En el caso de los libros digitales, se expidieron un total de 7.857
ISBN, en el 2021, representando un aumento de 304 títulos más frente
a los registrados en 2020. Esto representa el 38,5 % del total de
los registros asignados. “Lo anterior no quiere decir que este es el
comportamiento de las ventas de los libros el año anterior, pero sí
indica un crecimiento de la edición digital en los últimos años”,
aclara el directivo del gremio.
Hay otros dos factores que afectan el lento despegar de esta
industria. La dura crisis mundial de las materias primas, en
especial el costo del papel, y la apuesta estatal por la compra de
libros escolares, que representa un porcentaje importante de las
ventas del sector Para cualquiera que haya ido a una librería en los
últimos meses, no deja de sorprenderle que algunos libros han
alcanzado precios que los convierten en verdaderos artículos de
lujo, superando incluso el costo de una botella de vino de alta
gama. En especial las novedades importadas. Hay libros que superan
los 120.000 pesos; incluso un libro impreso en Colombia, con un
papel de baja calidad, puede llegar a los 65.000 pesos.
“Los libros en Colombia tienen los niveles de precios
internacionales. No obstante, en los últimos meses se han visto
afectados por un gran aumento de los precios internacionales del
papel y buena parte de los insumos importados para la impresión,
debido a los efectos pospandemia en la producción y transporte del
papel.
Para enfrentar esta crisis del papel, las editoriales han acudido a
varias estrategias. Algunas han tenido que subir precios, otras han
optado por disminuir el gramaje del papel o racionalizar sus
tirajes. Incluso, se ha llegado a la decisión de posponer
lanzamientos de novedades de gran tiraje.
A esto se suma el pobre desempeño del rubro de libros escolares, uno
de los subsectores más importantes de la industria editorial
colombiana. “El sector público ha dejado de comprar textos y otros
materiales educativos para cerca de ocho millones de estudiantes de
la educación oficial”, agrega. En este punto, el directivo anota que
entre los 200 mejores colegios de Colombia, según las pruebas Saber
2021, solo hay dos instituciones públicas. Sobre este punto, EL
TIEMPO contactó al Ministerio de Educación para saber las cifras de
compra de libros, pero al cierre de este informe no se recibió
respuesta de esa cartera.
“A pesar de lo anterior, y soportado básicamente en los colegios
privados, el sector de texto escolar
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participó con el 37,5 % de las ventas
de la industria editorial de 2020, con un decrecimiento del 6 % con
respecto a 2019, pero menor a la reducción que tuvo la industria del
libro en 2020 con motivo de la pandemia”.
De todas maneras, se muestra
esperanzado de que en el futuro el Gobierno haga una apuesta
importante por la gratuidad del texto
escolar para los ocho millones
de jóvenes de educación pública
primaria y secundaria, el que
considera “un derecho de los estudiantes”.
“Esperemos que el próximo gobierno, atendiendo a los programas que
todos los candidatos presidenciales dicen tener para mejorar la
calidad de la educación pública en Colombia, vean que los textos
escolares son un medio muy importante para lograr cerrar la brecha
que hoy existe en la calidad de la educación en el país”.
En esta apuesta por la calidad
educativa y la mejor comprensión y capacidad lectora de los niños y
jóvenes, otro de los factores claves en la cadena del libro son las
bibliotecas. Para él, las más de 1.550 bibliotecas públicas de
Colombia “hay que protegerlas como un gran activo cultural”,
manteniendo sus colecciones bibliográficas actualizadas.
“Para lo anterior e habían destinado unos recursos del impuesto a la
telefonía celular, pero en una reciente reforma tributaria estos
recursos se redujeron sustancialmente hasta el punto que las
colecciones de la red de bibliotecas públicas no se actualizan en la
medida de las necesidades”.
Los otros jugadores importantes de la cadena editorial son las cerca
de 200 librerías del país. “La CCL, en unión del Ministerio de
Cultura e Idartes, estableció un programa para la dotación de
páginas web y comercio electrónico de 56 librerías. Y podemos
afirmar con satisfacción que por motivo de la pandemia no se cerró
ninguna librería en Colombia”.
Por Teresa Pardo
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