Santa Rosa de Cabal

Ferley Henao Ospina

En el Campo se Posesionó el Alcalde del Cambio.

En la vereda más lejana y abandonada, simbolizando un verdadero cambio hacia los sectores marginados, se posesionó, este lunes 30 de diciembre, el nuevo alcalde de Santa Rosa de Cabal, Rodrigo Toro Montes.

Un acto lleno de simbolismo que presagia un profundo cambio en la administración municipal, de cara a las comunidades ancestrales y a la ruralidad en general, es lo que vivieron los santarrosanos con el evento inaugural de la nueva administración que se inicia el 1 de enero.

Este simbolismo resulta de enorme trascendencia para Santa Rosa porque en sentido práctico es el comienzo de una nueva vida. Los corregimientos del Sur integrados por las Veredas San José, La Samaria, Volcanes, Las Mangas, Puente Albán La María, San Marcos, Cedralito y Alto Cedralito son la imagen más clara de una región abandonada.

Una muestra fehaciente de la marginalidad a la que ha sido sometida esta región de Santa Rosa es que para llegar a la Vereda Volcanes, lugar donde se celebró la ceremonia, hay que pasar primero por Dosquebradas, luego por Pereira y camino a La Florida desviarse cruzando un puente sobre el rio Otún.

En la Finca Alto Bonito, vereda Volcanes, tuvo lugar la ceremonia Sadhana Vital Mandala “La cosecha” que es una especie de “representación

del universo, de nuestra percepción de lo

inconmensurable, de lo sagrado en cada uno y en todo” que se efectúa “para agradecer a la pachamama mediante la danza, el silencio reflexivo y la meditación de la tierra”.

El simbolismo de realizar el acto de posesión en este lugar alejado, no por la geografía sino por la desidia, cobra una importancia inusitada si se tiene en cuenta que Santa Rosa de Cabal, junto con Dosquebradas, son los municipios de Risaralda con los peores indicadores agropecuarios.

Santa Rosa tiene una concentración del 65% en ganadería obsoleta, a pastoreo el 80% y apenas el 20% evolucionando hacia sistemas silvopastoriles. De la ineficiencia dan cuenta los indicadores que registran una res por cada hectárea (12.190 cabezas en 12.405 hectáreas) 50% leche, 26% carne y 24% doble propósito.

Los restantes productos del campo son: café que ocupa el 25% de su superficie agropecuaria, plátano asociado el 7% y el restante 3% en pequeños cultivos que no alcanza ninguno de ellos a representar ni el 1% y con rendimientos increíblemente bajos:

Mora 6,0 t/ha mientras en el departamento de Caldas rinden 18,9 (Más del triple), lo cual significa que, para cosechar 100 toneladas de mora, Caldas solo emplea 5,3 hectáreas, pero Santa Rosa derrocha 16,7 hectáreas (Huella Ecológica que incide en iguales proporciones en la Huella Hídrica).

Café, Santa Rosa igual que las medias departamental y nacional está en 1,4 t/ha al tiempo que Valle y Caldas rinden 2,0 t/ha. Aguacate Hass 6,0 t/ha frente al promedio de Risaralda que es de 12,0 t/ha y de Huila que es de 15,2 t/ha. Santa Rosa en Maíz cosecha 1,6 t/ha en tanto que Risaralda obtiene 4,5 t/ha, el departamento del Meta 6,7 t/ha y Chile y Estados Unidos 11,0 t/ha.

El mensaje es muy claro: A estas veredas hay que acercarlas por una carretera que las comunique con su cabecera municipal, pero también es imperativo acercarlas al conocimiento, a la innovación rural, a la productividad, a la competitividad y a la rentabilidad de los negocios rurales.

Solo con una diversificada, efectiva y eficiente actividad rural que combine Agrícola, Pecuario, Forestal, Turismo Rural (Agroturismo, Ecoturismo y Turismo Rural Comunitario), puede un municipio de esta naturaleza, brindar bienestar a toda la población tanto urbana como rural.