militares.

Varias fuentes aliadas apuestan por que el nuevo listón de gasto en Defensa se
situará entre el 3% y el 3,5%, a la vista de las exigencias de la Casa Blanca y
del escenario de seguridad más complejo que afronta Europa. Queda por ver cómo
llegan los aliados más rezagados a la meta del 2%, aunque en los cuarteles
generales admiten que la OTAN será "más permisiva que hasta ahora" para
contabilizar el gasto militar.
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A una OTAN más fuerte, más viable y, sobre todo, que
tenga las capacidades necesarias para cumplir con las obligaciones
fijadas en el tratado constitutivo, el firmado precisamente hoy hace
76 años en Washington, es a lo que apuesta Estados Unidos bajo la
conducción del republicano Donald Trump.
Ante los ministros de relaciones exteriores de los 32 países miembro
y el secretario de la organización trasatlántica reunidos en
Bruselas desde este jueves, Rubio habló claro y fuerte: Estados
Unidos seguirá siendo parte de la OTAN, no retirará las tropas
acantonadas en Europa y de esta cita debe salir un camino ‘realista’
para que todos los países destinen a la defensa el 5% de sus PIB, lo
que anticipó debe ser en un plazo máximo de dos años.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha afirmado
este jueves desde Bruselas que Estados Unidos se mantiene como
miembro "activo" de la OTAN y que seguirá siéndolo, por lo que ha
achacado a una "histeria injustificada" global el que haya dudas
respecto del compromiso de la Administración Trump con la Alianza
Atlántica.
"En estos momentos, Estados Unidos es tan activo en la OTAN como
siempre lo ha sido", aseguró en el cuartel general de la
Organización, acompañado por el secretario general de la misma, Mark
Rutte.
En este contexto, el jefe de la diplomacia norteamericana afirmó que
la "histeria e hipérbole" que observa en medios de comunicación
nacionales e internacionales sobre el compromiso de su país con la
OTAN es "injustificada".
"El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que
apoya a la OTAN. Vamos a seguir en la OTAN. Lo ha dejado claro. No
es contrario a la Organización, sino a que no tenga las capacidades
que necesita para cumplir con las obligaciones que el tratado
(constitutivo de la alianza militar) impone a todos y cada uno de
los Estados miembros", remarcó.
Insistió que el gobierno Trump deseaba ver al
concluir esta reunión una "vía realista" para que todos los países
de la alianza se comprometan a destinar el 5% de su PIB a la
defensa.

"Nadie espera que todos lo hagan en un año o dos. Pero la vía tiene
que ser real", insistió.
Desde hace varios años la OTAN se propuso como meta
que sus miembros inviertan el 2% de su PIB en
la defensa,
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de su PIB en la
defensa, pero luego de la invasión rusa
a Ucrania el objetivo tornó ese guarismo en un piso mínimo, mientras que Trump,
desde su primer mandato, ha insistido en que debe ser muy superior, una meta que
muchos de los países sostienen que es inalcanzable.
La cita en Bruselas se registra en medio de crecientes dudas sobre el compromiso
de Washington con los aliados europeos de la Organización, en medio de las
turbulencias geopolíticas, del acercamiento norteamericano a Rusia y de la serie
de aranceles anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, llamados
‘recíprocos’ y que entrarán en vigor este sábado y el miércoles próximo.
En declaraciones previas a la reunión, Rutte ha insistido en que "por supuesto"
Estados Unidos es un aliado fiable para el resto de miembros de la Organización
conformada por miembros al lado y lado del Atlántico.
"Han visto lo que ha dicho el propio presidente Trump sobre el artículo 5, sobre
la OTAN, su pleno compromiso. Sabemos que tienen expectativas de que los
europeos y los canadienses gasten más, y eso está ocurriendo mientras hablamos",
señaló.
El jefe político de la OTAN ha reiterado que "no hay planes para que de repente
reduzcan su presencia en Europa", aunque admitió que como "superpotencia",
Washington tiene que "atender a más de un
teatro" y se enfoque en la situación en Asia-Pacífico.

“Pueden hacer más”
Rubio subrayó que las amenazas "graves" a las que se enfrenta la OTAN requieren
de un "compromiso pleno y real" con la capacidad de hacerles frente. Así, ha
recalcado que la Organización trasatlántica es un conjunto de "países ricos que
tienen capacidad para hacer más" y, aunque entiende que hay "políticas
domésticas" relativas al estado de bienestar, la situación en Ucrania requiere
"sacrificios" y supone un "recordatorio de que el poder duro sigue siendo
necesario como disuasión".
En un tono más conciliador que otros miembros de la Administración Trump, el
jefe de la diplomacia estadounidense admitió que elevar el gasto militar es un
esfuerzo que también tiene que hacer Washington, que "también tiene necesidades
internas".
"Pero hemos dado prioridad a la defensa por el papel que hemos desempeñado en el
mundo, y queremos que nuestros socios
hagan lo mismo", ha reivindicado.
Esta reunión de Bruselas debate el gasto en Defensa como tema central, en medio
de la carrera por llegar al 2% antes de la cumbre de líderes aliados de finales
de junio en La Haya.
La inversión militar sigue siendo el tema clave, una vez se ha lanzado el debate
para renovar el objetivo de gasto del 2% pactado
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