El Imparcial-Pagina 6

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			Las 3 del tintero de Gardeazábal EL FONDO DE ADAPTACIÓN PEOR QUE FONADE El hecho de que el puente acordeón, sobre la quebrada Hisgaura en Santander haya sido contratado y vigilado en su construcción por el Fondo de Adaptación, ha puesto a pensar al país si estamos en presencia de un nuevo foco de la corrupción permitida, como lo ha sido el Fonade desde hace varios años. El que a estas horas todavía no hayan sido capaces de entregar la reconstrucción completa de Gramalote y que en la tragedia pavorosa de Rosas, en el Cauca, aparezca el fantasma de un número de viviendas no terminadas contratadas por el Fondo de Adaptación, reafirma la creencia que se abre paso sin que nadie se atreva a hacer nada, ni siquiera de señalar a los responsables, de que ese Fondo es peor que el Fonade. TAPEN,TAPEN, QUE LO DEL BAJO CAUCA ES MUY GRAVE El silencio apabullante con que se recibió por parte de autoridades y medios de comunicación la descarnada crónica de Salud Hernández sobre lo que sucede en el bajo Cauca, de Caucasia al Magdalena, es la demostración que el problema de seguridad que se vive en toda esa región va a ser tratado con el mismo miserable rasero conque taparon las acciones de los paramilitares mientras nos mantenían entretenidos con la tregua y las conversaciones de paz en el Caguán. Las batallas que se libran entre Caparrapos y los del Golfo. Los enfrentamientos o alianzas entre exfaruchos y elenos y el imperio del narcotráfico y la minería ilegal han hecho perder casi por completo el control y la presencia del estado en todo el Bajo Cauca. La extorsión a los negocios legales. Las prohibiciones mafiosas para los comerciantes y consumidores, pero sobre todo el desdén con que miran desde Bogotá y Medellín lo que pasa en Caucasia o El Bagre y en todos y cada uno de los municipios de esa zona colombiana, hacen temer otro período igual al de los paracos.	EL SANTADERISMO MUEVE LA GUILLOTINA Las decisiones adoptadas por el Consejo de Estado guillotinando las curules de Mockus y de Angela Robledo le han creado un vacío muy peligroso a la democracia colombiana. El que los consejeros de estado se hayan apegado al santaderismo histórico y atrincherados en una sola interpretación de la ley salven la norma por encima del equilibrio de la democracia, es un baldado de agua fría a quienes todavía creían que en Colombia se podía hacer oposición sin empuñar las armas o sin hacer trampas o latrocinios. Nos pesa demasiado la repetición, cada vez más insensata, de las indicaciones que el general Santander le dejó a un país sobre la manera de ver las leyes.