Gobernación de Risaralda cierra vía
Cachipay–Balboa tras pérdida total de banca

Un nuevo
golpe a la infraestructura vial en el suroeste de Risaralda obligó a
las autoridades departamentales a tomar medidas drásticas. La
Gobernación, mediante la Resolución 023 del 7 de mayo de 2025,
ordenó el cierre total de la vía que conecta a Cachipay con Balboa,
específicamente en el sector conocido como La Quiebra, debido a la
pérdida total de la banca.
La emergencia se presentó ese mismo día, afectando seriamente la
movilidad de los habitantes de Balboa y también de La Celia, quienes
ahora deben recurrir a rutas alternas. En un recorrido por la zona,
el gobernador Juan Diego Patiño Ochoa hizo un llamado urgente a la
comunidad: “Este sector no es transitable, necesitamos proteger la
vida de quienes viven aquí”.
El terreno continúa cediendo, según han confirmado las visitas
técnicas de la Secretaría de Infraestructura, por lo que se insiste
a los habitantes abstenerse de transitar, ya sea en vehículo, moto o
a pie. Jorge Hernando Cote Ante, secretario de Infraestructura,
explicó que una falla geológica atraviesa esta parte de la vía y que
ya se trabaja con geotecnistas para diseñar una intervención
adecuada.
Mientras tanto, la alternativa más segura para los balboenses es la
vía Cruces–Tambores, que está siendo reforzada con maquinaria
amarilla para garantizar su buen estado y uso continuo. “Estamos
haciendo mantenimiento permanente para que esta ruta siga siendo
transitable, mientras se define una solución de fondo en La
Quiebra”, aseguró Cote.
La comunidad espera una pronta solución, mientras la Gobernación
mantiene vigilancia constante en el área afectada para evitar
incidentes. La situación recuerda la fragilidad de la red vial en
zonas geológicamente inestables y la necesidad de planes preventivos
más robustos.
Gobernador Juan Diego Patiño impulsa
transformación social en Risaralda con Obras por Impuestos

Con el
firme propósito de reducir las brechas sociales y promover el
desarrollo en zonas históricamente golpeadas por el conflicto
armado, el gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, lideró
la Segunda Mesa Departamental de Obras por Impuestos, un encuentro
clave para dinamizar este mecanismo en el departamento.
La
reunión se llevó a cabo en el despacho del mandatario y contó con la
participación de los alcaldes de los municipios ZOMAC (Zonas Más
Afectadas por el Conflicto
|
|
Armado),
representantes del sector empresarial y delegados de la Agencia de Renovación
del Territorio (ART), quienes escucharon de primera mano las necesidades más
urgentes de Balboa, Mistrató, Quinchía y Pueblo Rico.
“Es fundamental que avancemos con mesas técnicas sectoriales urgentes.
Necesitamos acelerar los procesos para que estos proyectos se concreten y
comiencen a beneficiar directamente a nuestras comunidades”, expresó Patiño
Ochoa, quien ha hecho de este mecanismo una de las prioridades de su
administración.
En la jornada, los mandatarios locales expusieron proyectos enfocados en
infraestructura vial, educativa y salud, buscando atraer a empresas dispuestas a
financiar estas obras mediante el pago anticipado del impuesto de renta. La
secretaria de Planeación de Quinchía, Eliana Echeverry, destacó cómo esta
herramienta ha transformado su municipio: “Ya hemos ejecutado más de seis
proyectos y vamos por más. El respaldo de la Gobernación ha sido clave”.
Sin embargo, el gobernador fue enfático en señalar que sin el apoyo decidido del
Gobierno Nacional y la ART, muchos de estos proyectos corren el riesgo de
estancarse por falta de validaciones técnicas.
El espacio también sirvió para afinar estrategias y consolidar nuevas alianzas
público-privadas. La Gobernación continuará prestando asistencia técnica a las
alcaldías para estructurar iniciativas sólidas que puedan convertirse en
realidades tangibles. El compromiso es claro: llevar desarrollo a donde más se
necesita.
En el Quindío finaliza la amenaza de La Niña, pero
persisten alertas por deslizamientos

Después de varios
meses marcados por intensas lluvias y emergencias en la zona cordillerana, la
autoridad ambiental del Quindío anunció que las condiciones climáticas asociadas
al fenómeno de La Niña han llegado a su fin. Aunque se esperaba su
consolidación, finalmente este fenómeno no alcanzó a desarrollarse por completo
en el país.
Jorge Augusto Llano, profesional de la Subdirección de Gestión Ambiental de la
Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), explicó que La Niña permaneció
en una etapa de “maduración”, sin llegar a cumplir con los parámetros necesarios
para que el IDEAM la declarara oficialmente activa. “Nunca se consolidó. Las
mediciones de temperatura del Océano Pacífico no alcanzaron los niveles
requeridos, y eso impidió que se estableciera el fenómeno”, señaló.
En Colombia, La Niña se caracteriza por un aumento significativo en las lluvias
y una disminución de las temperaturas. Sin embargo, en este caso, el
enfriamiento del océano fue insuficiente para alterar de manera contundente el
régimen de vientos y otros factores atmosféricos clave. “Hoy ya hablamos de una
condición neutral”, añadió Llano, quien coincide con las proyecciones del IDEAM.
Pese a este anuncio,
desde la oficina de Gestión del Riesgo del departamento hicieron un llamado
urgente a la prevención. Las lluvias han sido constantes durante el año y han
dejado afectaciones importantes
|
|
en varios
municipios. Por ello, las autoridades recomiendan revisar techos, limpiar
canales de aguas lluvias y sembrar especies vegetales que ayuden a estabilizar
los suelos, especialmente en zonas de ladera.
En términos de riesgo, el panorama sigue siendo delicado: Salento y Calarcá se
mantienen en alerta roja por deslizamientos, mientras que Circasia, Filandia,
Génova y Pijao se encuentran en alerta naranja.
Aunque la amenaza climática inmediata ha disminuido, las secuelas de una
temporada inusualmente lluviosa siguen latentes. Las autoridades insisten en que
la prevención sigue siendo la mejor herramienta para proteger vidas y bienes en
un departamento que conoce bien la fragilidad de su geografía montañosa.
Alcaldías de Sabaneta, Caldas y La Estrella
preparan acción legal para exigir obras en la Variante Caldas

Cansados de la falta
de respuestas y con la preocupación latente por una posible tragedia, los
alcaldes de Sabaneta, Caldas y La Estrella anunciaron que avanzan en la
estructuración de una acción popular para obligar a la Agencia Nacional de
Infraestructura (ANI) y al concesionario Covipacífico a ejecutar obras
definitivas en los puntos críticos de la Variante, especialmente en el sector
Las Chachas.
La situación no es nueva. Desde hace más de un año, autoridades locales han
alertado sobre el riesgo de deslizamientos en este corredor vial que conecta al
Valle de Aburrá con el Suroeste antioqueño. A pesar de los múltiples oficios
enviados y los llamados reiterados, no se han iniciado las obras de mitigación
necesarias.
El alcalde de Sabaneta, Santiago Montoya, recalcó que uno de los puntos más
críticos se encuentra en su municipio, donde un derrumbe amenaza la seguridad de
residentes, transeúntes y comercios. “No es suficiente con visitas técnicas y
promesas. Necesitamos acciones concretas antes de que ocurra una tragedia”,
expresó.
Por su parte, el alcalde de Caldas, Jorge Mario Rendón, fue enfático en que el
problema no solo se da con las lluvias. “En verano también se presentan
desprendimientos de rocas. Esto no se resuelve con más estudios, se resuelve con
obras y presupuesto”, sostuvo.
Aunque este jueves se espera una visita técnica por parte de la ANI y
Covipacífico, y un posterior informe con cronogramas de intervención, los tres
mandatarios no bajan la guardia. Consideran que solo un documento con
compromisos claros podrá darles algo de tranquilidad.
Mientras tanto, las secretarías de Movilidad de los tres municipios estudian un
posible cierre preventivo del corredor vial para evitar tragedias mayores.
Además, equipos psicosociales permanecen en la zona con recomendaciones de
evacuación preventiva a las familias y establecimientos más cercanos al área de
riesgo.
La tensión crece, y lo que está en juego no es solo la movilidad entre
municipios, sino la vida de cientos de personas que a diario transitan por este
corredor cada vez más frágil.
|