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Detectan presencia
del mono araña negro en Risaralda
En
estudios de caracterización de especies de primates, realizadas en
el año 2018, como parte del trabajo de apoyo a la ordenación y
planificación del Chocó Biogeográfico Risaraldense, realizado por la
Corporación Autónoma Regional de Risaralda- CARDER, con el apoyo
científico del Grupo de Investigación en Biología de la Conservación
y Biotecnología, de la Corporación Universitaria Santa Rosa de
Cabal- UNISARC, se confirmó la presencia mediante registros visuales
y fotográficos de importantes especies de primates como; Ateles
fusciceps rufiventris (mono araña negro), Alouatta palliata (mono
aullador negro), Cebus capucinus (mono cariblanco), y mediante
entrevista con la comunidad se identificaron las especies Alouatta
seniculus (mono aullador rojo) y Aotus zonalis (mono nocturno o
marteja).
Cabe
destacar la presencia de una de las especies de primates más
amenazadas del mundo, el mono araña negro (Ateles fusciceps
rufiventris), que recientemente fue categorizada por la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN, en peligro
crítico de extinción.
“Si bien
este es un registro importante a nivel científico y de conservación,
es necesario fortalecer las acciones investigativas que permitan
generar más y mejor información para el apoyo a los procesos de
conservación, ordenación y planificación del Chocó Biogeográfico
Risaraldense”, manifestó Carlos Fabián Jaramillo Ríos, profesional
universitario de la Subdirección de Gestión Ambiental Territorial de
la Corporación.
De igual forma se debe resaltar la participación de los expertos
locales y de la comunidad étnica que han sido fundamentales durante
todo el proceso de investigación, como generadores de información y
coinvestigadores.
“Es estratégico la gestión desarrollada a partir de estos procesos
colaborativos, que en este caso llevaron a que el grupo de
investigación y UNISARC con el apoyo de la organización Neotropical
Primate Conservation, estén desarrollando una investigación para
ampliar y
profundizar el conocimiento de las especies de primates presentes en
el corregimiento de Santa Cecilia, en Pueblo Rico Risaralda”,
resalto Catalina Orrego López, Bióloga y docente de la UNISARC.
Finalmente se debe llamar la atención sobre la necesidad que las
comunidades y la sociedad civil estén informados sobre estos
procesos y reconozcan la importancia que juega la biodiversidad en
el desarrollo del territorio, la sociedad y la cultura Risaraldense.
Mural de aves
adornarán el puente Helicoidal
La
elaboración del mural “Las aves aman el Paisaje Cultural Cafetero”
hace parte de las estrategias de posicionamiento de los atributos |
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turísticos de Risaralda, como destino privilegiado para el
aviturismo. La obra empezó con la fase de alistamiento con un
proceso de ubicación del campamento de la obra, lavado del muro y
aplicación del imprimante. El mural embellecerá la ruta vial entre
Dosquebradas con Santa Rosa de Cabal en un área de 1300 metros
cuadrados, gracias a un convenio firmado entre la Autopistas del
Café, la Gobernación de Risaralda y la Universidad Tecnológica de
Pereira.
La
elaboración del mural “Las aves aman el Paisaje Cultural Cafetero”
tiene una duración de cuatro meses. Con esta obra se busca promover
la observación de aves y fomentar un turismo sostenible.
Con una
inversión total del convenio asciende a $140 millones, entre
recursos propios y en especie de equipos y materiales, los cuales
son suministrados entre los tres aportantes del convenio.
Cultivo de chontaduro
se encuentra en peligro
Mediante
alianza institucional entre la Corporación Autónoma Regional de
Risaralda, CARDER y el Instituto de Investigaciones Ambientales del
Pacífico IIAP, se desarrolló el trabajo de investigación,
“Evaluación de los impactos socioeconómicos y ambientales de la
pérdida del cultivo de chontaduro (Bactris gasipae) en comunidades
negras e indígenas de Santa Cecilia, municipio de Pueblo Rico –
Risaralda”.
En el trabajo de campo realizado el año pasado, por un equipo
integrado por ingenieros agroforestales, ambientales, profesionales
de las áreas sociales y co - investigadores locales, se llevó a cabo
un muestreo en un área de 5.6 hectáreas en 56 fincas cultivadas con
chontaduro, localizadas en siete asentamientos de comunidades negras
y tres de comunidades indígenas pertenecientes al corregimiento de
Santa Cecilia.
“Los resultados mostraron que el 77% de los predios muestreados
cultivan el chontaduro bajo manejo tradicional y el 23% restante lo
hacen mediante manejo con tendencia a la tecnificación, siendo éste
último realizado por lo general por las comunidades negras (técnica
introducida a la zona por los mestizos), éstas utilizan áreas más
grandes para la siembra del fruto, aplican agroquímicos al
chontaduro y especies asociadas, mantienen limpio el cultivo durante
todo el año, establecen trampas con feromonas para el control del
picudo, entre otros”, manifestó Carlos Fabián Jaramillo Ríos,
profesional universitario de la Subdirección de Gestión Ambiental
Territorial de la Corporación.
El análisis sobre el estado de las unidades productivas de
chontaduro en Santa Cecilia, refleja una baja producción, de 56
predios muestreados 25 unidades productivas registraron palmas de
chontaduro en estado de fructificación, para un total de 96 palmas
que generaron tan solo 126 racimos en toda el área muestreada (5,6
ha.), es decir 22.5 racimos/ha.
Lo anterior indica que los productores están trabajando a pérdida
con respecto a este cultivo, el cual se ha visto afectado desde el
año 2010 por la creciente poblaciones de picudo (Rhynchophorus
palmarum L.). Aunque la mayor afectación que presentan las unidades
de producción es el ataque de plagas, el picudo no es el único
factor biológico afectante, esto debido principalmente a los cambios
que se han presentado en las variables climáticas, debido a que
éstas influyen de forma tanto directa como indirecta.
“Una de las situaciones evidenciadas dentro de la investigación
tiene que ver con el gran impacto que causan el primitivo (Musa
acuminata), |
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banano
(Musa saplentum), piña (Ananas sp), lulo (Solanum quitoense), caña (Sacharum
sp) asociados al cultivo de chontaduro, en la medida en que no
cosechen a tiempo estos productos, los cuales al irse descomponiendo
en los sitios cultivados se convierten en fermentos atrayentes
(alimento) que hacen que aumenten rápidamente las poblaciones de
picudo (Rhynchophorus palmarum) en los predios, lo que conlleva a
una mayor cantidad de ataque a las palmas de chontaduro y, por ende,
a una reducción de la producción general del fruto”, expresó Omar
Quinto, investigador del Instituto de Investigaciones Ambientales
del Pacífico.
El chontaduro ha sido parte tradicional de la dieta alimentaria y de
la dinámica socio económica de comunidades negras e indígenas en el
Chocó biogeográfico, pero actualmente pasa por una problemática fito
sanitaria importante, que exigeprofundizar en los estudios para su
conocimiento y manejo, de manera que se pueda recuperar y mejorar su
producción para beneficio no solo de comunidades negras e indígenas,
sino de todos los que disfrutan de este delicioso y nutritivo fruto
en el Departamento.
Cambio climático
enferma los plátanos en América Latina
Sigatoka
negra, la enfermedad fúngica del plátano y banano que ataca sus
hojas, se ha extendido por toda América Latina debido al cambio
climático. Las fluctuaciones de temperatura provocaron humedad
elevada, la cual contribuye a la germinación de las esporas. Según
un artículo publicado en la revista Philosophical Transactions of
the Royal Society B., sigatoka negra apareció en la región en los
sesenta, y hasta la fecha el riesgo de la enfermedad se ha elevado
en un 44.2%.
Los plátanos también se enferman
El cambio climático, relacionado con la actividad humana, afecta a
miles de especies en varios ecosistemas. Por ejemplo, afecta la
migración y transformación de parásitos y patógenos que provocan las
enfermedades en humanos, animales y plantas. La propagación de
enfermedades vegetales, a su vez, es muy peligrosa para países en
desarrollo cuyas economías dependen notablemente de agricultura.
Recomendado: Cambio climático puede reducir drásticamente producción
global de vegetales
El plátano es uno de los cultivos principales y, por consiguiente,
los científicos están bastante preocupados por las enfermedades que
afectan a las plantaciones. Por ejemplo, la enfermedad de Panamá,
causada por una especie de hongo Fusarium oxysporum, está extendida
en América Latina y en el sudeste asiático. En 2017 los científicos
cultivaron una nueva variedad de plátanos llamada Cavendish, la cual
es resistente a esta infección gracias a modificaciones genéticas.
Sigatoka negra, el virus asesino
Sin embargo, la enfermedad de Panamá no es la más destructiva para
el sector bananero. Sigatoka negra, la infección asesina provocada
por el hongo Pseudocercospora fijiensis, fue encontrada por primera
vez en Honduras en 1992. Se cree que este llegó con las plantas
importadas por investigadores desde Asia. Con ella, la infección se
propagaba rápidamente. En 1998 ya fue encontrada en Brasil, y a
comienzos de los años 2000 en las islas del Caribe. Ahora la región
más septentrional que sufre de Sigatoka negra es un estado de
Florida en EE.UU.
El Pseudocercospora fijiensis es muy peligroso para todos los
plátanos y bananos, incluso al modificado Cavendish. El patógeno que
se extiende por medio del aire destruye rápidamente el tejido
foliar; como consecuencia se reduce la fotosíntesis y es afectado el
crecimiento de la planta y su producción de frutos. |
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