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¿Cadena perpetua para
los violadores?
Sin lugar a dudas o una
o quizás, uno de los delitos más abominables en nuestra sociedad, no
dejan de ser los casos de abuso sexual a los menores de edad, y pese
a la gravedad de esta atroz actuación la legislación colombiana aún
se encuentra en pañales para dar el gran paso para la aprobación de
la cadena perpetua a los violadores, una medida con la que está de
acuerdo gran parte de la sociedad pero que todavía no se aplica en
nuestro territorio.
Traigo a colación este espinoso tema porque hace tan solo algunos
días, el reporte oficial de las autoridades competentes indicó que a
lo corrido de este año, en total se han registrado 274 casos de
abuso sexual en la ciudad de Pereira.
No hay duda que las cifras realmente son escandalosas y más aun
teniendo en cuenta que de este total, el 87% corresponde a casos
reportados con el sexo femenino, alta incidencia que llevó a que la
alcaldía de Pereira con el apoyo de la Defensoría del Pueblo
realizaran una actividad de protesta en la Plaza de Bolívar tan solo
el pasado viernes y en contra del feminicidio.
No obstante a la buena voluntad de esta iniciativa, la cruel
realidad es que estamos cansados de las movilizaciones en la que se
exhiben carteles, se prenden velas, se canta y se exige el respeto
de los derechos humanos, al fin y cabo las violaciones y abusos
sexuales contra los infantes no se detienen, es más, siguen en
aumento.
Y es precisamente por esta razón que más que las manifestaciones se
requiere de manera URGENTE, que se legislen las leyes para aprobar
en Colombia la cadena perpetua, siendo esta una medida de raíz que
sin duda alguna ante tal castigo reducirá en gran parte las cifras
de los vejámenes sexuales a los que están expuestos nuestros niños.
El eterno debate
Muchos de jueces, magistrados y otros defensores en Colombia que
están en contra de la cadena perpetua a los violadores basan su
argumento de no estar de acuerdo con la medida a sabiendas que este
delito punible en la actual legislación constituye uno de los
castigos carcelarios más severos con penas que oscilan entre los 40
y 70 años de prisión de acuerdo a la gravedad del caso y que por tal
motivo no es necesario una medida como la cadena perpetua.
Sin embargo abundan a diario las quejas de familiares de las
víctimas, quienes se quejan frente al hecho que en muchos de los
casos, los violadores terminan en libertad por vencimiento de
términos o en otros casos se aplican condenas inferiores de 8 o 12
años en caso tal que el enjuiciado llegue a un pre acuerdo con la
Fiscalía.
En conclusión, una aprobación de la cadena perpetua sería un
escarmiento para la violación en serie y debe ser una medida que se
debe tomar YA en Colombia.
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Santrich y su
lazarillo
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JUEGOS DEL
OLVIDO
Por
Natalia Cuervo Lopez
Son
muchos los adolescentes, jóvenes y adultos que representan a
Colombia, “nuestra patria”, en cada uno de los certámenes deportivos
que se llevan a cabo a nivel nacional e internacional. Pero son
pocos deportistas de esta lista los que cuentan con una calidad de
vida aceptable. El listado de practicantes es innumerable al igual
que las necesidades que estos tienen. Y como si no fuera poco esta
situación, cada año el gobierno nacional recorta el presupuesto
destinado para el deporte o el que destina no es suficiente; por
ejemplo el año inmediatamente anterior contó con una reducción del
62% con respecto al recurso ejecutado en el año 2017 y para este año
aunque el Congreso de la República aumentó el presupuesto en un
29,3%, no alcanzó a ser ni la mitad del ejecutado hace 2 años.
Infortunadamente es un cuento que nunca termina y bajo estas
condiciones de precariedad; nuestros niños, niñas, adolescentes,
jóvenes y adultos practican la disciplina deportiva que les gusta
sin contar con las condiciones óptimas para el buen desarrollo de la
misma, como son: poder adquirir los implementos que hacen parte de
la modalidad que entrenan, la preparación adecuada para la
competición, la alimentación ideal y el transporte para los
traslados, que en la mayoría de los casos deben realizar a pie,
entre otras dificultades de índole económico. El panorama es poco
alentador para nuestra comunidad deportiva, puesto que el gobierno
de turno prefiere invertir los recursos en temas como defensa
nacional (guerra), antes que para el deporte.
Algunos de los deportistas colombianos más destacados y reconocidos
del país, se han manifestado al respecto sin ser escuchados, incluso
ellos sientan su voz de protesta; y no es para menos, sentirse
desprotegido cuando con la vida, el cuerpo y el corazón se lucha por
un título que no solo habla de sí mismo sino de un país entero, debe
doler y no poco. Al parecer nuestros deportistas solo reciben olvido
en contraprestación por el bien que hacen a esta patria. |
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Es así como se evidencian casos en los que el deportista que cuenta
con las condiciones adecuadas es porque su familia y él corren con
los gastos que implica practicar y participar en las competiciones;
no soy amante de los programas faranduleros que nuestra bonachona
televisión nos ofrece el fin de semana, pero el año pasado uno de
estos programas cumplió con su labor social, por un momento dejo de
despotricar de famosos y le contó a los colombianos el desastre que
es ser deportista en este país, incluso ante la expresión de
sorpresa de los presentadores se hizo público que los semáforos son
parte de los lugares a los que nuestros representantes deportivos se
ven obligados a llegar para conseguir recursos y así representar al
país en el exterior, ¿no es aberrante, despreciable e inhumano algo
así?
Uno quisiera ser optimista, y esperar que las cosas cambien, pero
los hechos no dejan más que un sin sabor, incluso el fútbol que
pareciera ser el deporte más apoyado gubernamentalmente hablando,
tiene los mismos problemas y la situación es aún peor para las
mujeres en esta disciplina, quienes han sacado a la luz cuanta
porquería viven al interior de las concentraciones de fútbol y la
falta de recursos. En un país al que lo acompaña un pasado horrible
de narcotráfico y guerra, del que solo hablan improperios por esos
sucesos y al que hoy lo ponen en alto nuestros deportistas, pasando
a ser reconocido por buenas cosas, debería meterse la mano al dril y
hacer por ellos lo que en sus propios esfuerzos no pueden.
Finalmente no quiero dejar pasar esta ocasión sin decir que es
aplaudible que el Eje Cafetero pueda realizar los Juegos Nacionales
y Paranacionales en el 2023, hay que resaltar todo el esfuerzo de
esta región para unirse y obtener logros comunes, sin embargo creo
que más que enorgullecer y alardear del prestigio que este evento le
brinda a la provincia, es hora de revisar cual es la situación de
los deportistas cafeteros, de verles no solo con admiración, sino
con responsabilidad, no es posible que contribuyan al bienestar de
todo un pueblo y que su bienestar sea pasado por alto. No sigamos
auspiciando el olvido de quienes nos hacen hinchar el pecho de
felicidad.
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