El Imparcial-Pagina 6

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			No es un Emperador, es apenas un Duque Ferley Henao Ospina Se volvió común que aquellos a quienes el pueblo les encomienda la tarea de administrar lo público se crean emperadores, cuando en realidad son subordinados del poder soberano que emana del pueblo. Si nos ajustamos estrictamente a la Constitución política de Colombia de 1991, “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece” dice textualmente el ARTICULO 3o. de la carta magna. y a ello agreguémosle que son MANDANTES las personas que en el contrato llamado mandato, confían a otra su representación personal (RAE) y que MANDATARIOS son las personas que en virtud del contrato consensual llamado mandato, aceptan el encargo del mandante (RAE). En consecuencia, el que asume un cargo público no es el mandante sino a quien le ha sido confiada la ejecución de un mandato para el cual, el soberano, o sea el pueblo elector, escuchó sus propuestas y se sintonizó ellas: Por ejemplo: “No aumentaré los impuestos”, “subiré los salarios”, “no subiré la edad de jubilación”, “proporcionaré más empleo”, “no haré Fracking”, “protegeré el páramo de Santurbán”, “el que la hace la paga” “lucharé contra la corrupción”, “juro cumplir fielmente la constitución”… Tomando estas promesas de campaña como ejemplo, lo que está sucediendo es exactamente lo contrario: En proceso, una reforma tributaria que grava a todos los colombianos de las clases menos favorecidas para, con esos recursos cumplir con los “regalos tributarios” prometidos a los más ricos. Una reforma pensional se está cuajando para quitarle derechos a los pensionados humildes, aumentando las semanas de cotización y la edad para acceder a este derecho. Una reforma laboral para precarizar el trabajo, incluida la propuesta de pagar el 75% del mínimo a los jóvenes. Los salarios tuvieron un mezquino incremento este año a lo mínimo que era posible, escasamente la inflación a pesar de que muchos rubros de la supervivencia familiar se han elevado desmesurada-mente, como sucede con los servicios públicos.	Los “regalos tributarios” para los ricos se fundamentan en que ellos generarían nuevos empleos, pero no sucedió así, durante estos 15 meses padecemos lo contrario: El desempleo se disparó y no baja de 2 dígitos. El 89% de los ciudadanos considera que el desempleo va empeorando, pero a pesar de que no se está cumpliendo la generación de empleo esperada, el “premio tributario” sí se los van a dar. Contrario a su promesa de campaña, Sí hará Franking y se preparan concesiones mineras en el páramo de Santurbán. El que la hace NO la paga como puede observarse con la llamada ley “Andrés Felipe Arias”, que beneficia y deja en libertad a muchos condenados por diversos delitos. Las encuestas más recientes dicen que los electores, o sea los mandantes, consideran que se ha incrementado la corrupción. Agréguese, que para cubrir el saqueo en Electricaribe nos pusieron a todos los colombianos a pagar lo que los corruptos se robaron. Por esas razones, y otras más, el 70% de la población colombiana desaprueba su gestión según la revista SEMANA basada en la última encuesta de Gallup Poll y agrega que “el pesimismo sigue creciendo en el país, justo en días en que el inconformismo se ha manifestado en las calles”. El 74% está de acuerdo con las manifestaciones y el 79% considera que las cosas van empeorando en el país. Tampoco se está cumpliendo lo relacionada con la paz que establece la constitución, ésta dice textualmente que “La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”. ARTICULO 22. En esa materia la deuda es muy, pero muy grande. Una deuda gigantesca con la sociedad colombiana que anhela vivir en paz. ferleyhenao@gmail.com