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EL SENDERO DEL DHARMA
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
La Danza de los
Desafíos: el Arte del Aprendizaje
"Cuando llega un desafío a tu
vida, este durará todo el tiempo que dures en tomar consciencia plena (Sammasati)
y agradecer el aprendizaje".
Gongpa Rabsel Rinpoché
En el viaje de la vida, los
desafíos son inevitables. Surgen como olas en el océano, a veces suaves, a veces
turbulentas, amenazando con desestabilizarnos. Sin embargo, desde la perspectiva
del Budhismo Sammasati, estos desafíos no son meros obstáculos, sino
oportunidades sagradas para el despertar.
Sammasati: La Conciencia Plena como Faro
Sammasati, o conciencia plena, es el corazón de la práctica budhista. Es la
capacidad de estar plenamente presente en el momento, observando nuestros
pensamientos, emociones y sensaciones sin juicio. Cuando un desafío llega a
nuestra vida, Sammasati nos permite verlo con claridad, sin distorsiones de
miedo o ansiedad.
El Tiempo del Desafío: Un Reflejo de
Nuestra Conciencia
La duración de un desafío está directamente relacionada con nuestra capacidad de
mantener Sammasati. Cuando nos resistimos al desafío, lo negamos o nos dejamos
consumir por el miedo, lo prolongamos. Pero cuando lo abrazamos con conciencia
plena, comenzamos a ver su verdadero propósito.
El Desafío como Maestro
Cada desafío trae consigo una lección. Puede ser una invitación a desarrollar
paciencia, compasión, sabiduría o fortaleza interior. Al practicar Sammasati,
podemos descubrir estas lecciones ocultas y crecer a partir de ellas.
Gratitud: El Corazón del Aprendizaje
La gratitud es una parte esencial del proceso de aprendizaje. Agradecer el
desafío, incluso en medio de la dificultad, nos permite reconocer su valor. Nos
ayuda a ver que cada experiencia, incluso las dolorosas, tiene el potencial de
transformarnos.
La Liberación a Través de Sammasati
Cuando enfrentamos un desafío con Sammasati y gratitud, comenzamos a liberarnos
de su agarre. Ya no somos víctimas de las circunstancias, sino creadores
conscientes de nuestra realidad. El desafío pierde su poder sobre nosotros y se
convierte en un trampolín hacia una mayor sabiduría y compasión.
En Conclusión: Bailando con los Desafíos
La vida es una danza de desafíos y aprendizajes. Al practicar Sammasati, podemos
aprender a bailar con gracia y sabiduría, transformando cada desafío en una
oportunidad para el despertar. Recordemos siempre agradecer las lecciones que
nos ofrecen, sabiendo que cada paso nos acerca más a la liberación.
Reflexiones Adicionales:
* La impermanencia: El Budhismo
Sammasati enseña que todo es impermanente. Los desafíos, como todo lo demás,
surgirán y pasarán.
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* El sufrimiento: El Budhismo
Sammasati reconoce que el sufrimiento es parte de la vida. Sin embargo, también
ofrece herramientas para liberarnos del sufrimiento innecesario.
* La compasión: Al enfrentar nuestros
propios desafíos con compasión, también desarrollamos compasión por los demás.
Tashi Delek para todos y todas.
José “Pepe” Mujica
Por: Edgar Cabezas
Entre las primeras referencias
que muchos escucharon acerca de Pepe Mujica, fue aquella proferida por el
periodista Jaime Bayly en noviembre de 2009 en el programa de Radio Futura, en
la que se refirió al candidato presidencial del Frente Amplio a quien todas las
encuestas daban por ganador: “es un viejito cascarrabias bastante alcoholizado y
exguerrillero”, y agregó, “por el amor de Dios ¿qué está pasando en el Uruguay?”
Bastó este comentario para despertar y disparar el interés en la figura de un
exguerrillero que podría llegar a ser el presidente del país más pacífico de Sur
América.
Y Pepe Mujica resultó ser un agricultor de hortalizas y flores en un predio de
25 hectáreas en el Campo del Rincón del Cerro en las afueras de Montevideo,
casado con Lucia Topolansky, matrimonio sin hijos, protector de una perra de
tres patas de nombre Manuela, propietario de un tractor y un Volkswagen, sin
cuenta bancaria ni tarjeta de crédito, a quien le pegaron seis tiros y estuvo
preso en solitario durante trece años.
Su acto de posesión como
presidente fue un homenaje a la libertad de la democracia, puesto que hizo un
llamado a la sobriedad de la realización de todos los actos de su gobierno,
argumentando que la democracia no puede estar secuestrada a las fuerzas
militares y de policía, y que por lo tanto suspendía el desfile militar de la
toma de posesión como presidente, e invitaba a los miembros de las fuerzas
militares y de policía y, a la ciudadanía en general, para que festejaran con un
asadito en sus casas a nombre de la libertad.
Argumentó que los escoltas
solo sirven para distanciar a los revolucionarios que han sido gobernantes del
pueblo, donó el 90% de su salario, contribuyó para que la policía pasara al
ministerio del interior como una fuerza civil, legalizó y regularizó la
producción, comercialización y consumo de la marihuana para quitarle el trafico
a las mafias, y les enseñó a todos los políticos del mundo la honestidad
respecto del manejo de los bienes y finanzas públicas.
Fue contundente en señalar que todo lo que un ser humano tiene es tiempo de
vida, por eso, propuso reducir la jornada laboral a seis horas, advirtiendo que
la sociedad de consumo es tan grande que nos dan 6 horas de trabajo y
conseguimos dos empleos y trabajamos más que antes. Por eso, recomendaba vivir
con pocas cosas, en una casa simple y ligero de equipaje para poder hacer lo que
a uno le gusta.
Pepe admiraba el trabajo que en común hacen las hormigas, ya que, con una
división de roles y una comunicación muy eficiente, cada hormiga tiene un papel
específico, y la colonia funciona como un gran equipo. Tal vez por eso, en un
continente de residuos monárquicos y repúblicas feudales en el que aún hay una
gran cantidad de gente pobre, el decidió vivir como un pobre más, para parecerse
a la gente del común, porque uno debe de vivir como piensa, porque de otra
manera, tarde que temprano se terminará pensando cómo se vive.
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Pepe amaba la sobriedad y su
muerte como destino humano se vive sin guayabo, pero con la esperanza de que los
políticos y las gentes del común practiquen su legado.
DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Por: Otoniel Parra Arias
MENDICIDAD AUPADA POR
MAFIAS EN LAS GRANDES CIUDADES
En Bogotá fue detenido y está
en vías de proceso una persona que sometía a su perro inválido y su gato igual
de enfermo a procedimientos prohibidos de mendicidad en vías públicas.
Este es uno de los tantos casos de utilización de mascotas en actividades
delincuenciales y que ahora con la visualización de las leyes que protegen a
estas especies, logran mostrar estos delitos que empiezan igualmente a ser
castigados mediante una legislación actualizada y moderna.
Eso está bien y es un principio sobre otros casos más graves que acontecen
frente a las autoridades mismas en las grandes y medianas ciudades colombianas.
Como la utilización de seres humanos en solicitudes de limosna de parte de los
transeúntes, propiamente en el caso de los indígenas que poco a poco están
abandonando sus resguardos y lugares de residencia tradicionales para adentrarse
en la vorágine de las ciudades convertidos en pequeños ejércitos de menesterosos
que imploran la caridad pública.
En el caso de Medellín, ciudad invadida por estas personas que presionan a los
conductores por ayudas monetarias para saciar sus necesidades y quienes al
pernoctar en andenes y demás espacios públicos contribuyen al delicado problema
de los cientos de sin techo que difícilmente las autoridades tratan de
controlar.
En alguna oportunidad cuando tenía mi periódico en papel ALFANOTICIAS, me decidí
a hacerle un seguimiento fotográfico a uno de estos grupillos integrado por
mujeres en embarazo, ancianos y niños menores de edad para saber hacia donde se
dirigían al terminar la jornada diaria de mendicidad, encontrándome con la
sorpresa que eran albergados por individuos que los albergaban en cuarteles
improvisados bajo el pago obligado de gran parte de las monedas recibidas de las
personas caritativas en sumas importantes, dándoles una mínima porción y
devolviéndolos a la calle a continuar su labor mendicante.
Esta es la realidad de la
mendicidad en Colombia en gran parte y por ello las campañas para no dar
limosnas y confiar en entidades oficiales que manejan programas verdaderos de
protección salubrista y social debe apoyarse; por lo demás como en el caso de
las mafias indígenas que aprovechan los llamados del gobierno nacional y son
transportados desde sus lugares de origen hacia el corazón de las ciudades con
el fin de aumentar la presión social y política de la actual Colombia bajo
consignas pagas, debe finalizar, máxime si tenemos en cuenta las millonadas de
pesos que el gobierno invierte diariamente en estos resguardos buscando el apoyo
a sus programas presentados a la opinión pública.
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