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La sobrepoblación carcelaria en Pereira

No es para nada nuevo que las cárceles en Colombia cuenten con una sobre población que supera más del 50% de la capacidad de albergar internos, haciendo énfasis, específicamente en el Centro Penitenciario de La 40, en donde cada vez más son los internos que se encuentran viviendo en condiciones infrahumanas, y que incluso, literalmente tienen que dormir uno encima de otros.

Además, al problema de la incomodidad en las celdas y pasillos, también se le suman otros graves inconvenientes como la falta de medicina y acceso a otras necesidades básicas que garanticen su bienestar dentro del reclusorio.

Para darle solución a esta dificultad que se presenta en las diferentes cárceles del país; muchas han sido las alternativas que se han venido consolidando desde el Estado, como por ejemplo, la famosa medida denominada “casa por cárcel”, que por cierto se ha convertido en un modelo para privilegiar a unos tantos que después de cometer grandes delitos de corrupción son cobijados con esta medida.

Otra de las medidas que se están tomando es la probabilidad de construir más cárceles en el país además de las 138 centros penitenciarios que ya existen en Colombia, en donde según información de la Defensoría del Pueblo, en la actualidad el hacinamiento en las cárceles colombianas llega a un porcentaje total del 53%, ello, teniendo en cuenta que hay capacidad de 76.553 internos y actualmente en todo el país hay unos 117.018 reclusos.

En síntesis, la ciudad de Pereira no es ajena a esta problemática y ha surgido la idea de construir otra cárcel en el sector de Combia con el fin de prevenir el alto índice de sobre población con el que cuenta en la actualidad el centro penitenciario La 40, siendo esta una de las principales soluciones que se están llevando a cabo desde el Gobierno Nacional.

No obstante, la principal solución de fondo más que construir nuevas cárceles en el país y de tomar estrategias que contribuyan a descongestionar el sistema judicial, una de las principales soluciones de fondo a la que pocos le hacen caso, es a la transformación social en los sectores vulnerables de nuestras ciudades.

Las altas esferas del Gobierno no han analizado en profundidad, o mejor, no les conviene resolver y solucionar este problema de sobrepoblación carcelaria y generar una PREVENCIÓN SOCIAL,  realizando programas culturales, proyectos de recuperación de valores y principios, incentivando se esta forma un mejor bienestar comunitario en sectores reprimidos y para garantizarle de esta manera al Estado colombiano un desarrollo económico que permita que a un futuro se reduzcan las cifras de jóvenes delincuentes que van a parar a las cárceles del país.

Aunque no se puede justificar la barbarie de algunos, lo único cierto es que la mayoría de los internos de las cárceles de nuestro país se encuentran en este lugar porque no han contado con una buena orientación familiar y lo más importante porque viven sumergidos en un círculo de pobreza en donde abunda la drogadicción y los malos hábitos.

Es hora entonces de comprender la importancia de tomar la prevención como una herramienta eficaz de garantizar incluso mejorar la economía del país, porque ahora bien, si se trata de resolver el asunto desde una perspectiva económica que es la que predomina en este mundo, en ese caso hay que tener en cuenta algunos apartes que se citan a continuación:
De acuerdo con cifras otorgadas por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) el precio de mantener mensualmente un preso en la cárcel que le cuesta 1.500.000, mientras que a un universitario público le cuesta al Estado mensualmente tan solo 1.150.000, es decir, hagan cuentas señores ¿No es mejor invertir en prevención social? , y cómo todo se mide por dinero ¿No es más rentable invertir en futuros estudiantes que internos? ¿No sale más barato? Piénselo.
 

EL 5 DE JUNIO SE CELEBRA EL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Por: Hugo Castro Ríos

El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la ONU en su resolución del 15 de diciembre de 1972. Se celebra desde 1974 el 5 de junio de cada año, fecha con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo en 1972, cuyo tema central fue el ambiente.

La riqueza natural y la biodiversidad que caracterizan a Colombia, son un potencial que sin lugar a dudas representa grandes oportunidades de desarrollo económico y social para el país desde el medio ambiente. Sin embargo, también son un recurso que se ve amenazado ante la emergencia de un planeta aturdido por diferentes fenómenos contaminantes.

Y es que a pesar del esfuerzo de muchas organizaciones ambientalistas, problemáticas ambientales amenazan a nuestro planeta y a toda la población actual y futura ya que cada día crece el índice de contaminación y sin agua ni aire limpio, alimentos suficientes o ecosistemas ricos en biodiversidad, ¿es posible garantizar sus derechos sociales?

Y a este tema, no somos ajenos en nuestra ciudad, ello, teniendo en cuenta que el programa Pereira Cómo Vamos volvió a poner sobre el tapete los niveles de contaminación ambiental en la capital de Risaralda.

Juan Pablo Vélez, coordinador del programa, afirmó que con base en una comparación de las últimas mediciones de la calidad del aire realizadas por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder, con un estudio del Instituto Berkeley, de Estados Unidos, se puede afirmar que “respirar en Pereira podría ser como fumarse un cigarrillo al día”.

Aunque aseveró que no es una afirmación 100% exacta “porque el sistema de medición de la calidad del aire que hay en Pereira (el de la Carder) es muy antiguo y no permite tener datos más certeros que ya es obsoleto en otros países”.

Sin embargo la situación puede empeorar ya que Pereira cuenta con apenas 3,8 metros cuadrados de espacio público por habitante, cuando la recomendación de la ONU y de la Organización Mundial para la Salud (OMS) es que sea de al menos 15. La ciudad no cuenta con un gran pulmón de uso público, y por el contrario el área urbana se está expandiendo aceleradamente. Podemos decir sin embargo que hay una luz de esperanza para los pereiranos con el traslado de las instalaciones del batallón San Mateo al municipio de La Virginia.

Aunque la Alcaldía de Pereira ha mostrado interés sobre los usos que se le podrían dar a este terreno, no hay que olvidar que su
 

propietario es el Ministerio de    Defensa, el cual busca que la construcción del nuevo batallón sea financiada con la venta de parte del lote actual.

Muchas discusiones se han generado en torno al futuro de este terreno, algunos sectores políticos, académicos y organizaciones ciudadanas proponen que sea convertido en un gran parque público, mientras que otros, privados especialmente, pretenden que en gran parte de él se construyan torres de apartamentos. Pero si se piensa en lo que necesita la ciudad, debería primar el beneficio general sobre el rendimiento económico particular. Esta es una oportunidad única de tener un amplio espacio arborizado para la ciudad, con todos los potenciales usos que se le puede dar en materia educativa, cultural y recreativa.

El Centro Cultural Lucy Tejada se desborona

Por: Leonardo Franco Arenas

El Centro Cultural Lucy Tejada es el símbolo y referente del movimiento cultural en Pereira, y la plaza cívica Ciudad Victoria es el marco adecuado para resaltar este emblemático edificio, que se yergue imponente a un costado de la icónica plaza.

Casi desde su construcción, el edificio ha evidenciado fallas protuberantes con la filtración de aguas lluvias en las diferentes áreas del edificio a través del techo, ventanales, celosías que son vulnerables cuando la lluvia arrecia sobre este sector de la capital. La biblioteca Ramón Correa Mejía, las oficinas, áreas de la emisora Remigio Antonio Cañarte, pasillos y salones de ensayo en los sótanos y hasta el parqueadero, han estado expuestos a las filtraciones y a merced de las humedades que se generan especialmente en temporadas invernales.

En el año 2020 se conmemoran los quince años del nacimiento de este importante centro cultural y ninguno de los funcionarios a la cabeza de esta institución se han puesto en la tarea de solucionar este grave hecho. Ningunos de los directores que pasaron por allí desde cuando era todavía un instituto y menos ahora que es una secretaria lo han visto como una prioridad.

Como resultado de lo anterior, se han humedecido y afectado por el moho muchos volúmenes, archivos y la hemeroteca de la biblioteca; se han presentado accidentes y lesiones por caídas en sus instalaciones, en días donde hay un aguacero fuerte, los visitantes y funcionarios se la pasan esquivando charcos y goteras.

Es hora de solucionar este problema. ¿Hasta cuándo debemos esperar a que esto sea una realidad? La respuesta será: ¡En la próxima administración!