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EE.UU.
empieza a trasladar silenciosamente a migrantes venezolanos a Colombia |
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El jueves pasado, el Departamento de Seguridad Nacional devolvió a dos
ciudadanos venezolanos a Colombia, donde habían residido previamente, dijo
el departamento a CNN, añadiendo que se espera que los vuelos a Colombia se
realicen "de forma regular".
"Como parte de los esfuerzos de mitigación del Covid-19 de Estados Unidos,
el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) continúa aplicando la autoridad
de salud pública del Título 42 de los CDC con todos los individuos que se
encuentran en la frontera suroeste. Sin embargo, la capacidad del DHS para
expulsar a los individuos puede ser limitada por varias razones, incluyendo
la habilidad y capacidad de México para recibir individuos de ciertas
nacionalidades", dijo el departamento en un comunicado. También añadió que
el DHS ha devuelto a los migrantes a terceros países de la región donde
habían vivido o tenían estatus.
El departamento también reconoció la precaria situación de Venezuela al
conceder una forma de ayuda humanitaria a los venezolanos que ya están en
Estados Unidos.
Aun así, el gobierno de Biden sigue confiando en la orden de salud pública y
recientemente la defendió en corte. Justamente, una medida que recibió
críticas de los defensores de los inmigrantes y de los legisladores
demócratas. La reciente decisión de expulsar a migrantes de Venezuela ––un
país en crisis–– a Colombia revela una mayor dependencia sobre la orden de
salud pública, en medio de un creciente número de venezolanos que llegan a
la frontera entre Estados Unidos y México.
En diciembre, la CBP de EE.UU. registró 24.819 venezolanos en la frontera
sur de EE.UU., entre adultos solos, familias y menores. Lo que representa un
aumento con respecto al mes anterior y una tendencia al alza. Como punto de
comparación, en diciembre de 2020, la CBP solo encontró unos 200 migrantes
venezolanos, según datos de la agencia.
Mientras que decenas de miles de migrantes han sido rechazados en la
frontera entre México y Estados Unidos, algunos, como los sudamericanos, no
son aceptados por México. Por lo tanto, esas personas en gran medida no
pueden ser expulsados. En virtud de la autoridad sanitaria, el DHS ha
expulsado a migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Brasil.
Algunos migrantes de Venezuela cruzaron la frontera en Yuma, Arizona, a
menudo volando a un aeropuerto en México y luego cruzando en una brecha a lo
largo del río Colorado, acortando el viaje a solo días.
Es la
opción más viable para muchos venezolanos y brasileños, por ejemplo, que no
pueden obtener una visa que les permita trabajar en EE.UU., o que no pueden
permitirse la larga espera del proceso de inmigración legal. Recientemente,
México puso en marcha nuevas restricciones de visado para los venezolanos
que viajan a México. Estados Unidos ya tomó medidas para tratar de reducir
el número de migrantes en la frontera con México. El año pasado, el gobierno
comenzó a trasladar al interior de México a los migrantes aprehendidos en la
frontera sur y sujetos a la política fronteriza de la era Trump vinculada a
la pandemia.
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El gobierno de Joe Biden, incapaz de regresar a su país de origen a un número
cada vez mayor de venezolanos detenidos en la frontera entre México y Estados
Unidos, los está enviando ahora a Colombia si previamente residían allí, según
dos funcionarios de Seguridad Nacional.
Los funcionarios de la Casa Blanca están cada vez más preocupados por el gran
número de adultos solteros que siguen cruzando la frontera sur de Estados
Unidos, especialmente de países que México no acepta bajo una controvertida
política de la era Trump, dijeron dos fuentes familiarizadas con las
discusiones.
Los vuelos de venezolanos a Colombia, de los que no se ha informado previamente,
representan otro esfuerzo del gobierno para tratar de frenar el flujo de
migrantes, alejando a quienes llegan más allá de la frontera entre Estados
Unidos y México, incluidos los que buscan asilo.
En diciembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP,
por sus siglas en inglés) registró más de 13.000 adultos solteros procedentes de
Venezuela en la frontera sur de EE.UU., frente a los 96 de diciembre de 2020,
según datos de la agencia.
Una crisis humanitaria y la inestabilidad política se han apoderado de Venezuela
en los últimos años. Alrededor de 6 millones de personas han huido del país, de
acuerdo con la ONU, generalmente a otras partes de América Latina que también
tuvieron dificultades durante la pandemia.
De hecho, el deterioro de la
situación en Venezuela se ha reconocido de manera bipartidista. El año pasado,
los senadores Marco Rubio, republicano, y Bob Menéndez, demócrata, presentaron
una resolución del Senado en la que expresaban su alarma por la situación del
país.
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Colombia también concedió un estatus legal temporal a los venezolanos que
llegaron al país, permitiéndoles trabajar legalmente. Pero, aquellos que
optaron por viajar a la frontera de Estados Unidos para buscar protección
allí quedan ahora con la expulsión a Colombia a miles de kilómetros de
distancia de la posibilidad de solicitar asilo.
La situación en la frontera
La situación de la frontera entre EE.UU. y México ha perseguido al gobierno
de Biden desde sus primeros días, a medida que un número cada vez mayor de
migrantes llega a este lugar para huir del deterioro de las condiciones en
el hemisferio occidental. Los republicanos han aprovechado recientemente las
liberaciones de migrantes ––algunos de los cuales no se pueden expulsar
debido a su nacionalidad–– para mostrarlas como otro ejemplo de lo que
describen es un mal manejo del gobierno en la frontera.
Bajo una polémica orden de salud pública, conocida como Título 42, las
autoridades pueden expulsar rápidamente a los migrantes que se encuentren en
la frontera sur de EE.UU. Esto impide, de hecho, que los solicitantes de
asilo presenten
su petición y marca una desviación sin precedentes del protocolo anterior.
La medida se implementó al comienzo de la pandemia de covid-19, a pesar de
las sospechas entre los funcionarios de que tenía una motivación política.
La Casa Blanca se ha remitido en repetidas ocasiones a los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
sobre el futuro de la política. En ese sentido señala que la agencia la
considera necesaria dadas las variantes delta y ómicron del coronavirus. |