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Comida típica del Eje Cafetero
No es otra cosa que la comida campesina de hace siglos que decidió quedarse en
casa para siempre. Al respecto, puede que la modernidad nos traiga platos
gourmet y magníficas preparaciones mediterráneas u orientales, pero la carta
gastronómica paisa, a su vez deudora de la colonia española heredada hace siglos
y transmitida de familia en familia, lidera las preparaciones de cada día.
Miremos entonces los platillos más representativos de la región cafetera, que de
plano denotan una fuerte influencia antioqueña.
Bandeja paisa: el gran jefe de los platos paisas y cafeteros. Nadie lo discute.
No necesita ningún tipo de presentación, pero puede que haya por allí algún
desafortunado que aún no haya deleitado su paladar con este banquete, así que
aquí una descripción que por sí sola ya hace agua a la boca: la bandeja paisa se
compone de frijoles y arroz, carne molida, chicharrón, chorizo, huevo frito,
arepa, plátano frito, bien sea maduro o verde, una buena porción de aguacate y
el jugo de la tarde. Y todo en abundancia. |
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Arroz y legumbres: legumbres decimos para referirnos a otras exquisiteces
como los frijoles. Por aquí les dicen granos y son las lentejas, los
blanquillos, las arvejas y garbanzos, hermanos de los frijoles y tan
deliciosos como éstos. La preparación siempre va acompañada de algún
tubérculo finamente troceado y de algunas frituras. No falta entonces el
buen plato de arroz blanco y la ensalada.
Mondongo: una de las sopas de sabor más memorable que se puede encontrar en
el recetario paisa es el mondongo. Básicamente es una fuerte sopa de
verduras y un poco de arroz, cocida con… mejor si lo pruebas, es una
delicia, pero describir su ingrediente principal no alegra algunos lectores.
Si no te dan esta delicia con arepa, aguacate y un poco de ají, quéjate de
inmediato con la casa.
Trucha: la arcoíris, a la plancha o al ajillo, es toda una institución
gastronómica en el Quindío. Los estanques de trucha arcoíris tienen el
negocio casi que asegurado, porque este pez se consume en cantidades
increíbles. Lugares como Salento, la Florida y otras zonas rurales, aguardan
a los comensales con suculentas preparaciones de la especie. Una fina capa
de patacón bajo la crujiente trucha es una visión que paga cualquier costo.
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Sancocho: este platillo se ha mantenido casi igual desde que se creó en la
Colonia. Es un caldo bien cargado de carbohidratos, los que están muy
melindrosos con la dieta que ni se acerquen al caldero porque el sancocho es
la extraordinaria conjunción de papas, yuca, plátano y carnes de todo tipo.
Y todo en porciones generosas. Ahora, el plato lo completa la porción de
arroz, la ensalada, el aguacate y quién sabe, otro gran trozo de carne fuera
de borda.
Calentao paisa: nada para el enemigo, o para el desperdicio. Si sobran
legumbres y arroz, ¡A la nevera entonces! Mañana será otro día. Y se espera
con ansias, porque el 'calentao' va a parar directamente al desayuno cuando
las lentejas y los frijoles (también tiene otros insumos) se calientan, se
mezclan con guiso y se acompañan con arepa. Lo increíble es que saben mucho
mejor que el día anterior.
Arepa: o la señora más versátil de todo platillo paisa. Es una tortilla de
maíz que asada al carbón no queda ilesa en ningún plato: todos le dan la
probada. Y qué preparaciones tenemos: arepa con queso, con guiso, con carne
frita o desmechada, con mantequilla, con guacamole, con huevos en toda
variante, con sopas, remojándose en el chocolate, etc. Absolutamente puede
acompañar lo que sea.
Sudados: y famosos. Es un nombre curioso para designar una especie de
cocido, pero que sabe genial y asalta el hambre, de eso que no quede la más
mínima duda. Su composición es lo mejor de la huerta local: papa, yuca,
plátano, 'hogado' al gusto y algunas presas de carne de res, pollo e incluso
pescado. Siempre lo acompaña una rica ensalada y una imperdible rebanada de
aguacate.
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