EDITORIAL
Subir
el precio del gas a los colombianos no es una alternativa
Una de las promesas del nuevo
Gobierno de Colombia en favor de la protección del medio ambiente
que consiste en apostarle a las energías limpias es una iniciativa
que viene siendo aplaudida por diferentes gremios en el país y que
ha sido acogida por la sociedad colombiana.
A pesar de que dicha propuesta es muy novedosa, habría que revisar
el costo de esta transición para lograr el cambio de energías
limpias en Colombia, ello, teniendo en cuenta que para lograr estos
objetivos propuestos se debe empezar a reemplazar el uso del gas por
generadores de energías limpias.
Lo preocupante de este tema es que, si en el país se deja de
producir gas pensando en este cambio, el costo de este se
incrementará en un porcentaje alto. Y según lo indican los expertos,
los hogares vulnerables pasarían de pagar $30 mil pesos a unos $150
mil pesos, una cifra totalmente absurda, si se está pensando
precisamente en beneficiar a las clases populares de este país.
La propuesta de importar gas desde Venezuela que desde ya proponen
desde el Gobierno Nacional en el camino de ese cambio energético en
Colombia, es visto con malos ojos por algunos expertos y críticos,
quienes indican que no se trataría de una alternativa viable,
teniendo en cuenta que no es bueno depender de otro país,
especialmente de Venezuela para el consumo del gas en Colombia.
Muchos expertos en el tema no quieren que Colombia tome el ejemplo
de Europa que a causa del cambio climático empezó con una transición
energética y ahora depende de Rusia para el suministro de gas, una
situación que no es recomendable teniendo en cuenta la guerra
desatada entre Rusia y Ucrania que ha desatado este tipo de
incertidumbres.
En este caso es mejor ser conscientes que este cambio no se lleve a
cabo de manera inmediata y abrupta, es más viable dejarse guiar por
expertos en el tema que indican que se trata de un proceso que debe
de realizarse de manera paulatina.
Estos expertos manifiestan que el camino más idóneo a tomar en este
caso es poco a poco disminuir la demanda de gas en Colombia para
evitar que se toque el bolsillo de los colombianos, especialmente
aquellos más vulnerables.
Algunos ambientalistas a nivel internacional indican que las
proyecciones globales le apuntan a un mundo sin gas y más amigable
para el medio ambiente después del año 2.050. Sin embargo, lo único
cierto es que apenas estamos en el 2.022 y primero se debe trabajar
en el equilibrio económico y social para que muchos tengan los
medios suficientes para reemplazar el gas por otro medio alternativo.
Existen familias que no pueden consumir las 3 comidas diarias y que
tradicionalmente dependen del gas propano para cocer sus alimentos,
teniendo en cuenta que viven en calidad de arriendo y no pueden
acceder al gas domiciliario. Teniendo en cuenta estas circunstancias
un aumento en el precio de gas sería demasiado nefasto para la
supervivencia de estas familias a no ser que el Gobierno Nacional
subsidie esta inversión.
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Pereira y la tecnología
Por Zahur Klemath Zapata
zkz@zahurk.com
Hay tantas cosas que los pereiranos y los colombianos desconocen de
su desarrollo tecnológico, que da pena. Gran parte de la historia de
Pereira está llena de hechos históricos que se podría hacer un libro
bien gordo.
Desde sus comienzos en Pereira se han afincado personajes que
por el azar o circunstancias se establecieron en la Villa de Cañarte.
Aquí muchos de ellos hicieron sus vidas y dejaron su legado. Muchos
de ellos no fueron bien vistos a pesar de lo que hicieron y el
tiempo terminó con olvidarlos.
Hugo Angel Jaramillo recogió en sus dos tomos de historia de
Pereira muchos datos que han servido para entender la ciudad. Pero
la administración municipal no ha manejado su propia historia como
hacían los romanos, a pesar de que ha habido personajes con
capacidad intelectual para haber organizado esa parte.
La biblioteca municipal de la ciudad se ha manejado como un fortín
político y la han manejado más como bodega que como un centro del
intelecto pereirano. Mi experiencia con la biblioteca no ha sido
nada buena, históricamente.
El abandono a la parte del intelecto es algo que juega con
quienes la han administrado por ser un puesto político y no para los
intelectuales. Esto da pena.
En la parte tecnológica la ciudad se puede decir que ha
tenido lo mejor de lo mejor de América Latina. Aquí se han
desarrollado trabajos tecnológicos que han cambiado la historia del
país y del mundo. A Pereira se venía de todas partes de Sur y Centro
América a comprar toda clase de partes para fabricar equipos
electrónicos y se fabricaban microchip, preamplificadores, agujas
para tocadiscos, transformadores, cintas para grabadoras, por eso
existe la Universidad Tecnológica. En la parte farmacéutica también
ha sido fuerte como también en la manufactura y la confección.
Los malos administradores no han sabido cómo mantener todo
esto que es lo que hace grande e importante a un país. No saben
negociar para la ciudad. Y esto es malo.
Hay que cuidar que la tecnología se mantenga activa y
apoyarla porque a través de ella se logra que las generaciones se
alimenten y desarrollen su intelecto para el bien de la humanidad.
No podemos dejar que el intelecto se vaya a buscar
posibilidades a otra partes, hay que crear situación para que vengan
a la ciudad.
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Crónica de Gardeazábal #474
LA PURGA
PETRISTA
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio: https://www.spreaker.com/episode/50917686
Purga es aquí y en cualquier parte una expulsión o eliminación de
funcionarios, empleados, y miembros de una organización que se
decreta por motivos políticos. Purga fue entonces lo que el pasado
viernes realizó el presidente Petro con su ministro de Defensa para
sacar 25 generales de la Policía Nacional, 16 de Ejército, 6 de la
Fuerza Aérea Colombiana y 6 más de la Armada.
Las motivaciones que el presidente y su ministro pudieron tener para
tomar esa determinación pueden ser muchas e ir desde el informe
acucioso que el general Salamanca les rindió sobre todos esos
defenestrados o los datos que los amigos demócratas del presidente
Petro le hayan facilitado desde Washington para evitar tener que
meterlos en la lista de “significativamente corruptos” que los
gringos se han inventado por estos días en el ejercicio despiadado
de su justicia universal.
Cualquiera que hubiese sido la manera como seleccionaron a los 53
generales llamados al patíbulo de la jubilación, fue una purga
atrevida, como nunca se había hecho en el país y que siembra
obviamente muchas hipótesis. Lo cierto es que el temor que
albergaban muchos sobre el oficio de vengador que el ministro de
Defensa vendría a ejercer, ha quedado disipado de un plumazo pues ya
no le tocará al doctor Velázquez hacer investigaciones y acusaciones
sino que de forma expedita salió de ellos.
También es de destacar, y de no olvidar, que cuando un presidente es
capaz de echar 53 generales de un tacazo es porque anda plenamente
convencido que los echados son unos flojos de siete suelas,
anhelantes de no perder la pensión e incapacitados de reaccionar o
de cuajar una acción de conjunto para cuestionar o revocar la
determinación del presidente y su ministro. Empero, para quienes nos
hemos nutrido estudiando la historia y preferimos hacer
comparaciones, esta purga tiene mucho más parecido con la que
desarrolló Lenin que con las que efectuó cruelmente Stalin.
Lenin purgó a la alta oficialidad del Zar sabiendo que corría el
riesgo que se le rebelaran y forjaran el ya olvidado Ejército Blanco
que le hizo finalmente la guerra civil al Ejército Rojo que Trotsky
comandaría. He dicho muchas veces que Petro no ha pasado de ser
leninista. Que no ha sido ni es ni será comunista. Defiende y aplica
las tesis desfasadas y los métodos brillantes que tuvo Lenin para
gobernar.
Falta ver si dentro de esa imitación no esté también el ir apostando
desde ya por la provisionalidad intermitente de su propio gobierno,
como lo hicieron casi que matemáticamente los bolcheviques entre
1918 y 1922 para finalmente quedarse 80 años en el poder de Rusia.
El Porce, agosto 15 del 2022 |