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Periódico Online
El Imparcial Pereira
Carta a uno mismo
Este momento, es un momento sin precedentes en la historia
moderna del mundo. Habíamos oído hablar de la peste negra de
Europa pero parecía más un cuento escrito en un libro, que la
realidad.
Ahora nos estamos enfrentando a
situaciones que ni en el peor de los escenarios soñábamos,
parece una película de suspenso o terror. Por más que dejemos de
oír noticias todo el tiempo y que practiquemos meditación, nos
ejercitemos y cuidemos nuestro sueño, alimentación y
pensamientos, en algún momento nos hemos sentido y nos
sentiremos angustiados, sin rumbo.
Es cierto que en este momento no es bueno planear el futuro,
para no sentirnos decepcionados, ni más angustiados, porque que
no sabemos si las cosas seguirán igual, si los negocios van a
continuar de la misma manera o los empleos. Lo que si podemos
hacer ahora es permanecer en el aquí y en el ahora, ver las
cosas como son, no como nos gustaría que fueran y buscarle el
lado bueno a lo que tenemos.
En mis anteriores columnas los he invitado a mantener la calma,
a respirar y a controlar el diálogo interno, (si te las perdiste
te invito a visitar las anteriores ediciones del Imparcial y
leerlas o releerlas, no pierden vigencia
http://elimparcial.com.co/ediciones_anteriores/
indice-de-ediciones.htm), ahora
quiero proponerles que se escriban una carta para ustedes mismos
dentro de un año. Si, así como me leyeron: para que la lea su YO
del futuro.
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Para escribir esa carta debemos proyectarnos un poco al futuro,
pensar ¿cómo será ese YO del futuro?, probablemente igual a mi
YO del pasado, lleno de ocupaciones, sin tiempo, preocupado por
consumir, por comprar cosas de moda, artículos costosos que le
darán estatus, o tal vez esté preocupado por hacer, por
aprender, por conocer, por continuar, tal vez esté decepcionado,
triste, angustiado, deprimido o tal vez esté feliz y logró los
sueños que quería alcanzar (para logarlos, hay que soñarlos).
¿Cómo serán las condiciones en que podría vivir ese YO del
futuro?, les propongo que nos demos un tiempo para pensar en
nosotros mismos en el futuro.
La idea de escribir esta carta es para que valoremos todo lo que
tenemos en este momento, que no vemos por estar angustiados
pensando en un futuro, que quizás ni llegue. Pararnos a pensar
qué tenemos en este momento, que es mucho mejor que lo que tuve
antes y que podrá ser mejor que lo que venga después. Las
personas que me acompañan, que hacen parte de mi vida, el lugar
que habito, las posibilidades laborales que tengo, el tiempo que
me sobra para hacer el ejercicio que necesito, aprender lo que
nunca tuve tiempo de aprender, limpiar todo tan a fondo que por
fin quede impecable la casa y la cabeza… y así podrían continuar
infinito. |
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¿Qué otras cosas son importantes en este momento a parte de las
mencionadas? El cariño que nos expresan nuestros seres queridos,
nuestros amigos, nuestra familia, las personas con las que
convivimos a diario, el espacio y el tiempo que tenemos para
conocer a los que están más cercanos y a nosotros mismos… ¿Qué
tal está resultando ese encuentro contigo mismo? ¿Eres una
persona agradable? ¿Sabes divertirte? ¿Eres positivo? ¿Observas
lo mejor de ti, de los otros, de las circunstancias? ¿Eres
propositivo? ¿Disfrutas al estar contigo?
Esta carta no solamente es importante para ver las cosas como
son en este momento y para valorar las pequeñas cosas que
tenemos, valorar la vida simple, la verdadera, porque las cosas
superfluas no las estás usando: el carro está parqueado, las
joyas guardadas, al igual que la ropa lujosa, el maquillaje,
etc. Esta carta también es muy importante para que en el futuro
no olvidemos de dónde venimos, quienes somos, las experiencias
que nos fortalecieron, porque sin duda esta experiencia que
estamos viviendo es una de esas.
Es muy importante no olvidar todo lo que está sucediendo ahora,
esta enseñanza sobrenatural, que nos ubica en el lugar que
debemos estar, recordarnos en el futuro que somos los que
dominamos nuestro tiempo y no al revés. Recordarle a ese YO del
futuro que no se olvide de ser niño, de divertirse, disfrutar y
jugar, y explicarle que pasa si no lo hace (ya tenemos
suficiente experiencia en eso: nos volvemos amargados, tristes,
melancólicos).
Decirle a ese YO del futuro que ojala haya sabido crecer y
adaptarse sin perderse por el camino. Que quiero que en el
futuro vuelva a escribir otra carta a ese otro YO futuro y que
así se haga más fuerte la prueba de que existen sueños que
merecen la pena: tanto ser imaginados, como planificados, como
vividos, incluso no materializados. Decirle por último a ese YO
del futuro que VIVA, realmente, así, en mayúsculas.
¿Qué te pareció el tema de hoy? Escríbeme si tienes preguntas,
dudas o inquietudes, estaré atenta a acompañarte. ¡No dudes en
contactarte conmigo! ¡Hasta la próxima!
Juliana Arenas Jiménez
Terapeuta Transpersonal
Mail: juliana@julianaarenas.com
Página web: julianaarenas.com
Whatsapp: +573002711756 |
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