Capturan en Ocaña a cabecilla financiero del ELN:
llevaba 15 años sembrando terror en El Catatumbo

En una operación conjunta entre la Policía y el Ejército Nacional, fue capturado
Belmar Riobo Pérez, uno de los principales jefes financieros del ELN, señalado
de estar detrás de varios crímenes en la región del Catatumbo. Su arresto se
produjo la mañana del 23 de abril en Ocaña, Norte de Santander, una de las zonas
más golpeadas por la violencia derivada del conflicto armado y el narcotráfico
en la frontera con Venezuela.
Riobo, integrante de la compañía 'Francisco Bossio' del ELN, llevaba más de 15
años en las filas de ese grupo insurgente. Según las autoridades, no solo
manejaba las finanzas de la estructura, sino que también participaba
directamente en acciones armadas contra la Fuerza Pública. Es acusado de
terrorismo, rebelión, concierto para delinquir con fines de extorsión y
homicidio agravado.
La captura se da en el marco de la #OperaciónCatatumbo, que busca frenar el
accionar de los grupos armados organizados que operan en el noreste del país.
Desde el Ministerio de Defensa confirmaron que Riobo estaría vinculado a dos
atentados ocurridos en Ocaña, en los que murieron tres policías, además de estar
implicado en el cobro de extorsiones a comerciantes, transportadores y
empresarios de la región.
El Catatumbo vive una crisis humanitaria profunda. Los constantes
enfrentamientos entre el ELN y la disidencia del Frente 33 de las extintas FARC
han dejado cerca de 100 muertos y más de 60.000 desplazados desde enero. Las
comunidades, muchas veces atrapadas entre el fuego cruzado, viven bajo el miedo
y la incertidumbre, mientras los grupos armados se disputan rutas estratégicas
para el narcotráfico.
En respuesta, el presidente Gustavo Petro decretó el estado de conmoción
interior en la zona, medida que busca recuperar el control territorial y brindar
mayor protección a la población civil. La captura de Riobo representa un golpe
al ELN, pero también evidencia la complejidad de una guerra que, a pesar de los
esfuerzos del Estado, sigue dejando cicatrices profundas en el Catatumbo.
Exmilitares participan por primera vez
en la búsqueda de desaparecidos por ‘falsos positivos’ en el Huila

En un hecho inédito dentro del largo y doloroso camino hacia la verdad del
conflicto armado en Colombia, tres exoficiales del Ejército, responsables de
ejecuciones extrajudiciales conocidas como ‘falsos positivos’, participan esta
semana en labores forenses para buscar a las víctimas de
desaparición forzada. Esta intervención se desarrolla en el Cementerio Central
de Neiva, Huila, y hace parte de las sanciones anticipadas
contempladas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
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Los exmilitares, cuyas identidades
se reservan por razones de seguridad, fueron autorizados por la JEP para
integrarse a la prospección forense junto a la Unidad de Búsqueda de Personas
dadas por Desaparecidas (UBPD), entre el 22 y el 27 de abril. Su presencia en
terreno no es simbólica: están colaborando directamente en la localización de
restos humanos en el conocido Monumento 14, donde reposan al menos 156 bóvedas
con cuerpos no identificados.
Este paso se da tras la audiencia pública realizada en agosto de 2024, en la que
estos mismos comparecientes aceptaron su responsabilidad frente a 174 víctimas y
pidieron perdón. Ahora, como parte de sus obligaciones restaurativas, participan
activamente en la búsqueda de quienes fueron ejecutados y presentados falsamente
como bajas en combate.
El subcaso Huila, que lidera el magistrado Alejandro Ramelli —presidente actual
de la JEP—, agrupa a 74 miembros de la Fuerza Pública implicados en 200
homicidios ilegítimos, de los cuales 32 corresponden a víctimas aún
desaparecidas. Estas acciones hacen parte del caso 03, que investiga el patrón
criminal de los ‘falsos positivos’ en varias regiones del país.
La inclusión de los exmilitares en estos ejercicios forenses fue validada por
las familias de las víctimas, quienes consideran que este tipo de participación
representa un avance en la búsqueda de justicia restaurativa. “No se trata solo
de encontrar huesos, sino de reconstruir historias, de devolverle el nombre a
los desaparecidos y de mirar a las víctimas a los ojos”, dijo una de las
familiares presentes.
Si esta experiencia resulta efectiva, podría replicarse en otros municipios del
Huila como Pitalito y Garzón, donde también se sospecha la existencia de cuerpos
enterrados clandestinamente. Este gesto, aunque tardío, representa un pequeño
pero significativo paso en la reconstrucción del tejido social que la guerra
desgarró durante décadas.
Soldado del Ejército fue asesinado en ataque
armado del Clan del Golfo en Segovia, Antioquia

La violencia no da tregua en el nordeste antioqueño. En la noche del pasado 23
de abril, el soldado profesional Luis Carlos Vargas Gutiérrez perdió la vida
tras ser atacado por presuntos integrantes del Clan del Golfo mientras cumplía
su turno de centinela en el corregimiento La Cruzada, en el municipio de
Segovia.
Vargas Gutiérrez, quien pertenecía al Batallón de Selva N.º 55 de la Brigada 14
del Ejército Nacional, fue impactado por arma de fuego durante una ofensiva
atribuida a la estructura Jorge Iván Arboleda Garcés, una de las alas más
activas y violentas de ese grupo armado organizado. Aunque el soldado fue
trasladado de inmediato al hospital local, no logró sobrevivir a las heridas y
su fallecimiento fue confirmado en la mañana del jueves.
El Ejército Nacional, a través de un comunicado oficial, expresó su dolor por el
asesinato del uniformado y anunció que se ha dispuesto un equipo
interdisciplinario para brindar acompañamiento a sus familiares. “Lamentamos
profundamente la pérdida de nuestro soldado. Su entrega y compromiso con la
seguridad del país no serán olvidados”, señaló la institución.
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En respuesta al ataque, unidades del Ejército ya se encuentran desplegadas en la
zona para avanzar en las investigaciones y dar con el paradero de los
responsables. La Séptima División también ha reforzado la presencia militar en
Segovia, en medio de una ofensiva que se mantiene contra el Clan del Golfo.
El comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides,
rechazó enérgicamente el asesinato y recordó que esta estructura es blanco de
una operación sostenida por parte del Ejército y la Policía Nacional.
“Seguiremos firmes en la lucha contra quienes pretenden sembrar el miedo y la
violencia en nuestras comunidades”, manifestó en su cuenta de X.
Este ataque no es un hecho aislado. En las últimas semanas, se ha intensificado
la violencia contra la Fuerza Pública en varias regiones del país. Durante la
Semana Santa, se registraron al menos seis atentados con explosivos, dejando un
saldo trágico de seis policías, un soldado y cinco civiles muertos. Mientras en
el suroccidente del país operan las disidencias de las FARC, en el norte, el
Clan del Golfo continúa ejecutando su plan pistola como retaliación a las
acciones del Estado.
Cayó en Rionegro alias ‘Boliviano’, narco
requerido por Estados Unidos y vinculado al Clan del Golfo

En medio de un operativo de inteligencia que tomó por sorpresa a muchos, fue
capturado en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro (Antioquia) Carlos
Mario Ramos Polo, conocido con el alias de ‘Boliviano’. El hombre, requerido por
una corte del distrito de Texas por delitos relacionados con el narcotráfico,
llegaba procedente de Punta Cana, República Dominicana, cuando fue interceptado
por las autoridades colombianas.
Alias ‘Boliviano’ era seguido de cerca por las agencias de seguridad tanto en
Colombia como en el exterior. Su nombre figura dentro de una red criminal que,
según las investigaciones, estaría directamente conectada con el Clan del Golfo,
una de las organizaciones criminales más poderosas del país. Su captura
representa un nuevo golpe a la estructura de esta red ilegal, que ha
intensificado su actividad en los últimos años.
No se trata de un hecho aislado. La operación también permitió vincular a
‘Boliviano’ con Óscar Hernando Giraldo Gómez, un presunto narcotraficante que ya
había sido extraditado a Estados Unidos en 2016 y que regresó al país en 2023,
camuflado como empresario. Según información de inteligencia, ambos mantenían
relaciones con alias ‘Chirimoya’, quien fuera el quinto cabecilla del Estado
Mayor del Clan del Golfo y abatido recientemente por la Fuerza Pública.
El director de la Policía Nacional, brigadier general Carlos Fernando Triana
Beltrán, confirmó la captura a través de sus redes sociales y destacó la
importancia de la cooperación internacional en esta operación. “Estamos
afectando de manera estructural el plan expansionista del Clan del Golfo”,
señaló.
La captura de alias ‘Boliviano’ es parte de una ofensiva nacional contra el
multicrimen, que busca no solo detener a cabecillas, sino también desmantelar
las finanzas y los tentáculos internacionales de estas organizaciones. En
palabras de las autoridades, cada captura no solo es un golpe judicial, sino un
paso más para devolverle la tranquilidad a las regiones donde estas estructuras
han sembrado violencia por años.
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