La mayoría de los
médicos admite haber dado placebo alguna vez a sus pacientes
El placebo se puede administrar en
formato cápsulas
Un estudio con 783 médicos de Reino Unido ha revelado que el 97% ha
admitido haber dado al menos una vez algún tipo de placebo a sus
pacientes, bien por petición del propio paciente bien por iniciativa
propia para tratar de tranquilizarle, según los resultados publicados en
'PLoS One'.
Los investigadores han distinguido entre placebos "puros", que son
tratamientos como pastillas de azúcar o inyecciones salinas que no
contienen ingredientes activos, e impuros. Estos últimos son
tratamientos no demostrados, como el uso de antibióticos cuando se
sospecha de infección viral o pruebas que no son esenciales y análisis
de sangre realizados para calmar al paciente.
"Potencialmente, el placebo puede ayudar a la gente si se usa con ética.
Pero también pueden generar costos si se usa inapropiadamente", ha
explicado a la BBC Jeremy Howick, de la Universidad de Oxford (Reino
Unido) y coautor de la investigación, que ha destacado que su uso es
"muy común a pesar de que es considerado antiético".
En concreto, el estudio indica que el 66% considera que el placebo puro
es éticamente aceptado bajo ciertas circunstancias. Los placebos impuros
tienen más aceptación, pues el 84% de los doctores los consideraron
aceptable.
"En mi opinión, el estigma que acompaña al uso del placebo es
irracional, y se deberían hacer más investigaciones para desarrollar
placebos éticos y rentables", señaló George Lewith, de la Universidad de
Southampton, también coautor del estudio.
Sin embargo, más del 90% de los médicos rechazó su uso si ello daña la
confianza medico-paciente y más del 80% se mostró en contra de su uso si
ello implica engañar al paciente.
Este experto ha defendido que otros trabajos realizados por la
Universidad de Southampton han demostrado que los placebos "pueden
ayudar a mucha gente y ser efectivos mucho tiempo después de su
administración". "El efecto placebo funciona liberando los analgésicos
naturales de nuestro cuerpo", sostiene.
El profesor Howick, por su parte, no lo considera antiético siempre y
cuando no se mienta al paciente. "En algunos casos, administrar placebo
involucra engañar al paciente, como cuando el doctor le dice que le está
dando un medicamento y en vez le suministra una solución salina. Pero en
otros casos es cuestión de ofrecer sugerencias positivas", explicó.
Además, también justifica el tratamiento con placebo cuando el paciente
ya ha probado otras opciones farmacológicas y éstas o bien no funcionan
o tienen serios efectos secundarios. "En estos casos que sabemos que el
placebo puede funcionar y lo damos en una forma ética, informando al
paciente, podría ser beneficioso".
No está prohibido
En el Reino Unido, el Consejo Médico General (GMC, por sus siglas en
inglés) es ambiguo respecto al uso de placebo ya que no lo discute
explícitamente y tampoco lo prohíbe.
Este organismo tiene una recomendación para que los doctores sean
siempre honestos con sus pacientes y le expliquen qué es lo que están
recetando. Al mismo tiempo, aconseja responder las preguntas del
paciente honesta y completamente.
"El GMC mantiene silencio respecto a placebos", declara Howick, quien
deja claro que "los doctores 'no deben retener información' de los
pacientes (...) Debido a que algunas formas de utilización de placebo
podría involucrar la sugerencia de que el placebo es un tratamiento
'real', con frecuencia los médicos interpretan la visión del GMC como
una prohibición de los placebos".
Recuperan los motores de la misión Apolo 11
Uno de los motores del Apolo 11
semienterrado en el fondo del mar
El fundador de Amazon, Jeff
Bezos, asegura que ha recuperado los motores del cohete de la misión
Apolo 11, cuyo impulso ayudó al astronauta Neil Armstrong y a su equipo
a alcanzar la Luna en 1969. Estos se encontraban en el fondo del
Atlántico desde hace más de 40 años.
"Hemos encontrado muchas cosas", explica en un mensaje publicado en su
blog. "Hemos encontramos una joya submarina, una increíble escultura
ajardinada de los motores F-1 retorcidos que cuentan la historia de un
final intenso y violento, que sirve como testamento al programa Apolo",
escribe.
Bezos explica que muchos de los números de serie del motor original han
desaparecido debido a la erosión, pero que su equipo intentaría
restaurarlos.
Uno de los motores ya en la
superficie
"Los objetos en sí son
hermosos", añade. "Hemos fotografiado muchos objetos hermosos in situ, y
se han recuperado numerosas piezas importantes".
Según explica el multimillonario, su equipo tiene suficientes
componentes para exponer dos motores de la misión Apolo 11 y la
restauración prevendrá la futura corrosión. "Queremos que el 'hardware'
cuente su propia historia, incluyendo el regreso a la atmósfera de 5.000
millas por hora (más de 8000 km/h) y el consecuente impacto con la
superficie del océano", continúa Jeff Bezos.
Los motores fueron encontrados en el océano gracias a la utilización de
un sónar a 4.267 metros de profundidad. Al anunciar el comienzo de la
misión de recuperación, Bezos explicó que aunque estaba financiada con
fondos privados, los motores seguiría perteneciendo a la NASA.
Un niño que come mal también
tiene un nivel de atención bajo
Los niños de 4 y 6 años que no comen bien, también llamados 'mal
comedores', tienen un nivel de atención más bajo que los que comen de
forma saludable. Más de la mitad de los niños de cinco y seis años que
no comen bien alcanzaron los niveles de atención más bajos. Un hecho que
podría necesitar intervención psicológica.
Son algunas de las conclusiones de un estudio con 1.101 niños de tres a
seis años de siete colegios de Madrid, coordinado por el jefe de la
unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil del Hospital Miguel
Servet de Zaragoza, Luis Ros, que publica The Open Nutrition Journal.
"La evidencia científica vincula la malnutrición a un déficit del
desarrollo cognitivo. Incluso en niños de países desarrollados existe
una relación entre los malos hábitos alimentarios y un rendimiento
escolar pobre", comentado Ros.
Para el estudio, los niños fueron clasificados en dos grupos: los
considerados 'mal comedores' y los que comían de manera saludable. Los
primeros fueron definidos como aquellos que ingerían menos de un 65% de
las cantidades diarias recomendadas de entre 4 y 6 grupos de alimentos.
Los grupos eran carnes (que incluye huevos y pescado), verduras, frutas,
lácteos, carbohidratos y legumbres.
En este sentido, una de las principales conclusiones del estudio es que
las diferencias en cuanto al nivel de atención de los dos grupos de
niños aumentan en los grupos de mayor edad. En los niños menores de
cuatro años las diferencias son casi imperceptibles. Entre los 4 y los 6
años de edad se aprecia una tendencia a que un mayor número de niños que
no comen bien haya puntuado más bajo en los niveles de atención
establecidos. Esta tendencia se ha visto aumentada en más de un 50% en
el grupo de niños 'mal comedores' de entre 5 y 6 años.
Los niños que han puntuado más bajo en estos niveles de atención habían
ingerido cantidades significativamente más bajas de alimentos del grupo
de los lácteos y del grupo del pescado, la carne y los huevos que los
niños que han puntuado más alto en los niveles de atención.
Niños demasiado quisquillosos
El estudio ofrece además información sobre las diferencias entre los
hábitos alimenticios de los niños 'mal comedores' y los de los niños que
comen de manera saludable. Los primeros son, según los expertos,
quisquillosos con la comida, no disfrutan probando nuevos alimentos, y
es probable que los rechacen y que decidan que no les gustan sin
haberlos probado siquiera; prefieren beber a comer; y se sienten llenos
rápidamente.
Los especialistas advierten que los malos hábitos alimenticios pueden
traer consecuencias tanto a corto como a largo plazo. En concreto, a
corto plazo pueden producirse deficiencias nutricionales, como niveles
bajos de energía y proteínas o micronutrientes; ingesta de frutas,
verduras y carnes inferiores a las recomendadas; o menos vitaminas y
minerales de los recomendados.
Además puede producirse un menor crecimiento, dado que algunas
investigaciones demuestran que los niños 'mal comedores' tienen una
estatura más baja y un menor peso corporal.
Asimismo, una "posible" consecuencia a largo plazo de la conducta 'mal
comedora' es un menor rendimiento cognitivo como, por ejemplo,
dificultades para realizar pruebas que requieran atención, dificultades
de memoria, percepción visual, comprensión verbal y otros importantes
procesos cognitivos.
Por último, el estudio ha mostrado que existe una estrecha relación
entre los malos hábitos alimentarios de los niños y el estrés de la
familia a la hora de las comidas. Y es que, unos niveles altos de
irritabilidad en los padres pueden tener consecuencias negativas a largo
plazo en el comportamiento de los niños ya que podrían empeorar sus
hábitos alimentarios en el futuro. |
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El mapa más completo de los orígenes y la evolución del Universo
La imagen muestra el fondo cósmico de
microonda visto por Planck.| ESA
¿Cómo era el Universo cuando se formó? Con la misión de averiguarlo la
nave espacial Planck despegó el 14 de mayo de 2009. Casi cuatro años
después la sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha permitido
elaborar el mapa más detallado obtenido hasta ahora del Fondo Cósmico de
Microondas (CMB, Cosmic Microwave Background, en inglés), que este
jueves ha sido presentado en París en medio de una gran expectación. La
ESA ha retransmitido en directo la rueda de prensa a través de su web y
de su cuenta de Twitter.
La detallada imagen de Planck se basa en los datos que la sonda de la
ESA envió durante sus primeros 15 meses y medio de misión y ha revelado
características que difieren de lo que recoge el modelo cosmológico
estándar. El mapa muestra la radiación del fondo cósmico más antigua del
Universo, cuando éste 'sólo' tenía unos 380.000 años. En 2010 la sonda
europea ofreció su primera imagen a cielo completo.
Retrato de la infancia del Universo
Según han explicado los científicos responsables del análisis de datos,
Planck ha permitido averiguar que la estimación sobre la edad del
Universo se había quedado un poco corta. Sus nuevos cálculos apuntan a
que se originó hace 13.810 millones de años y no 13.700 millones de años
como se creía.
El acto de presentación de los resultados ha estado presidido por
Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA, que ha subrayado "la
extraordinaria calidad de este retrato de la infancia del Universo".
"Nos permite ir retirando capas hasta llegar a observar directamente sus
cimientos, demostrando que nuestro mapa del cosmos dista mucho de estar
completo. Estos descubrimientos han sido posibles gracias a la
tecnología desarrollada específicamente para esta misión por la
industria europea", afirmó Dordain.
Participación española
Alcatel Alenia Space (Francia) fue el contratista principal que
construyó el satélite Planck. El Centro Espacial Nacional de Dinamarca y
ESA proporcionaron los espejos del telescopio Planck que fueron
fabricados en Alemania por EADS Astrium. Por su parte, España participó
en el consorcio internacional que diseñó y construyó los instrumentos
LFP y HFI de la sonda.
Científicos españoles del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) han participado en esta misión de la ESA. Un equipo
del Instituto de Física de Cantabria (centro mixto del CSIC y de la
Universidad de Cantabria) liderado por Enrique Martínez obtuvo el mapa
de la radiación del fondo cósmico de microondasa través de un método que
discrimina las emisiones contaminantes procedentes de otras fuentes.
Según destaca la NASA, los datos ofrecidos por Planck aumentan la
proporción de materia ordinaria del 4,6% al 4,9% y la de materia oscura
del 22,7% al 26,8%. Por tanto, la energía oscura se reduce del 71,4% al
68,3%.
Los fósiles del Universo
Poco después del Big Bang, el Universo, que en sus orígenes era más
caliente y denso que en la actualidad, sufrió un proceso de enfriamiento
y expansión que continúa. Sin embargo, quedan muchas cuestiones por
esclarecer, como qué fue lo que desencadenó el nacimiento del Universo o
cómo evolucionará en el futuro.
La ESA considera a Planck una auténtica máquina del tiempo, pues es
capaz de investigar lo que ocurrió tras el Big Bang. En concreto,
estudia los restos de radiación que llenó el Universo tras esa gran
explosión. Esta radiación equivaldría a los fósiles del Universo.
Según explica la Agencia Espacial Europea, en el cielo hay diferencias
de temperaturas entre las distintas regiones que se conocen como
anisotropías y que son como las huellas dejadas en el Fondo Cósmico de
Microondas (CMB) por las primeras semillas que dieron lugar a las
enormes concentraciones de materia actuales. Hay áreas más calientes y
otras más frías y estas fluctuaciones son las que permiten a los
investigadores investigar cómo evolucionó la estructura del Universo.
Planck ha permitido realizar el mejor mapa disponible de esas
diferencias de temperatura. Uno de los resultados más sorprendentes,
explica la ESA, es que las fluctuaciones en las temperaturas del CMB no
concuerdan con lo que había predicho el módelo estandard.
El satélite Planck, que fue bautizado con ese nombre en homenaje al
Nobel de Física alemán Max Planck (1858-1947), está completando la
investigación iniciada por dos misiones estadounidenses, COBE (Cosmic
Background Explorer) y WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe). Se
espera que los resultados completos de la misión, que sigue en marcha,
se conozcan el año próximo.
La terapia génica logra la
remisión en pacientes con una leucemia grave
El doctor Renier Brentjens junto a
uno de los pacientes tratados con éxito.| MSKCC
Una terapia génica
experimental ha logrado por primera vez hacer remitir un grave tipo de
leucemia -poco frecuente pero muy devastadora- en tres de cinco
pacientes. Ha sido gracias a investigadores del Memorial Sloan Kettering
Cancer Center de New York (EEUU), que acaban de publicar su hallazgo
en las páginas de la revista 'Science Traslational Medicine'.
Los investigadores manipularon células T defensivas de los pacientes
para 'enseñarles' a atacar una proteína denominada CD19 y que está muy
presente en los pacientes con leucemia linfoblástica aguda. Este cáncer
de la sangre es menos frecuente en adultos que en niños, pero en el caso
de los mayores, su supervivencia es de apenas un 40% (frente al 80%-90%
de los niños).
Los cinco pacientes del ensayo (entre 23 y 66 años) habían recaído
después de recibir la quimioterapia estándar. Su única opción era un
trasplante de médula, aunque debido al rápido avance de esta leucemia,
muchos de los pacientes fallecen a los pocos meses antes de encontrar un
donante compatible.
En el estudio, dirigido por Renier Brentjes, hematólogo del centro
neoyorquino, los cinco pacientes mostraron una desaparición completa de
la leucemia entre ocho y 59 días después de recibir sus propias células
T modificadas.
La remisión de la leucemia se logró en uno de los pacientes más graves
tan sólo ocho días después de recibir la terapia. Aunque la enfermedad
remitió en los cinco participantes, dos de ellos fallecieron: uno a
consecuencia de un tromboembolismo pulmonar, y el otro por una recaída
de su leucemia mes y medio después. Los investigadores aclaran que tenía
un problema médico que no le hacía apto para someterse a un trasplante
de médula.
Los tres pacientes supervivientes recibieron posteriormente un
trasplante de médula de un donante compatible, por lo que los autores no
pueden valorar cuánto tiempo más hubiesen estado libres de enfermedad
gracias a la terapia. Además, añaden con cautela, no se puede descartar
completamente que la leucemia vuelva a reaparecer en su organismo en el
futuro.
Pese a todas estas cautelas, los especialistas admiten que los
resultados son impresionantes, mejores de lo esperado, puesto que es la
primera vez que un tipo de terapia génica logra frenar un tipo de
leucemia. El tratamiento empleado en adultos por primera vez es similar
al que hace unos meses curó a Emma Whitehead, una niña de siete años con
leucemia crónica que tampoco había respondido bien a la quimioterapia.
"Estamos creando fármacos vivos", explica Michel Sadelain, otro de los
autores, al diario 'The New York Times'; "ésta es una historia muy
emocionante que apenas está empezando". De momento, siguen trabajando en
el laboratorio para probar esta estrategia en otro tipo de tumores.
Tazón chino comprado por 3 dólares
se vende por 2,2 millones en New York
El bol fue adquirido en 2007 por una
familia de New York que entonces desconocía haber dado con un tesoro
milenario. Al ver el creciente interés en EE.UU. por el arte chino, los
neoyorquinos decidieron ponerse en contacto con un experto y tasarlo
Un milenario tazón chino que fue comprado por una familia de New York
por 3 dólares (2,3 euros), hace seis años, se ha vendido por más de 2,2
millones (1.7 millones de dólares) en una subasta de cerámicas y obras
de arte de la casa Sotheby's celebrada en la Gran Manzana.
El bol, "un destacado y excepcionalmente bello ejemplo" de la cerámica
de la dinastía Song, fue comprado en verano de 2007 por tres dólares por
una familia del estado de New York, que entonces desconocía que había
dado "con un tesoro milenario", según ha explicado la casa de subastas.
El objeto permaneció en el salón de la casa familiar durante años, pero,
al ver el creciente interés en Estados Unidos por el arte chino,
decidieron ponerse en contacto con un experto para que lo tasara.
Finalmente el cuenco acabó en la subasta de cerámicas y obras de arte
chinas de Sotheby's, donde cuatro compradores interesados protagonizaron
una "prolongada batalla" que finalmente ganó el marchante inglés
Giuseppe Eskenazi, que pagó 2,25 millones de dólares por él (1,73
millones de euros).
El precio supera por mucho la horquilla de entre 200.000 y 300.000
dólares (154.647 y 231.970) que había previsto la casa de subastas, que
detalla que este tazón tipo "Ding" de 13,4 centímetros de diámetro se
destaca por su fina cerámica y su barniz color marfil.
Según Sotheby's, el único tazón de las mismas características que se
conoce en todo el mundo se encuentra en la colección permanente del
Museo Británico de Londres desde hace más de 60 años después de que
fuera donado por el conocido coleccionista
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'Cuando me diagnosticaron VIH, la
gente se moría de esto'
A África le diagnosticaron VIH hace
25 años.
Javier Martín
Le iban a operar de un mioma en el útero y de repente escuchó la palabra
VIH, el virus que había acabado con la vida de uno de sus amigos en
cuestión de tres meses desde que se lo detectaron. A finales de los '80,
"sólo sabía que la gente se moría de esto. El recuerdo que tengo es de
miedo, incertidumbre y muchas dudas", cuenta África, una madrileña que
en unos días va a cumplir 51 años y, como le dicen los médicos, "morirá
de vieja, no por VIH".
Por aquel entonces, el panorama era muy distinto. El diagnóstico de VIH
era sinónimo de muerte y, en teoría, este podría haber sido su caso. Fue
lo primero que pensó en el momento del diagnóstico, sin embargo, el
miedo se disipó muy rápido porque, según confiesa África (un nombre
ficticio), "vivía anestesiada". Continuaba enganchada a la heroína y "no
era muy consciente de nada". Al fin y al cabo, "jugaba con la muerte
desde que me levantaba hasta que me acostaba".
A los cuatro años de conocer su situación, la vida le brindó la
oportunidad de incorporarse a Proyecto Hombre y allí, junto a su hermano
(también heroinómano), fue donde empezó a rehabilitarse. Un año después,
su pareja, con la que llevaba 15 años, murió. "Cuando se enteró de lo
mío, dijo que quería morir antes que yo y quería contagiarse a toda
costa. Utilizaba mis jeringuillas y todo lo que se le ocurría...". Fue
un golpe muy duro para ella. "Mucha gente estaba muriendo a mi alrededor
por culpa del VIH".
Su caso, decían los médicos, "era curioso. Algo en mi mecanismo de
defensa hizo que yo sobreviviera". De hecho, "al principio no me
pusieron medicación porque mis defensas estaban bien". África lleva 25
años infectada, pero sólo 13 en tratamiento con los antirretrovirales
actuales. No llegaron a indicarle los fármacos que antes se utilizaban.
En los últimos 20 años, los tratamientos han evolucionado mucho. Según
los expertos, "se han simplificado, son menos tóxicos y su efectividad
es mayor". Se puede decir que gracias al éxito de la terapia
antirretroviral, ha aumentado la esperanza y la calidad de vida de los
afectados. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista
científica 'AIDS', en el que se confirma que, bien tratados y
controlados, las personas con VIH consiguen tener el mismo índice de
mortalidad que la población general.
Piedad Arazo, médica especialista en VIH en el Hospital Universitario
Miguel Servet (Zaragoza), ha vivido esta evolución con sus pacientes.
"En el '87 empecé a ver casos de VIH. No teníamos conocimiento ni
recursos. Hemos pasado momentos muy duros y muchos pacientes se han
ido". Sin embargo, continúa, "me siento muy afortunada" por ser testigo
del "enorme avance" que ha habido en este tiempo. "La enfermedad ha
dejado de ser mortal para convertirse en crónica".
Echando la vista atrás, África se considera "una superviviente". Tuvo
suerte porque el VIH a ella no le supuso la muerte. "En estos 25 años
nunca he tenido un ingreso en el hospital por este tema, no me siento
una enferma y nada me impide hacer una vida normal". Toma tres pastillas
diarias, hace la compra, las tareas de la casa, va al gimnasio tres
veces por semana y se dedica a su hija (de 10 años), "lo mejor que me ha
pasado en la vida".
Desde que tiene uso de razón, comenta África, "sabe que tomo medicación.
Yo le decía que tenía un bichito en la sangre y que por eso no le di el
pecho. Ahora sabe que tengo VIH, que me tengo que medicar, ir a las
revisiones (cada ocho meses) y que no me moriré de esto".
Como argumenta la doctora Arazo, la situación de las mujeres con VIH es
más compleja que la del hombre "Cuando son
adolescentes, hay que insistirles en el riesgo de embarazo no deseado y
explicarles la doble medida de protección: preservativos y
anticonceptivos orales, ya que estos por sí solos pierden efecto con los
antirretrovirales". Después, durante el embarazo, dado que el objetivo
es que el bebé no se infecte, "tiene que tener un tratamiento estable y
eficaz y someterse a controles más estrictos". Si se da la circunstancia
excepcional de que nace infectado, entonces hay que iniciar un protocolo
de tratamiento con el recién nacido. En cuanto a la lactancia, "se
desaconseja porque puede transmitir VIH".
El embarazo de África fue definido de alto riesgo precisamente por el
virus y por la edad; tenía 40 años. Su tratamiento iba bien y su carga
viral en sangre era indetectable. Dado que además sufría hepatitis C,
programaron una cesárea para evitar un posible contagio. "La niña nació
y, como medida preventiva le dieron retrovir. Le hicieron análisis
durante un año y medio para descartar, pero siempre dio negativo". Está
libre de virus.
Gracias a su hija, a su nueva vida rehabilitada y a su "optimismo",
África no experimenta grandes cambios de ánimo. Según la doctora Arazo,
"la ansiedad y la depresión son más frecuentes en las mujeres con VIH
que los hombres. Sienten miedo a que los demás se enteren de su
situación y temen que las rechacen a ellas y a sus hijos o que las echen
del trabajo".
En este reportaje, África prefiere no mostrar su cara. "No puedo hablar
abiertamente. El que tiene cáncer puede decir, pero yo no. Vivo en un
pueblo pequeño y mi hija es pequeña. Todo lo que pueda afectarle a ella
me afecta a mí". En cuanto a las relaciones personales, su situación le
frena a la hora de conocer a alguien del sexo contrario. "Tengo que
explicarlo y es una historia". Además, existe la posibilidad del
rechazo.
Ser mujer y tener VIH. Afecta a la maternidad, la sexualidad, la calidad
de vida, las relaciones sociales y laborales. África ya no trabaja, así
que en su caso, el miedo al despido no existe. "Soy pensionista. Tengo
una invalidez permanente absoluta".
Dado que la esperanza de vida ya se ha igualado a la de la población
general, incide la especialista Arazo, pasará por la perimenopausia y
llegará a la menopausia. En ambas etapas, "tiene que estar más vigilada
por el ginecólogo, estar más pendiente de sus posibles anemias" y seguir
muy de cerca la densidad de sus huesos. "Es normal que en esta etapa
disminuya. Existen factores de riesgo como la alimentación, la vida
sedentaria, el tabaco, el índice de masa corporal y a estos se suma el
VIH".
Una nueva molécula para combatir la malaria
La malaria sigue siendo una
enfermedad que mata cada año a casi 700.000 personas y que genera más de
200 millones de casos cada año, sobre todo en África. Ante la falta de
una vacuna, la principal vía para luchar contra esta infección son las
mosquiteras con insecticidas, para evitar que el mosquito inocule el
parásito responsable de este trastorno, y los tratamientos
farmacológicos para tratar a los afectados. Sin embargo, cada vez son
más las zonas del planeta donde hay resistencias a los medicamentos
disponibles, de ahí la necesidad de desarrollar otras alternativas
baratas y sencillas de administrar.
Un estudio que publica esta semana la revista 'Science Translational
Medicine' muestra resultados prometedores de un producto que podría
curar la enfermedad y bloquear su transmisión, al demostrar su eficacia
en el laboratorio contra los parásitos 'Plasmodium falciparum' y 'Plasmodium
vivax', los que generan más casos de malaria en el mundo.
Bajo el amparo de la organización 'Medicines for Malaria Venture', un
grupo de investigadores de 16 instituciones diferentes de todo el mundo,
entre las que se incluye un equipo del Campus de Desarrollo de
Medicamentos de GlaxoSmithKline de Madrid, ha llevado a cabo un proyecto
multidisciplinar para desarrollar un fármaco, derivado de una quinolona
(un antibiótico), y modificado para que, a bajas dosis, sea capaz de
combatir eficazmente estos parásitos sin generar toxicidad en el
receptor.
Con el nombre de ELQ-300, el compuesto tiene el mismo mecanismo
biológico que el principal componente del Malarone, uno de los
antimaláricos más utilizados por los turistas que viajan a ciertas zonas
endémicas de malaria pero que no se utiliza ampliamente debido a su
elevado precio. El nuevo producto ataca al parásito cuando está en el
interior de los glóbulos rojos.
El parásito de la malaria, una vez es inoculado por el mosquito
Anopheles, viaja por la sangre hasta llegar al hígado donde se
multiplica y se transforma para poder infectar los glóbulos rojos, allí
se vuelven a multiplicar, y desde ellos se expanden por el cuerpo humano
y, al mismo tiempo, los va destruyendo. Debido a su dilatada vida, se
requiere de un medicamento que tenga un efecto prolongado en el
organismo lo suficiente como para evitar una reinfección.
"Queríamos un compuesto que dentro de un individuo no se eliminase
demasiado pronto, que permaneciera circulando en la sangre durante un
periodo lo suficientemente largo como para matar los parásitos", ha
declarado en un comunicado Roman Manetsch, profesor asociado de Química
de la Universidad de Florida del Sur (USF, según sus siglas en inglés),
uno de los grupos que ha participado en este estudio.
Por otro lado, según los experimentos hechos en modelos de ratón, la ELQ-300
sirve para bloquear la transmisión. Cuando el mosquito transmite el
parásito de la malaria con su picadura y éste termina en los glóbulos
rojos, en algunos casos los destruye pero, en otros, los utiliza para
desarrollar dentro de ellos sus gametos (las células sexuales del
parásito). Cuando la persona infectada es picada por un mosquito sano,
los gametos presentes en los glóbulos rojos terminarán infectando al
insecto que se convertirá en otro vector. Eso es precisamente lo que
evita el nuevo compuesto ya que mata a estos gametos en las primeras 24
horas, según se ha observado en laboratorio y en ratones.
"Este es uno de los primeros fármacos que mata el parásito de la malaria
en los tres estadios de su ciclo vital", señala Dennis Kyle, profesor de
Salud Global de la USF. "Puede llegar a formar parte de una nueva
generación de terapias que no sólo traten personas infectadas y
prevengan que enfermen, sino que también bloquea la transmisión de la
malaria de mosquitos a humanos... Si el fármaco puede romper el ciclo
vital, podríamos en último término erradicar la enfermedad".
Otra ventaja del nuevo compuesto es que, en las múltiples pruebas de
laboratorio, no ha generado ningún tipo de resistencias en las
diferentes cepas del parásito, lo que supone una ventaja considerable
sobre los fármacos actuales, ya que prácticamente todos tienen cepas
resistentes en distintas regiones del planeta.
No obstante, tanto su eficacia para combatir la enfermedad como la
capacidad para evitar las resistencias tiene que demostrarla en nuevos
experimentos y, lo más importante, en ensayos clínicos en un gran número
de habitantes de zonas con malaria. |