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Edición Nº 12.448-28 - 03-1-2013                                                                                                                                                                                El Imparcial 

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CIENCIA Y TECNOLOGÍA

 

La chimpancé que ayudó a hablar por primera vez a un niño autista

 

 

Es común que los niños con autismo no comiencen a hablar hasta pasados varios años tras su nacimiento. En una ocasión, un grupo de chicos con esta enfermedad visitó a Gina, una hembra de chimpancé que vive en el Zoo de Sevilla, a la que ya dedicamos un blog anterior debido a su sorprendente afición a ver ciertos programas de televisión. Los padres estaban acompañando a sus hijos cuando pasado un buen rato llegó la hora de marcharse. Los chicos comenzaron a recoger, pero Gina y uno de los niños autistas se quedaron inmóviles, pegados contra el cristal sin dejar de mirarse fijamente el uno al otro.
El padre le intento apresurar:"¡Vamos, ya es hora de irnos!" Fue entonces cuando se produjo un hecho asombroso. El niño, que nunca había pronunciado palabra, giró la cabeza y le dijo al padre: "quiero quedarme un rato más papá...".
En aquel instante, se erizaron los pelos de emoción a todos los asistentes y su padre comenzó a llorar de emoción.
Hasta entonces nadie sabía cómo era su voz.
Esta semana se ha publicado en la revista 'Plos ONE' una investigación cuyos resultados demuestran que los niños con autismo mejoran sus interacciones sociales con otros compañeros cuando estos están en contacto con conejillos de
indias (cobayas) frente a los datos obtenidos cuando solo tenían juguetes.
Otros estudio publicado en el 'Journal of Psychoneuroendocrinology' en 2010 también concluía que los perros ayudaban a estos niños a sentirse mejor, ya que se relajaban más a la hora de expresar sus sentimientos y necesidades.
Esto es fundamental para que se socialicen con su entorno familiar y de amistades, además de desarrollar habilidades psicomotrices. Los niveles de cortisona en saliva -una hormona asociada al estrés-, se medían antes y después de la interacción con los perros. Los resultados ponían de manifiesto que los niveles de esta hormona descendían enormemente gracias a la presencia de los canes.
¿Pero por qué sucede esta increíble conexión entre los animales y las personas con autismo? La profesora de conducta animal de la Universidad Estatal de Colorado, la doctora Temple Grandin, sufre de síndrome de Asperger, que es una variante de autismo. Al igual que otras personas con este diagnóstico, Grandin mantiene relaciones estrechas y afectuosas con los animales.
Sus investigaciones han provocado en el pasado cambios drásticos en algunas granjas y mataderos de Estados Unidos para convertirlos en lugares un poco menos aterradores. Ella misma probó algunos de los mecanismos que se utilizan con el ganado para comprobar qué sentían los animales. Los detalles que los que es capaz de percibir nos ayudan a desvelar algunas claves del por qué de esta habilidad para conectar con otros seres vivos.
Grandin sostiene que al igual que los autistas, los animales tienen emociones sin contradicciones, lo cual genera una comunicación sin interferencias. Los animales no son capaces de usar metáforas o dobles sentidos que los humanos solemos crear mediante el lenguaje. Estos son difíciles de interpretar para las personas con esta problemática. Es sabido que en algunos casos los niños autistas toman de manera literal expresiones que son inofensivas para el resto,
como por ejemplo "te voy a comer", las cuales les aterra hasta que aprenden que no se trata de algo real.Debido a que su memoria se basa en fotografías, el pensamiento mediante imágenes le permite percibir detalles que aterrorizan o agradan a los animales, como sombras, refugios, pasadizos, reflejos metálicos o instalaciones oscuras.
Esta manera de percibir la realidad de algunos autistas les sirven de puente para conectar con un mundo de criaturas de cuatro patas los cuales proporcionan confianza y seguridad.
Pero los efectos beneficiosos de los animales sobre las personas no se restringen al autismo. Del mismo modo, ya se ha probado en numerosas ocasiones que la presencia de animales provoca grandes mejoras en casos de depresión, baja autoestima o fobia social.
En la actualidad también se están llevando a cabo innovadoras investigaciones basadas en habilidades animales que hasta ahora desconocíamos, como por ejemplo el diagnóstico del cáncer. Existen perros entrenados para diagnosticar casos de cáncer mediante el olfato, siendo la eficacia sobre el 90%, incluso en fases precoces que sólo un escáner podría detectar. También son excelentes en la anticipación de ataques epilépticos e hipoglucémicos, avisando de antes de que ocurran. En la misma línea, se están entrenando a monos capuchinos para asistir a personas con parálisis total, para los cuales son capaces de calentar comida, cambiar de cd o servir un vaso de agua.
Llevamos millones de años conviviendo con animales de todo tipo. La vida humana hubiera sido imposible en muchas latitudes sin la cooperación de especies como el lobo o el camello. La capacidad de conectar con otros animales, como por ejemplo perros, gatos, grandes simios e incluso delfines abre en este siglo infinitas posibilidades para los humanos. Es por esta razón que se están entrenando a debemos un especial respeto al resto de animales con los que compartimos el planeta Tierra.Estamos en deuda con ellos y eso debería implicar ciertos cambios en nuestra manera de tratarlos. Proporcionan satisfacción, ayudan en enfermedades graves y hacen un poco más felices a personas con y sin problemas. Como declaró la propia Grandin en más de una ocasión: "el autismo hizo que la escuela y la vida social fueran difíciles, pero los animales facilitaban mucho las cosas".

 

Un mono en EE.UU. manipula robots a distancia solo con la fuerza del pensamiento

 


La fuerza mental de una pequeña mona de la Universidad Duke (Carolina del Norte, EE.UU.) es suficiente para poner en movimiento mecanismos robóticos y virtuales. Y no lo hace con sus manos, sino solo con su pensamiento. Tardó diez años en aprenderlo.
Hace una década el neurofisiólogo Miguel Nicolelis enseñó a Aurora cómo divertirse con un videojuego usando un joystick. Mientras se ocupaba en eso, atada a una silla, unos dispositivos especiales registraban las señales
enviadas por su cerebro a su brazo izquierdo con las instrucciones para manejarlo.
Las señales fueron procesadas por una computadora, para que luego se pudiera reconocer también las instrucciones que Aurora enviaría a un brazo robótico. Y en la siguiente etapa del experimento la mona tenía sus brazos libres, pero la pantalla delante de ella le ofrecía una buena oportunidad para activar su ‘sexto sentido’. En ausencia del joystick poco a poco empezó a mover una extremidad virtual que veía en la pantalla y jugar con su ayuda.
“El modelo de sí misma que Aurora tenía en su mente se expandió para obtener un brazo más”, comentó Nicolelis en una conferencia transmitida por el portal científico ted.com. La mona, afirmó, no perdió el uso de sus otros dos brazos, que podía seguir empleando para rascarse o tomar zumo.

Pero la cima del experimento era capacitar al animal hasta un grado cuando pudiera poner en movimiento un robot bípedo entero. Y eso también se logró, aunque no se evitó que aplicara esfuerzos físicos. Para que la mona pudiera concentrarse en los movimientos del humanoide metálico que veía frente a sus ojos a través de una pantalla, resultó necesario que ella misma corriera sobre una máquina trotadora.
Cabe destacar que el robot se encontraba en esos momentos a muchos miles de kilómetros de distancia del animal: en la Universidad de Kyoto, Japón. Los científicos de allí habían logrado ensamblarlo para que fuera lo bastante
susceptible para procesar las instrucciones que recibía del cerebro de un mono y lo bastante equilibrado para no caerse por los movimientos bruscos del pensamiento.

 

La metodología lúdica permite a los ingenieros industriales aprender jugando.
 


Agencia de Noticias UN – La aplicación de una metodología lúdica permite a los ingenieros aprender jugando en áreas como manejo de personal, materiales, compras, producción, investigación de operaciones, entre otras.
Docentes, directivos y estudiantes de Ingeniería Industrial de la sede de Manizales, participaron en la capacitación para integrar, adaptar y utilizar en todos los semestres, el potencial que tiene el juego para la transmisión y apropiación eficiente de los conocimientos de la carrera.
“La metodología permite la aprehensión de saberes y conceptos diversos de la Ingeniería Industrial, enriquece la participación y la creatividad con que pueden asumirse los procesos cognitivos. Además, es una forma muy práctica para experimentar, aprender y comprender la realidad de las empresas”, indicó Orfa Lucía Torres Jiménez, docente del Programa.
Vivir el juego es el medio para aprender haciendo, ya que la lúdica propicia una dinámica que facilita los escenarios para la aplicación de diversos contenidos, pues ésta es una carrera integradora de diferentes áreas, como la organización, planeación, control de calidad, control de procesos, gestión, estadística, toma de decisiones, entre otras.
“A través de la manipulación de fichas de lego y de otro tipo de elementos, podemos aplicar los conocimientos simulando un entorno industrial de forma fácil, retomarlos desde su aprehensión con la lúdica y llevarlos más eficientemente a la implementación en la vida real”, manifestó Leonardo Gaviria Hincapié, especialista en Dirección
de Producción y Operaciones.
Con la ejecución de esta propuesta, desarrollada por el Grupo GEIO de la Universidad Tecnológica de Pereira, la UN busca efectuar innovaciones que se adapten a las líneas de investigación propias del programa y a los temas de interés que plantean los estudiantes, de acuerdo a las necesidades y a los cambios del medio.
“Otro de los elementos valiosos es el trabajo en grupo, por lo cual participamos estudiantes de pregrado, posgrado y docentes, y esto contribuye a generar debates que se complementan desde diferentes perspectivas, e igualmente obtenemos gran cantidad de ideas para analizar y mejorar los procesos de nuestro quehacer”, afirmó Carolina Hidalgo Restrepo, estudiante de pregrado.


Abejas silvestres mejoran los cafetales

 

Una investigación desarrollada por entomólogos de la UN demostró que si las abejas silvestres polinizaran las plantas de café aumentaría la calidad de los granos y, de paso, optimizaría los cultivos.
Una de las características de las variedades de café que se producen en Colombia es que tienen la capacidad de autopolinizarse. Esto significa que no necesitan que un agente externo fecunde los óvulos de la flor para producir semillas y frutos.
“Por esta razón, se le ha dado poca importancia a la función que tiene la polinización cruzada por abejas en la producción y calidad de frutos de café, pues no existe ningún trabajo sobre el efecto de los polinizadores sobre estas características”, afirma Alexánder Jaramillo Delgado, entomólogo de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín.
En su tesis de grado, el magíster investigó el impacto que tienen las abejas silvestres en el cultivo, en aspectos como el número de granos por planta y el peso y aroma de las semillas. Estas características, según los resultados obtenidos, mejoran gracias a la polinización cruzada, que ocurre cuando el polen es llevado por el viento, los insectos o las aves a otras flores de la misma especie.
Según el profesor Óscar Efraín Ortega, director de la investigación, se estudió la acción de estos animales en tres sistemas: libre exposición (aire libre), libre exposición cerca de fragmentos de bosque y sombra.
También se comparó la autopolinización (aislamiento de las flores de los insectos) con la emasculación abierta (retiro de los estambres de la flor para evitar la autopolinización), la emasculación cerrada (sin estambres ni polinizadores) y la libre exposición (con visita de polinizadores). Los entomólogos hallaron que, al retirar los estambres –órganos masculinos de la flor que producen el polen –, se registraron los menores porcentajes de pérdida de grano. Esto significa que una mayor cantidad de frutos llegan a la madurez.
Lo anterior es indicador de que la planta responde mejor a la polinización cuando intervienen las abejas silvestres.

Asimismo, sus semillas y frutos presentan un mayor peso promedio. Por ejemplo, el diámetro de la baya es más grande con la polinización abierta: alcanza los 1,6033 centímetros. En cambio, con la autopolinización (la forma habitual de fecundación en los cafetales) alcanza un tamaño medio de 1,3344 cm.

 


Igualmente, mejoran las propiedades de las semillas una vez secas, lo que favorece una mayor producción en términos de peso seco de los granos y en número de frutos.
Además, se observa una mayor concentración de azúcares, o grados brix, en frutos provenientes de este tratamiento. “Lo anterior puede mejorar el sabor y el aroma de los granos de café”, asevera el profesor Ortega.
En cuanto a los rendimientos de los cafetos, se estima que el tratamiento de emasculación abierta alcanzó un 92,33%, en el caso del cultivo estudiado en el municipio de Ciudad Bolívar, y de 93,47%, en el de Venecia. Esto significa un mayor éxito en términos de productividad.
El experto asegura que, por otra parte, es evidente el papel que tienen los cultivos de café en la conservación de las abejas silvestres de la región, como lo demuestra la alta diversidad de estos insectos asociados a los cafetos.
En total, se recolectaron 750 abejas de las familias Apidae, Halictidae y Megachilidae, que representan a tres de las cinco familias reportadas para Colombia, las cuales están distribuidas en 47 especies de 17 géneros, para el municipio antioqueño de Ciudad Bolívar, y en 50 especies de 20 géneros, para el de Venecia.
En las dos poblaciones, la riqueza y abundancia fueron mayores en los sistemas al aire libre. Los principales visitantes de las flores de café fueron los géneros Augochlorella, Apis, Trigona y Lasioglossum.
Estos datos demuestran el papel fundamental que juegan las abejas silvestres en la calidad del café y respaldan científicamente a aquellos caficultores que han decidido instalar colmenas artificiales cerca de las plantaciones.
En un país de tradición cafetera como Colombia esta clase de hallazgos permitirán crear nuevas prácticas para optimizar la producción.
En la actualidad, el café representa el 4% del producto interno bruto del país. La predicción de la Federación Nacional de Cafeteros, a finales del año 2012, era que la producción alcanzaría los 9 millones de sacos (un poco por encima del promedio de años anteriores, que fue de 8 millones), por efectos del clima y quebrantos de salud de los cafetales. Para incrementar esas cifras se requieren nuevos conocimientos y estrategias.
La polinización abierta podría ser una de ellas. Estudios recientes en países como Panamá, Costa Rica, Ecuador e Indonesia reportan aumentos significativos de la cantidad y la calidad de los frutos producidos gracias a esta bella relación natural entre abejas y plantas.

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