¡LA MISMA ORQUESTA, DISTINTOS
MÚSICOS!!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
El artículo pudiera también llamarse “La misma partitura, distintos
músicos”, por que en esencia se trata de una doctrina económica
interpretada de manera muy distinta en Europa y en America Latina.
Se trata del Socialismo.
En esencia está escuela o doctrina económica que propugna “la
propiedad y la administración de los medios de producción por parte
de las clases trabajadoras, con el fin de lograr una organización de
la sociedad, en la cual exista una igualdad política, social y
económica de todas las personas”.
En Europa, el Comunismo de la Unión Soviética fracasó
estruendosamente, mató de hambre a más de 100 millones de personas y
explotó a la URSS en mil pedazos (15 nuevas Repúblicas)
Los medios de producción en manos del Estado, la sobreregulación y
la corrupción dieron al traste con la poderosa URSS.
En China, el Comunismo combinado con la libertad económica, ha
sacado de la pobreza a ese populoso país y hoy es la segunda
economía más poderosa del mundo después de los Estados Unidos.
En la gran mayoría de Europa, rigen unos sistemas políticos que
combinan la igualdad como propósito con la libertad económica de
mercado.
Los medios de producción pertenecen al sector privado, pero el
Estado, ejerce una función reguladora, cobra impuestos altos, y
presta unos servicios de alta calidad a toda la población.
Son países que basados en esta doctrina, han construido una numerosa
y poderosa clase media.
Tanto en Europa, como en China, esa doctrina funciona muy bien, y
tiene la la gran parte de su población con niveles de vida muy
buenos.
Por eso son países que viven en paz y convivencia política.
En America Latina, el mismo Socialismo domina hoy una gran parte del
territorio.
Esa doctrina, gobierna hoy en Mexico, Cuba, Venezuela, Nicaragua,
Peru, Chile, Argentina, y ahora Colombia.
Con excepción de Mexico que ha mantenido un vigor económico, por su
dependencia y cercanía con los Estados Unidos, los demás países
están viviendo una situación catastrófica en distintos niveles.
Pobreza extrema, saqueo, corrupción, desabastecimiento, eliminación
de las libertades, abuso de la fuerza pública y éxodo masivo de
ciudadanos a los Estados Unidos y otros países.
Venezuela tiene el récord con 7 millones de desplazados.
¿Por qué ese socialismo que funciona tan bien en la Comunidad
Económica Europea es un fracaso rotundo en America Latina?
¿Por qué el mismo medicamento alivia en Europa y enferma y mata en
Latinoamérica?
En esencia ambos socialismos tienen la misma configuración teórica,
que busca construir igualdad y una numerosa clase media.
La diferencia está en los músicos que tocan en las orquestas.
En los músicos que leen, tocan los diferentes instrumentos y
producen la música en las diferentes latitudes.
|
|
El nivel de los líderes políticos y gobernantes en Europa es muy
bueno como norma general, tanto en lo académico como en la
trayectoria política de quienes ejercen el poder.
En America Latina, el nivel de esos líderes que detentan el poder es
malísimo.
Ahí está la gran diferencia.
Castro, Ortega, Chávez, Maduro, Castillo, Fernandez y Boric, son
personas con muy precaria preparación académica y con un opaco
desempeño político.
Claro, con malos músicos, tenía que sonar muy mal la orquesta, así
las partituras y los instrumentos musicales fueran los mismos.
Gustavo Petro, que acaba de ganar la presidencia de Colombia, es de
lejos el líder de izquierda con la mejor formación académica
(economista con dos maestrías y un doctorado) de todos sus pares de
America Latina.
Petro tiene al frente la posibilidad de montar en Colombia un
socialismo más moderno que se parezca al Europeo, o uno criollo que
mal funcione como el Socialismo Latino.
“Conforta y tranquiliza por ahora la idea de Petro de qué “ hay que
cuidar el capitalismo”.
“Es el capitalismo el mejor sistema que conoce la tierra, para
producir riqueza”.
“¡No hay ninguno mejor!”, puntualizó Petro.
“Los dividendos que esa riqueza produce, serán la base para la
redistribución”.
“Ese Capitalismo deberá absorber el pago de el gasto social que
ayude a los pobres a vivir cada dia mejor, mientras el país, en el
largo plazo, abandona la pobreza”.
Esas declaraciones y la manifestación expresa y repetida de que “no
va a expropiar”, ni va a “afectar el derecho de propiedad de nadie",
muestran que el camino socialista de Petro puede ser mucho mejor que
los de America Latina.
¿Cómo no hacerlo si tiene al frente orquestas que suenan muy bien y
otras que lo hacen muy mal?
¿Cómo no escoger a los músicos buenos?
¡PETRO-URIBE!
Por: Iván R. Contreras C.
Ser uno de los 11.281.013 votos
que sufragamos por Gustavo Petro en las pasadas justas electorales,
me da la opción de poder opinar y que conste que esto es sólo mi
opinión y no represento a ningún partido y menos a grupo político
alguno.
Desde que tenemos vida republicana, es decir hace 212 años, el país
se convirtió en una democracia distribuída en 47 familias, que han
terminado mezclados y apareándose entre los mismos, cuando no están
gobernando, están en los puestos más importantes, si, los que
manejan las riendas del país, desde donde pueden hacer negocios y
enriquecerse o en embajadas o cargos diplomáticos que les dejan la
posibilidad de hacer lucrativos negocios.
El poder hereditario como lo denominamos los analistas políticos,
esa democracia monárquica, que le permite a los hijos de los
exgobernantes aspirar y se muestran como los únicos capaces de sacar
el país adelante, aunque muy por el contrario lo lleven al letargo y
lejos del desarrollo.
Son las élites, las que han secuestrado el Estado a través de clanes
familiares, que antes a decir verdad, eran menos perversos
aunque también corruptos,
para no ir tan lejos, los Santos, los Lleras, los Turbay, los
|
|
López,
los Ospina, los Valencia, los
Pastrana, en estos apellidos hay más de diez presidentes.
Hace un tiempo se mostraron en las redes sociales varios árboles
genealógicos y fue muy simpático ver ahí plasmado el contubernio
filial entre esas familias, entre ellos mismos y así se muestren los
dientes y las garras en público, por algún lado son familia.
A diferencia de personajes advenedizos como el
expresidente Uribe, quien no pertenece a esas élites, quien siempre ha tenido un
manto de duda entre su fortuna, la mafia, la creación de los grupos
paramilitares y la política, nada en el entorno de Uribe es claro, ni siquiera
la muerte de su padre.
Nos han gobernado 47 familias y somos un país
donde existen algo así como ocho millones de familias, lo que nos deja ver con
claridad que en nuestro país existe de todo, menos una democracia
participativa, ahora se auto nombran jefes de partidos para que
suene más amplia la forma de engañar a los
colombianos, dividiéndolos para hacerles creer que tienen opciones de elegir,
pero el que gane, cualquiera que sea termina haciendo componendas y unidos
contra las opciones alternativas.
Hoy hay más fortaleza en los clanes familiares que en los partidos, se
amangualan no para servirle al país, sino en torno a la corrupción y la torta
del erario, no hay principios, no hay un recato de moral, la ética desaparecida
por completo, esto les da la fortaleza económica que necesitan para seguir en el
poder por eso se apropian de los recursos naturales, de las empresas del Estado
que compran a precio de huevo, lo que los hace inexpugnables o casi intocables.
Por eso se necesitaba refrescar el entorno político y que mejor
que Uribe, que ya desde la dirección de la Aeronáutica se había fortalecido
económicamente de manos del narcotráfico, expidiendo las licencias de los
aviones y pistas para llevar la coca a sus destinos.
Era el perfecto, con prontuario, con ejército particular y con un
discurso de mano dura, perfecto para socavar la indignación nacional y
reemplazar a los mismos, pero ligado y obediente a ellos.
La llegada de Petro a la presidencia, es la respuesta a la pésima
gestión de Iván Duque, pero también a Uribe y a los clanes, todos corruptos,
todos miserables en su
afecto
al pueblo, a las instituciones y al país, es histórico que un hombre sin que
pertenezca a esas élites se les haya colado, les esté arrebatando el poder y los
esté poniendo contra la pared.
La
extrema derecha es fundamentalista, no cree en nada más que en ellos, no van a
dejar que les quiten la teta del estado, no van a dejar que advenedizos se
quieran quedar con lo que ellos presumen propio, no van a querer que se
desengaveten miles de procesos con los que tienen a políticos sometidos y
chantajeados o en la impunidad, como el caso del mismo Uribe, la Ñeñe política y
muchos más.
Lo del
partido liberal, es muy bueno, porque son las bases y no la mermelada de la que
se apropiaba Gaviria, los de la U que no quieren hacer oposición, los verdes que
se cuentan entre los alternativos.
Pero es
mi criterio, que llamar a Uribe, es ponerlo a figurar y sacarlo de la tumba
política y el repudio que sienten millones de colombianos por ese personaje
frívolo y perverso, así muchos colombianos aún lo quieran, creo que es perder el
tiempo, porque lo único que ellos, las élites quieren, es que a Petro le vaya
mal, para regresar más agresivos y como salvadores.
|