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Peores hábitos de
ciberseguridad
El año nuevo es una buena oportunidad para recalibrar la vida digital, y una
parte cada vez más importante de este proceso es la ciberseguridad. Una mejor
seguridad debería significar estar más aislado del riesgo de robo de identidad y
pérdida financiera. El costo de estas estafas, en su mayoría en línea, alcanzó
un récord de US$56 billones en 2020. Aunque las organizaciones con las que se
interactúa tienen el deber, y a menudo la responsabilidad legal, de mantener los
datos protegidos, es importante que los usuarios aporten su granito de arena.
En Estados Unidos, según el U.S. Identity Theft Resource Center, un tercio de
las víctimas de delitos de identidad afirmó que no tenían suficiente dinero para
comprar alimentos o pagar los servicios públicos el año pasado como resultado de
un fraude. Es por eso que se recomienda romper estos 10 malos hábitos.
Utilizar software obsoleto
Las vulnerabilidades en los sistemas operativos, navegadores y otros software en
la PC y dispositivos son una de las principales formas que les permiten atacar a
los ciberdelincuentes. |
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La buena noticia es que, al activar
la funcionalidad de actualización automática y al hacer clic para actualizar
cuando te lo solicite, esta tarea no necesita entrometerse demasiado en la vida
cotidiana.
Tener una mala higiene de contraseñas
Las contraseñas representan las llaves de nuestra puerta de entrada digital.
Desafortunadamente, como en la actualidad son tantas -alrededor de 100 por
persona, en promedio-, se tiende a utilizarlas de manera insegura. El uso de la
misma contraseña para múltiples cuentas y credenciales fáciles de adivinar les
da a los hackers una enorme ventaja ya que poseen softwares para probar
variantes de uso. Por esto ESET recomienda utilizar un administrador de claves
para recordar contraseñas, o frases de contraseña, únicas, fuertes y seguras.
Conectarse a Wi-Fi público
Utilizar el Wi-Fi público implica riesgos ya que los hackers pueden usar las
mismas redes para espiar el uso de Internet, acceder a cuentas y robar las
identidades. Para mantenerse a salvo, es importante tratar de evitar por
completo estos puntos críticos públicos. Y, si se deben utilizarse, no iniciar
sesión en ninguna cuenta importante mientras se esté conectado.
No pensarlo dos veces antes de hacer clic
Phishing es una de las ciberamenazas más prolíficas que existen. Emplea una
técnica conocida como ingeniería social, donde el atacante intenta engañar a su
víctima para que haga clic en un enlace malicioso o abra un archivo adjunto
cargado de malware. La regla número uno para frustrar estos ataques es: pensar
antes de hacer clic.
No usar seguridad en todos los dispositivos
No hace falta decir que en una era de amenazas cibernéticas prolíficas, es
necesario tener protección antimalware de un proveedor de
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buena reputación en
todas las PC y computadoras portátiles. Pero ¿cuántos extienden la misma
seguridad a los dispositivos móviles y tabletas? Por lo que se debe proteger
los dispositivos hoy mismo.
Utilizar sitios web inseguros
Los sitios HTTPS utilizan cifrado para proteger el tráfico que va desde el
navegador web al sitio en cuestión. Esto tiene dos propósitos: autenticar
ese sitio web como genuino y no como una propiedad web fraudulenta o de
phishing; y garantizar que los ciberdelincuentes no puedan espiar las
comunicaciones para robar claves e información financiera.
Compartir el trabajo y la vida personal
Muchos pasaron gran parte de los últimos dos años fusionando una línea, que
alguna vez estuvo claramente definida, entre el trabajo y la vida personal.
A medida que la línea se ha vuelto más borrosa, el riesgo cibernético se ha
infiltrado. Al considerar, por ejemplo, el uso de correos electrónicos y
contraseñas de trabajo para registrarte en compras de consumidor y otros
sitios. ¿Qué pasa si esos sitios son violados? Entonces los hackers serán
capaces de secuestrar la cuenta corporativa.
Dar detalles por teléfono
El phishing por voz, también llamado vishing, es una forma cada vez más
popular de obtener información personal y financiera de las víctimas. A
menudo, los estafadores disfrazan su número real para agregar legitimidad al
ataque. La mejor regla general es: no entregar ninguna información
confidencial por teléfono.
No realizar una copia de seguridad
El ransomware está costando a las empresas cientos de millones al año. Por
lo tanto, a veces es fácil olvidar que todavía hay variantes que acechan a
los consumidores. Imagina si, de repente, se bloqueara la PC del hogar. Por
eso, las copias de seguridad regulares, de acuerdo a la regla de backup
3-2-1 para mejores prácticas, brindan tranquilidad en caso de que suceda lo
peor. |
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