EDITORIAL
EPS colapsadas en Colombia
Para nadie es un misterio que el
servicio de atención en salud a comparación de otros países de
América Latina ha sido precario pero la realidad es que en estos
últimos días han sido bastantes las quejas de personas que aseguran
que cada vez es más demorada la atención para la solicitud de citas
médicas, radiografías, entre otros procedimientos médicos.
No cabe duda alguna que una de las razones por las cuales se ha
venido presentarse este inconveniente tiene que ver con el hecho que
a muchas EPS se les incrementó de manera considerable el número de
los usuarios que son beneficiarios para la prestación de servicio de
salud, hablando específicamente de los usuarios de la EPS Medimás
recién liquidada y cuyos beneficiarios tuvieron que ser distribuidos
en diferentes EPS.
Este hecho ocasionó que muchas de estas EPS disminuyeran la calidad
en su servicio, situación que se traduce entonces en citas mucho más
demoradas, procedimientos médicos como radiografías que quedan en
situación de espera, entre muchos otros.
Lo único cierto es que ahora en vísperas de elecciones, MODIFICAR EL
SISTEMA DE SALUD con mucho más énfasis en la PREVENCIÓN para de esta
manera evitar que se disminuya la calidad del servicio de las EPS.
En este sentido algunas propuestas viables que se ponen en la mesa
es la denominada “Médico en casa”, una iniciativa que consiste en
que personas de sectores vulnerables cuenten con la oportunidad de
acceder hasta de manera gratuita a los servicios de salud y a
programas de prevención en salud.
El mal de los intermediarios
Como dice el dicho, el sol no se puede esconder con una mano y la
realidad que nos embarga es que debemos de reconocer, y
principalmente las grandes esferas políticas del país deben de
reconocer que los INTERMEDIARIOS para la prestación del servicio
entre las EPS y las I.P.S abren la puerta para que estos famosos
intermediarios finalmente se queden con el dinero y se roben la
plata de inversión en salud.
Sin embargo, lo más triste del asunto es que lo más seguro es que no
pase nada, absolutamente nada y sigamos como antes sin que nada
cambie, simple y llanamente porque todos los colombianos nos
acostumbramos a que tenemos un sistema de salud muy malo y que por
lo tanto, empezamos a observar esta situación como algo muy normal
porque ya nos acostumbramos a esta realidad y tenemos en la mente
que nada ni nadie la podrá transformar.
Si todos los colombianos nos uniéramos, sin lugar a dudas estaríamos
en la capacidad de luchar por un mejor país, un futuro digno en el
que todos los colombianos tengamos derecho para acceder a un
servicio de salud digno, confiable y eficaz.
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No importa lo que pase en estas elecciones, Colombia es
primera
Por Zahur Klemath Zapata
zkz@zahurk.com
Esta es la edición 12.936-517 de El Imparcial de hoy sábado 18 de junio de 2022.
Hay una gran mayoría de colombianos que
están hastiados de tanta mala prensa, del odio que brota por todas partes como
si el mundo se fuera a terminar. La gente se incomoda cuando una persona es
contraria a la idea del otro y que no tienen puntos de vista iguales. Es como si
fueran enemigos.
Estas elecciones vendrán y pasarán a otro plano y la vida continuará como un día
más en nuestra existencia. Nadie conoce al candidato mejor que él mismo. Él sabe
solo su ruta, y lo que busca a través de su discurso. Los demás son corderos que
están guiados por lo que escuchan y lo que cada uno quiere que suceda.
El siglo de la ilustración trajo consigo muchos buenos pensadores que
presagiaban un mundo mejor, se escribió esa realidad que se vivió y creó un
ambiente que posteriormente género en la revolución francesa.
Esta revolución marcó el destino de gran parte de la humanidad. Fue una bandera
que todos apostaban que se iba a iniciar una nueva era. En todo ese proceso casi
nadie quedó vivo de quienes iniciaron la revuelta. Desde el rey y la reina
murieron y el resto fue guillotinado hasta purgar toda una sociedad. Dejó un
buen ejemplo de lo que es una revolución. Al igual que la revolución bolchevique
y las que siguieron después.
Que hemos aprendido del pasado. Nada, porque seguimos esperando que un líder nos
salve de nuestras penurias y nos ubique en mejor posición de la que estamos. La
verdad es que nadie va a salvarnos ni abrirnos la boca para alimentarnos como si
fuéramos pichones en el nido.
El cambio nace en cada uno de nosotros en la medida de nuestras capacidades
intelectuales y nuestra independencia y autonomía. Si carecemos de esto,
simplemente estamos a merced del que se suba al púlpito a pregonar por la
salvación de nuestras vidas. Lo cual jamás va a suceder.
Las sociedades que han logrado superar todos los obstáculos, es porque se han
unido en una realidad que atañe a todos y como si fuera un convite todos
trabajan para el bien común. Y esto ya está demostrado que si se puede lograr.
Los países con líderes, no son paraísos. Son naciones dominadas por un grupo
minoritario que está apoltronado en el poder y nadie se mueve sin el visto bueno
de esa maquinaria. El resto son simplemente números que suman y producen para
que ese sistema exista.
No importa lo que pase este fin de semana, el lunes seguirás trabajando en lo
que sabes hacer y el triunfo quedará en manos del elegido.
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Crónica de Gardeazábal # 436
¡A MERCAR!
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio: https://www.spreaker.com/episode/50236405
Hoy, cuando va mi última crónica de la semana y será a su vez la
única antes del crucial día de elecciones del domingo, no puedo
entrar a la película repetida de convocar a votar, como muchos
colegas del oficio de opinar lo están haciendo. Tampoco voy a decir
por quién depositaré mi voto en la Escuela Mélida Cruz de Madrigal,
la vereda más cercana a El Porce, donde he vivido los últimos años
de mi vida y aspiro que me dejen estar hasta que las dolencias de la
vejez u otro covid tan de mala clase como el que me dio hace 50 dias
me maten. Me he abstenido expresamente de hacer proselitismo por
medio de este rinconcito de opiniones y comentarios diarios.
Estoy convencido que le presto un mejor servicio a mis lectores y
oyentes siendo crítico frente a quienes presentan sus candidaturas.
Por esa misma razón cuando las elecciones del 13 de marzo advertí
claramente desde aquí que no iría a votar porque el drástico cambio
sufrido en la manera de hacer política en Colombia había convertido
a los congresistas en una cooperativa de contratistas y que es de
allí desde donde nace la gran marejada de la corrupción que se ha
comido las estructuras y el pensamiento de la patria.
El domingo empero votaré porque ambos candidatos de alguna manera
han prometido o significado el cambio. El señor Petro, ha hecho
parte de esa evolución del Congreso hacia los contratistas y su
respaldo electoral está amparado por la sigla endeble del Pacto
Histórico, que es de todas maneras una denominación política, pero
él ha repetido hasta el cansancio que simboliza el cambio y con sus
maneras leninistas de hacer la campaña lo ha corroborado. De la
misma manera el señor Hernández significa para muchísimos
compatriotas no solo un cambio sino un verdadero volcamiento de esas
estructuras corruptas de las cooperativas de contratistas que
reemplazaron a los partidos políticos.
Pero sobre todo simboliza el cambio de manera tan rotunda en los
estilos de forjar elecciones, de acercarse a los votantes y de decir
las cosas que ha terminado por desbaratar un estilo de hacer
política que llevaba 200 años en la historia electoral colombiana.
Empero el clima peligroso creado por los unos y por los otros para
volver la contienda del domingo una batalla y no un certamen
democrático, me presionan para votar y me hacen temer que finalmente
han convocado con tanta fuerza a los tambores de la guerra que,
cualquiera que sea el resultado, es el país quien va a perder, no
solo el candidato derrotado. En previsión de ello y para que no me
vuelva y pase lo que vivimos por los aciagos días del paro, tengo
que gritar: A MERCAR!
El porce, junio 17 del 2022
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