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JUDICIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.470-1050

Fecha: Miércoles 23-04-2025

 

La guerra por el tusi: Violencia, casas de pique y códigos QR en Pereira




Pereira vive una transformación silenciosa y alarmante en su panorama delictivo: el auge del tusi, una droga sintética de colores neón que ha ido desplazando a la cocaína y la heroína en las calles. Detrás de esta aparente moda, se esconde una estructura criminal cada vez más violenta y sofisticada, que involucra desde redes digitales hasta casas de tortura.

Las autoridades han identificado más de 150 “chazas” distribuidas en diferentes barrios, pequeños laboratorios donde se cocina, distribuye y comercializa esta sustancia. La rentabilidad de cada punto es tan alta que puede generar hasta 40 millones de pesos diarios, ingresos que financian personal armado, insumos químicos y sistemas de protección.

Uno de los mecanismos más sorprendentes es el uso de códigos QR para el cobro de deudas, un indicio del grado de digitalización que han alcanzado estas organizaciones. A esto se suma la logística con transporte informal, ventas por redes sociales cerradas y entregas a domicilio, todo diseñado para ampliar el alcance sin llamar la atención de las autoridades.

Los encargados de la seguridad de estos puntos, conocidos como “ruleteros”, no solo protegen las transacciones, también ejercen control territorial y cobran cuentas pendientes. Este esquema incluye patrullajes en motocicleta y cámaras de vigilancia instaladas en puntos estratégicos de la ciudad.

Pero la verdadera alarma ha llegado con la violencia extrema. La disputa entre organizaciones por el control del negocio ha derivado en homicidios y escenas de brutalidad que recuerdan las épocas más cruentas del narcotráfico. Las “casas de pique”, utilizadas para castigar a traidores o deudores, han sido descubiertas en distintos sectores. Según fuentes de inteligencia, allí se han practicado torturas, desmembramientos y castigos con sustancias corrosivas.

Uno de los hechos más notorios fue el asesinato del ciudadano canadiense Joseph Leone, el pasado 21 de marzo en la comuna Cuba. Aunque inicialmente se pensó en un ataque aislado, las investigaciones revelaron que podría haber estado vinculado con el comercio de tusi. Su homicidio y el de otro acompañante permitieron a la Policía capturar al presunto sicario y recolectar información clave sobre las redes criminales.

Este modelo de microtráfico, que opera de manera descentralizada, complica aún más su rastreo y desarticulación. Algunas estructuras replican el sistema sin responder a un mando único, lo que fragmenta las responsabilidades y permite que las operaciones se mantengan activas a pesar de los golpes judiciales.

Frente a este panorama, la Fiscalía y la Policía han intensificado las investigaciones con apoyo de agencias internacionales, especialmente por el ingreso de precursores químicos del extranjero. Pereira, epicentro del Eje Cafetero, enfrenta hoy una amenaza que mezcla innovación criminal y violencia sin precedentes.


Semana Santa en Pereira dejó 60 capturas y reducción de delitos de alto impacto


La Semana Santa en Pereira no solo estuvo marcada por el fervor religioso, sino también
por un amplio despliegue de seguridad que arrojó resultados positivos para la ciudad. Con un pie de fuerza compuesto por 400 uniformados, la Policía Metropolitana

 

 

 

ejecutó operativos estratégicos en los puntos más críticos del área metropolitana, logrando un total de 60 capturas por delitos como hurto, extorsión y porte ilegal de armas.

La general Yurian Jeannette Romero, comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, resaltó que la presencia activa de las autoridades permitió una notable disminución
en los delitos de alto impacto frente al mismo periodo del año anterior. “Tuvimos una reducción significativa en homicidios, hurtos y extorsiones. Es un reflejo del trabajo articulado entre las distintas entidades”, afirmó la oficial.

El operativo no solo se centró en la prevención del crimen. También se enfocó en la salud pública y la movilidad. Durante las intervenciones, se incautaron 60 kilos de pescado en mal estado, evitando así un posible riesgo sanitario en plena temporada de alta demanda. Igualmente, con apoyo de los agentes de tránsito, se impusieron 93 comparendos y se inmovilizaron 19 vehículos, acciones que ayudaron a mantener el orden en las principales vías de la ciudad.

Uno de los logros destacados fue el acompañamiento a la movilización de más de 308 mil vehículos que transitaron por Risaralda durante la Semana Mayor. La operación, coordinada entre la Policía, autoridades locales y organismos de tránsito, permitió un flujo vehicular seguro, sin incidentes mayores y con controles enfocados en verificar condiciones técnicas y prevenir el exceso de velocidad.
 


Según la general Romero, el éxito de esta estrategia también radica en el uso de herramientas tecnológicas de vigilancia, la intervención en zonas priorizadas y la constante comunicación con la ciudadanía. “La comunidad ha sido clave, denunciando y colaborando. Sin su participación, no tendríamos estos resultados”, agregó.

El balance deja un mensaje claro: con organización, inteligencia y compromiso interinstitucional, es posible avanzar en la recuperación de la seguridad en Pereira, incluso en fechas tan concurridas como la Semana Santa. Las autoridades ya preparan nuevas estrategias para mantener y reforzar estos logros en lo que resta del año.


Capturan en Colombia al emisario financiero del Cartel de Sinaloa: Movía millones con criptomonedas




Un hombre aparentemente común aterrizaba en Colombia. Pero detrás del pasaporte mexicano que presentó en el aeropuerto José María Córdova, en Rionegro, se escondía un nombre clave para el engranaje financiero del Cartel de Sinaloa: Ángel Josué Velázquez Bravo. Las autoridades lo señalan como uno de los cerebros encargados de lavar dinero producto del narcotráfico a través de criptomonedas.

Según la acusación formal de la Corte Distrital del Este de Wisconsin, Velázquez Bravo habría recolectado millones de dólares de la venta de drogas en ciudades de Estados Unidos, los convertía en activos digitales —más difíciles de rastrear— y los hacía llegar a narcotraficantes en México y
 

 

 

Colombia. De 2021 a 2024, se estima que movió más de 11 millones de dólares hacia Medellín, Cali y Cúcuta.

Su rol no era menor. Actuaba como “emisario” del cartel en Colombia, y tenía la responsabilidad de pagar por los cargamentos de droga, ocultando el origen ilícito del dinero a través de sofisticadas operaciones. La DEA, que lideró la investigación, rastreó operaciones de lavado con origen en Ciudad de México y Guadalajara, activas desde 2020. Estas redes blanqueaban ganancias del comercio de fentanilo, cocaína y otras sustancias, burlando controles internacionales.

Pero el caso tomó aún más fuerza al conocerse el vínculo familiar de Velázquez Bravo con uno de los capos más temidos del narcotráfico mexicano: es esposo de una sobrina de Rafael Caro Quintero, fundador del cartel de Guadalajara, preso nuevamente desde 2022 y a la espera de su extradición.

 

La caída de Velázquez Bravo ocurrió el 10 de septiembre de 2024, justo cuando intentaba ingresar a Colombia. Tras su captura, fue recluido en una cárcel del país, donde enfrentó el proceso de extradición. La Corte Suprema de Justicia dio concepto favorable y el Gobierno nacional ya firmó su entrega a las autoridades de EE.UU., donde enfrentará cargos por lavado de dinero y concierto para delinquir.

Su captura representa un golpe silencioso pero contundente al flujo financiero del narcotráfico en América Latina.


Ataque con explosivos en Nariño deja un civil muerto y cinco soldados heridos




Una nueva acción violenta sacudió la
tranquilidad del suroccidente colombiano el martes 22 de abril. Un ataque con explosivos sobre la vía que conecta los municipios de El Peñón y Los Andes Sotomayor, en Nariño, dejó como saldo un civil muerto y cinco soldados heridos.

El atentado iba dirigido contra unidades de la Brigada 33 del Ejército Nacional, que adelantaban labores de mantenimiento vial en la zona. Según información preliminar, los artefactos fueron instalados y detonados de manera deliberada, justo al paso de los militares. El estallido afectó también a un ciudadano que transitaba cerca del lugar, quien falleció mientras era trasladado a un centro asistencial.

Los cinco uniformados heridos fueron evacuados rápidamente y reciben atención médica. Las autoridades, por su parte, atribuyen este ataque a las disidencias de las FARC, específicamente a la estructura Franco Benavides del Bloque Occidental Jacobo Arenas, al mando de alias Iván Mordisco.

El Ejército Nacional rechazó el hecho, calificándolo como un acto terrorista que atenta contra la vida de quienes trabajan por el desarrollo del país. “Lamentamos profundamente la pérdida de una vida civil en este atentado. Nuestros hombres estaban allí cumpliendo tareas que benefician a las comunidades, y fueron blanco de una acción cobarde”, manifestó un portavoz militar.

Tropas del Ejército ya adelantan operaciones en la zona para dar con los responsables, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en los corredores viales de la región. A pesar de los esfuerzos por recuperar la tranquilidad en Nariño, este nuevo ataque evidencia los desafíos persistentes en materia de orden público.

Las autoridades continúan recopilando información para esclarecer lo ocurrido. La identidad del civil fallecido aún no ha sido confirmada.

 

 

 

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