Caninoterapia y autismo

Razas más utilizadas para está{a terapia
 

• Golden Retriever

• Labrador

• Poodles

• Corgis

• Cocker spaniel

• Salchichas

• Pugs

¿Qué hacer?

Nunca se está preparado para recibir un diagnóstico de autismo en la familia, por lo que es muy probable experimentar una variedad de emociones, asegura el sitio de la organización Autism Speaks.

• Habla sobre tus sentimientos
Está bien sentir emociones encontradas o incluso enojo. Intenta dirigir tu enfado hacia el desorden y no hacia tus seres queridos. Recuerda que ellos también podrían estar dolidos con la situación.

• Infórmate sobre el autismo
Aprovecha los servicios sobre el autismo disponibles en tu comunidad. Al educarte y encontrar ayuda, podrás abogar mejor, por el bienestar de tu hijo.

• No dejes que el autismo consuma tu vida
Intenta mantener algo de tu vida adulta pasando tiempo de calidad con el resto de tus hijos y pareja. Evita, además, hablar constantemente acerca del autismo. Todos en la familia necesitarán apoyo y estar felices, a pesar de las circunstancias.

• Aprecia las pequeñas victorias
Ama a tu niño y enorgullécete de cada uno de sus pequeños logros. Enfócate en lo que puede hacer, en lugar de compararlo con sus pares con un desarrollo típico.

• Alíate a la comunidad
Establece una red de contención con otros padres de niños con autismo, que puedan comprender tus desafíos cotidianos. Además de empoderarte, podría resultar muy productivo.

Reconocer a tiempo los síntomas del autismo es fundamental para comenzar temprano un tratamiento. Aprende a reconocerlos, en este video de Telemundo, con la periodista Sofía Lachapelle.

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Caninoterapia es una de las terapias más usadas en niños con autismo

Los padres deben evaluar cuidadosamente varios factores cuando consideran adquirir una mascota, entre ellos el nivel de sensibilidad de su hijo para que se adapten bien.

“Traer un perro a casa en cualquier familia es un gran paso, pero para las familias de niños con autismo, adquirir un perro debería ser una decisión que se tome muy en serio”, señala la especialista, Dra. Carlisle, integrante del grupo de investigadores del Journal of Pediatric Nursing.

 
Por ejemplo, explica que si un niño con autismo se agita fácilmente o tiene sensibilidad al ruido podría haber dificultades con un perro muy activo o que tenga tendencia a ladrar.

En investigaciones anteriores, que involucraron a niños con autismo, se encontró que quienes tenían una mascota en la familia desde una edad joven tendían a tener mayores habilidades sociales.

Además, otras investigaciones han mostrado cómo los comportamientos sociales en niños con autismo mejoran temporalmente después de un corto periodo de juego con un animal vivo, por ejemplo un cerdo de guinea. También se han observado resultados exitosos con programas de equinoterapia en niños con trastornos del desarrollo.

“Los niños con autismo podrían beneficiarse especialmente de interactuar con perros, lo cual puede darles una amor incondicional y sin

prejuicios y compañía”, señala la doctora Carlisle.

La Caninoterapia es una de las terapias más usadas en niños con autismo, dado que estimula el lenguaje, fomentando sus habilidades comunicativas y cognitivas, todo esto a través de

 juegos y dinámicas. El Dr. Tucker, Jefe del Departamento de Psicología de la Universidad de Oregón, está interesado en los mecanismos neuronales de la experiencia y el comportamiento. Su investigación utiliza métodos de psicología cognitiva para evaluar la influencia de formas específicas de excitación emocional, como la ansiedad y la depresión.

“El propósito de las terapias asistidas con animales es el de fomentar la mejoría en el funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo de los seres humanos. Se puede realizar en una amplia gama de contextos y puede llevarse a cabo en grupo o de forma individual”, según Tucker.

Por otra parte la caninoterapia, es una técnica que se emplea para rehabilitar a personas con problemas físicos, mentales y emocionales, la cual se realiza con la ayuda de perros adiestrados que estimulan la participación de los pacientes en diferentes actividades sensoriales y perceptivas.