CALIDAD DEL AIRE NO MEJORA EN LAS CIUDADES

Sin embargo en ciudades como Medellín, Bogotá, Bucaramanga y otras capitales, presentaran significativos alivios en temas de medio ambiente y más en el material particulado que se está acumulando en el aire de estas capitales, la señal que presentan las ciudades a partir del simulacro son muy positivas, la actual situación envía un mensaje claro, se pueden tomar medidas drásticas para evitar la contaminación y deja de presente que se debe actuar con prontitud, pero recientes incendios en otros departamentos y vientos fuertes han arrastrado la contaminación a las grandes ciudades.
 

 Incendios forestales sin control y vientos arrastran nubes hacia las capitales

En diferentes departamentos de Colombia se están presentando grandes incendios que, prendieron las alarmas y la pregunta que está pasando, recientemente El cerro de Los Cominos de Tamacal, en jurisdicción del corregimiento Azúcar Buena (Valledupar), y el cerro de la vereda Guatapurí, ubicado al costado de la Sierra Nevada, afrontan fuertes incendios, también en el municipio de Quetame (Cundinamarca) tiene en alerta a las autoridades y al Cuerpo de Bomberos del departamento, que ha calificado la emergencia como "fuera de control".

Esta situación que es grave teniendo en cuenta que deja grandes concentraciones de (PM) en el aire y están son arrastradas a las grandes ciudades, generando concentración de contaminación en las ciudades ayudando a generar el caso ambiental.

Estos argumentos han sido discutidos por expertos en medio ambiente y no es claro las posiciones de muchos, sin embargo esta situación puso en evidencia que el medio ambiente necesita un respiro.

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Incendios fuera de control

Por: Uriel González Gómez

En medio de la crisis del covid-19, Colombia inicio su aislamiento social preventivo, situación que según expertos iba a traer buenos resultados en el aire, pero los últimos informes de los medidores para algunas grandes capitales han dejado ver que no es así; ¿entonces que está pasando con el aire?

En el aire se encuentra disuelta o en suspensión una mezcla bastante compleja de partículas líquidas y sólidas, o sustancias orgánicas e inorgánicas, que varían en tamaño, forma y composición.

Este informe evalúa las partículas menores a 2.5 micras (PM 2.5), las menores a 10 micras (PM 10), el dióxido de nitrógeno, el ozono, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre.

De acuerdo con recientes datos recopilados por las Corporaciones Autónomas Regionales correspondientes, Bogotá y Medellín continúan siendo las ciudades más contaminadas del país; en otras palabras, los ciudadanos de estas capitales respiran la peor calidad del aire en Colombia.
 

Pero una alerta desconcertó, aún más a los expertos que miden el aire en estas capitales y es que después de la cuarentena nacional y de

principal impacto en capitales como Bogotá y Medellín, los monitores que miden el aire registraron la última semana niveles de contaminación que dieron en alerta amarilla.

Los principales expertos no sabían que pasaba con esta situación, a la que lanzaron diferentes opiniones y llegaron a la conclusión de que, la suspensión de estas partículas en aire no se disminuyen tan fácil y definitivamente se necesitan mecanismos más estrictos para poder disminuir la contaminación y en este sentido el pico y placa no es la solución, en este caso el pico y placa solo sirve para mejorar el tráfico, pero el aire no.
 

Este panorama adquiere mayor relevancia, cuando se ha identificado la necesidad de aplicar medidas más drásticas para corregir la contaminación en las principales capitales de Colombia, al saber que el 87 (%) por ciento de la población colombiana vive en lugares donde los niveles de calidad del aire son perjudiciales para la salud; según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año 4,2 millones de defunciones prematuras; el 91 por ciento se producen en países de bajos y medianos ingresos; 8.000 muertes al año estarían relacionadas con la baja calidad del aire; y el costo para el país de este problema está cerca del 2 (%) por ciento del PIB ($15,4 billones de pesos).