Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur Klemath Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.458-1038

Fecha: Miércoles 09-04-2025

 

EDITORIAL

 

El juego ideal


¿Podríamos afirmar una verdad última? ¿Reglas apodícticas? Tal vez en la naturaleza, pero nunca en la naturaleza humana. Una y otra vez la historia ha decidido delimitar la naturaleza del ser humano, del hombre incluso del sujeto: siempre atribuyéndole adjetivos que sólo en condiciones ideales podría llegar a desarrollar. El ser humano debe ser virtuoso, bondadoso, humilde, etc… ¿¡Virtuoso en cuanto a qué, a qué tipo de esencia mística definida por un ente muchísimo más dudoso que la misma esencia!? siempre dirigiéndonos, obligándonos a seguir un camino, unas reglas, un cierto tipo de lógicas, de las cuales desconocemos sus orígenes ¿Cómo no estar tan cansados? ¿Cómo no tener una vida agotada, si vivimos la nuestra y la que los otros dicen que debemos tener?

Un ser humano: agotado, enfermo, frustrado es el resultado de la imposición de reglas que no logran encontrarse con la multiplicidad de lo que el propio ser humano es. El ser humano, no es simple, el hombre o el sujeto, es un cuerpo cargado por toda su historia, sus vivencias, es complejo; pero, muy pocas veces toda la experiencia del ser humano logra manifestarse en su totalidad en una sola expresión: nunca eres siempre astuto, nunca un idiota por completo o sólo alegre, siempre eres múltiple. Más ¿Cómo afirmar nuestra multiplicidad en cada expresión de la vida? ¿Cómo evitar morir? ¿Cómo pensarnos lo impensable?

No existe una sola verdad sobre el humano que podamos afirmar en su totalidad. Desprenderse de la idea egocentrista de poder obtener una verdad última, nos obligará a ver la vida con jovialidad, desentendernos de lógicas culturales y crear nuestros propios esquemas de pensamiento, sólo dejarán una visión del mundo jovial, una en donde la vida es un juego donde las reglas cambian constantemente.

Nuestra vida se desarrolla sin límites. Después de todo porque tendríamos que agruparnos, delimitarnos y encasillarnos en un sólo modelo de pensamiento, un modelo definido de respuestas ya prediseñadas, en busca de ganarnos el título de “buen ciudadano” “buen humano” etc… ¿Por qué no abandonamos las gradas del mundo y nos unimos a él?

No es acaso Husserl el que afirmaba la necesidad de ir a las cosas mismas, a lo que el post- estructuralismo luego afirmará la necesidad de de-construir cada uno de los conceptos que utilizamos, pero, que en la gran mayoría de los casos desconocemos, porque no volver nuestra vida, una cuestión propia, que cada concepto, experiencia o persona que juegue con nosotros el juego de la vida se le quede una pequeña parte nuestra, que cada verbo desarrollado tenga en su inscripción nuestro nombre.

¿Por qué no atrevernos a deconstruir lo ya construido, destruir los edificios que nos impiden percibir la forma más clara del ser humano, es decir, aquello que nos impide vernos y reconocernos como una multiplicidad que incluso nosotros desconocemos o simplemente una multiplicidad libre, que se mueve en el mundo jugando, apostando, gritando con furia ¡viva lo múltiple! explotando en cada uno de los acontecimientos a los cuales sólo le queda acaecer, no sería esto el juego ideal o en palabras más claras, una manifestación precisa del gran juego llamado vida.

 

 

 

 

 

 

Cada experiencia es una aventura que se perdura

 

Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

Todos los días estamos expuestos a situaciones que solo se viven en ese instante. Muchas veces presentimos el futuro como algo vivido y lo ignoramos porque no le ponemos atención a ese presentimiento que nos llega como algo natural y desaparece igual como llega.

Desde la antigüedad siempre se han buscado explicaciones a esos sentimientos y Freud escudriñó en el pasado y presente de las personas y todo quedó como algo psíquico. Hoy la genética nos puede explicar con mayor sabiduría lo que realmente nos está pasando y transformar ese pasado en un futuro dentro de una realidad que ya se puede palpar.

Nuestra experiencia tiene un valor que solo el que la ha vivido puede darle el verdadero sentido de lo vivido y evitar a futuro descalabros que los novatos viven. Nuestra experiencia social se vuelve colectiva y esos recuerdos se van acumulando y van creando una costra mental que se va refinando de generación a generación y de repente sin el mayor esfuerzo como una sola unidad todos salen al rescate del futuro social.

Los colombianos no son ajenos a su historia, y ella está ahí cincelada de generación a generación y esas vivencias, aunque en silencio van saliendo a debatirse frente aquellos que hacen caso omiso a la historia nacional. Estos enfrentamientos son normales porque cada uno está seguro de sí y lucha hasta el final hasta que se demuestre lo contrario. El problema es que al estar atrapada la sociedad ya no se puede hacer casi nada para salvar la situación.

Los viejos que maduraron bajo los signos de libertad, educados y pensantes son más cautos en momentos cuando la juventud y los que han vivido oprimidos se lanzan a la lucha para alcanzar todos esos espacios que no han tenido y se les ha negado por todo tipo de circunstancias. Históricamente se pueden ver ejemplos y estados donde el proceso de crecimiento se detiene y dentro de ese estado solo una minoría vive complacida por estar dentro del círculo de gobierno.

 

 

 

La experiencia es la fuente del futuro y sin esa cadena no estaríamos aquí como seres humanos o como un universo nacido de su propia evolución.
 

CALI RUMBO AL DESASTRE
Crónica #1092

 


Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Audio: https://www.youtube.com/watch?v=pRXKHTMySb4


El alcalde de Cali Alejandro Eder es tan fresco que porco le debe preocupar que en la última encuesta de Pulso País el 63 % de los caleños desaprueben la manera de como maneja su ciudad, y mucho menos que sus ganas de ser presidente de Colombia se las derrumbe la mala fama.

Pero como la última vez que comenté lo mal que le estaba yendo y resalté sus protuberantes errores, no le preocupo ni lo que dije, ni el rechazo ciudadano, y nos hizo creer que la insolencia de su temperamento le impide ser pesimista, me temo que Cali al paso que va Eder y su singular gobierno, caerá en otro periodo con el mismo marasmo.

La vez pasada se resaltó se resaltó su equivocado manejo con el favoritismo del club campestre y su enredada forma de explicar y corregir los fondos del predial. No ha sido pública la manera como haya salido del problema porque como no comunica bien, da la sensación de que no oye o no ve, o lo que puede ser peor, que no entiende ni a Cali ni a sus gentes.

Quizás esté mal asesorado en el manejo de su imagen o más bien es terco de capirote, y pretende imponer su realidad negándose a aceptar la que Cali le arroja a diario. Creer que a la capital del Valle se le administra con un gobierno de subsecretarios manejados a desprecio por un jefe de gabinete que a veces se cree Messi, y que tiene que tatuarse en sus brazos los nombres de sus hijos, puede ser más grave de lo que miden las encuestas.

Y va a ser peor, se está hundiendo en el pantano de la persecución a quien maneje moto, desconociendo que Cali es una ciudad donde las tres cuartas partes de sus habitantes se desplazan en ese medio de transporte. Se mocha las manos trasladando la plata de infraestructura buscando que sean más los huecos que los reparcheos, y se queda ciego dejando sin presupuesto para que no puedan pagar aguas de las unidades deportivas.

En otras palabras, como ni oyes ni ve ni entiende a Cali, no corrige, no acierta y prefiere acercarse al desastre que huir de él.

El Porce, abril 9 de 2025

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

Rubén Darío Varela Hurtado

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo

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