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Creciendo o No en lo social
Hemos visto por varios años como algunas sociedades se adaptan a los cambios
y resurgen , mientras otras sólo intentan sobrevivir y darle una vuelta a la
sociedad e intentar engañar la verdad.
Somos sociedades totalmente distintas, así hablemos el mismo idioma, entre
culturas, valores y enseñanzas todos somos distintos, personas con virtudes
y defectos, con inteligencia y pulsiones también. Para el inglés Thomas
Hobbes, las pasiones son el principio del movimiento en los hombres, y el
pensamiento está a su servicio.
Esas características humanas no tienen nada de malo per se e incluso nos
hace imperfectos. Sin embargo, el riesgo que corremos es que nuestras
preferencias, en esa subjetividad natural que nos caracteriza, nos lleven a
posiciones extremas y nos refugiemos en unas trincheras mentales de las
cuales no podemos salir, evitamos los cambios o transformaciones necesarias
para sobresalir.
Una vez que tomamos posiciones en la vida, nos cuesta cambiarlas aunque nos
demos cuenta de que estamos errados, los cambios se nos hacen cada vez más
difíciles de realizar, sobre todo cuando se trata de lo educativo y social.
A casi nadie le gusta admitir que se equivocó, les cuesta entender que en la
otra parte hay un ser distinto e incluso las comparaciones son ofensivas en
algunos momentos, también solemos pensar que somos dueños de la verdad.
Así mismo hay que tener mucha madurez y sabiduría para aceptar nuestros
errores de juicio, incluso de los momentos de mayor verdad. No nos gusta dar
nuestro brazo a torcer, nos volvemos predecibles y confiados en nuestra
verdad. De esa manera, fácilmente se nublan los razonamientos y nos
convertimos en seres testarudos.
Otro filósofo francés, esta vez Michel de Montaigne, afirmaba en sus
célebres Ensayos que “la terquedad y el ardor de la opinión, son la prueba
más segura de la estupidez”, por lo tanto se debe detener la marcha y
reflexionar sobre que son las verdades. El escritor austríaco Stefan Zweig
fue otra víctima de la justa medida. Siendo judío e intelectual, nunca quiso
tomar parte militante en la Segunda Guerra Mundial. Zweig simplemente se
resistió a hablar de política. Afirmaba que “El intelectual debe permanecer
cerca de sus libros”, como también: “Ningún intelectual ha estado preparado
para lo que requiere el liderazgo popular”. Eso le granjeó muchas
antipatías, por parte de la gente que quería que se pronunciara abierta y
claramente contra Hitler.
En la política social que enfrentamos en la actualidad no entendemos muchas
cosas, pero si sabemos identificar el error, las declaraciones de algunos
actores políticos de la actualidad nos dice de que están hechos y cuáles son
sus verdaderas intenciones, pero no queremos creer y razonar de lo que
vendrá, es allí donde toca utilizar el recurso de análisis y reflexión para
retomar el rumbo, el domingo 13 de marzo Colombia dio una data, que muchos
no quieren entender o peor aún, desean ocultarlo, entre el Voto Blanco,
nulos y abstención hay mayor número que los que si decidieron expresarse en
las urnas, se debe buscar una explicación, sin
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embargo es más que claro el inconforme de los electores, muchos
mantienen la terquedad de querer tomar un camino fácil y demagogo, otros
temen a los cambios y la mayoría no cree.
¡Buenos días familia!
El tumbis que hace
4-72 o correo nacional
Zahur Klemath Zapata
Esta es la edición 12.898-478 de El Imparcial de hoy Sábado 19 de
Marzo de
2022.
Hoy fui a enviar unas cartas a lo que antes se llamaba Correo Nacional y hoy
4-72. Me quedé sorprendido por el coste de una simple carta en el territorio
colombiano. El país es un poco más grande que el Estado de Texas.
Una carta hasta 100 gramos cuesta $8.000, pesos el envío a cualquier parte
de Colombia, aproximadamente $2.10 dólares y esa misma carta en el
territorio Norteamericano cuesta $0,59 centavos. Todas estas cosas hacen que
la gente no crea en la administración del país. Con estos precios cualquiera
se desanima a usar un servicio que es indispensable para los negocios y la
comunicación entre los seres humanos. Que haya Internet y toda esta
tecnología, no quiere decir que la gente no necesita enviar paquetes,
documentos y un sinnúmero de papeles que es la única forma de hacerlos
llegar a su destinatario.
Esta manera de cobrar lo que ha hecho es hacer retroceder y empobrecer la
calidad de comunicación que había existido. Uno queda sorprendido con la
calidad de personajes que manejan el país, esa corta visión y precario
sentido de lo que es la grandeza de una nación. Pero para corromper el país
si están listos porque encuentran en cada acción poder sacar una tajada como
se dice en el lenguaje callejero.
Cada día han llevado al país a convertirse en una colcha de retazos y cada
cual en sus regiones es el reyezuelo que maneja su territorio como a bien le
convenga.
Ya no tenemos rieles para que corra el tren, las carreteras son de tercera
clase, las comunicaciones están en empresas que cobran hasta por dejar un
mensaje. Los campesinos sobreviven porque no tienen carreteras, los
impuestos no dan tregua y los bancos se quedan con los ahorros de la gente.
El sistema laboral da vergüenza, la plata de las pensiones se desaparece y
va a terminar en manos de quienes no tienen nada que ver con ella.
Hoy hable con alguien que se precia de ser muy inteligente, me sorprendió su
forma de expresar y su falta de análisis a lo que realmente está pasando en
el país, y como él es la gran mayoría de personas que no comprenden que lo
que está pasando aquí es peligroso por lo que puede suceder en un futuro
cercano.
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CRÓNICA DE GARDEAZÁBAL # 376
Alfonso
Santacoloma
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Audio:
AUDIO: https://www.spreaker.com/user/8676384/2022-03-18-06-00-11-computer-record
Cuando aquella remota noche del 22 de febrero de 1957 le dieron bala a
Alfonso Santacoloma Román,el Tuluá de mis 12 años se estremeció tanto que me
costará muchísimo trabajo olvidar todo lo sucedido ese día y los siguientes
mientras agonizaba, moría y enterraban dos días después al máximo líder
liberal de Tuluá, al firmante de la carta a El Tiempo denunciando a León
María Lozano, “El Cóndor”. Llegaba aquella noche a jugar parqués en el Club
Colonial, como lo hacía casi todas las noches.
Trataba de cuadrar su camioneta
finquera cuando le dispararon. Al asesino lo protegieron en su huída a pie
los uniformados que amparaban la horrorosa violencia que vivíamos. Trajeron
los dos mejores neurólogos de Cali para tratar de salvarle la vida en el
Hospital San Antonio. Fué inútil.36 horas después murió y aunque esa noche
había toque de queda, cargado por los médicos y enfermeros que lo ayudaron a
bien morir, desfilaron con su cadáver por las calles de Tuluá hasta llevarlo
a su casa. No entendí entonces lo raro y pesado que se respiraba sino cuando
alelado con una banderita blanca de papel vejiga, ondeándola en uno de los
andenes de mi pueblo, acudí a ver pasar al día siguiente su nutridísimo
cortejo. Se sentía la furia. Se olía la frustración.
A los firmantes de la carta
suicida los seguían matando. Pero al “Cóndor” hacía casi un año que lo
habían matado también en Pereira, donde estaba extraditado por el gobierno
de Rojas Pinilla. Ya no había a quien achacarle la culpa .La violencia era
un monstruo de mil cabezas y quienes mataban diariamente se volvieron
inatajables. En mi terruño los muchachos de ahora poco saben quien fue
Alfonso Santacoloma ni cuanto nos aporreó esa locura sangrienta que se
vivió. Apenas si recuerdan su nombre cuando en noveno curso les pusieron a
leer mi novela. Los dizque dirigentes liberales que quedan ya no piensan en
los héroes inútiles ni en los caídos en las atroces y siempre imbéciles
batallas partidistas. Solo anhelan los contratos. Así y todo, el Centro de
Historia de mi pueblo y sus descendientes se reunirán esta noche a las 7 en
la Capilla de los Osarios de los Salesianos, al pie de la tumba que guarda
sus cenizas, para honrar su memoria y sus méritos, pero sobretodo para no
dejar perder ni su recuerdo ni su esperanza al cumplirse en esta fecha 100
años de su nacimiento.
El Porce,
Marzo 18 2022
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