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Zulema, una de las pocas colombianas que cumplió 100 años
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La celebración
Rodeados de un escenario de amor, el día del festejo de los 100 años
llegó, siendo esta la ocasión perfecta que para que dos familias de
tradición como los Mejía y los Hoyos asistieran a este inolvidable
festejo, el cual se llevó a cabo en las instalaciones de la finca
Quimbaya en la vereda La Estrella Morroy en donde actualmente reside
doña Zulema con su hijo Gilberto.
En total fueron dos días de celebración, 7 y 8 de marzo en donde
acompañada del dúo musical Oscar y Julio, doña Zulema compartió con
sus hijos, amigos y familiares la bendición de cumplir cien años de
edad, un logro y tal vez un festejo que pocas familias hoy en día
cuentan con el privilegio de celebrar y como lo hicieron las
familias Mejía y Hoyos.
“Fue una preparación que tardó aproxima-damente un año, porque el
objetivo era reunir a familiares que incluso no se tenía contacto
con ellos y residen en otras ciudades. Fue una fiesta maravillosa y
contamos con la presencia de contar con personas de ciudades como
Manizales, Barranquilla, Bogotá y de otros lugares de Colombia”,
expresó Gilberto, uno de sus hijos.
Una vida colmada de
cosas buenas
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Una historia de inclusión social y familiar de dos familias que
contaron con el privilegio de celebrar el centenario de vida de uno
de sus integrantes.
Pocas son las personas que existen en Colombia, y quizás en el mundo
entero que actualmente alcanzan a cumplir los 100 años de
existencia, y en Risaralda se cuenta con la fortuna de tener uno de
estos casos tan especiales y a la vez tan esperanzadores.
Se trata de Zulema Mejía de Hoyos, quien aunque nació en Neira
Caldas, la mayor parte de su existencia la ha vivido en territorio
risaraldense, siendo ella una dama pulcra y luchadora de las mil y
un batallas y quien pese a sus cien años de edad, aún continúa
lucida, sana y guardando en su corazón aquellos momentos nostálgicos
del pasado.
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Y es que
pese a que doña Zulema cumplió cien años, todavía tiene fuerzas para
entonar canciones que se le quedaron impregnadas en el alma, pese a
que las canta en tono bajo y todas las mañanas cuando se levanta,
las mismas canciones que ella eligió para la celebración de su
centenario de vida.
Sin lugar
a dudas cumplir cien años de vida, es un acontecimiento único e
inolvidable, y así lo entendió Gilberto Hoyos, uno de sus hijos,
quien fue el artífice de la celebración y quien se ha convertido en
uno de los cómplices para que doña Zulema completara sus cien años
de vida y todo a sus cuidados paliativos que día a día Gilberto
realiza desde hace unos años como por ejemplo contar con médica
personalizada para su madre.
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