Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 12.966-546

Fecha: Jueves 25 de agosto de 2022

 

EDITORIAL

  - 9
 

EDITORIAL

 

 

Incentivar la lectura es responsabilidad de todos
 

Hemos conocido informes realizados tanto a nivel nacional como internacional que indican el nivel de la lectura en Colombia, no solo es bajo, sino que más bien se puede calificar como precario y cómo no debería ser así, si estos índices indican que el promedio de lectura de los colombianos oscila entre 0 y 2 libros leídos al año, mientras que, en países europeos, el promedio de lectura de cada habitante supera los 15.


Este bajo nivel de lectura obedece a varios factores sociales, políticos, económicos, culturales y de otra índole, pero no cabe duda alguna que la pobreza extrema que trae consigo falta de cultura y educación se convierte sin lugar a dudas en la principal causa para que la falta de lectura siga estando presente.


Se trata de un círculo vicioso que no permite avanzar en el tema de formación cultural y lectora porque de no existir una intervención del Estado como corresponde, los niños y jóvenes no van a tener motivaciones para leer, ya que están de por medio otros fenómenos sociales como el hambre y la drogadicción, entre muchos otros.


Esta realidad existe en países latinoamericanos y no la podemos transformar de un día para otro, no representa ningún tipo de excusa para que nosotros seamos unos difusores de hábitos de lectura, teniendo en cuenta que esta responsabilidad no solo puede estar en manos de los profesores, los bibliotecarios y otras entidades de índole cultural.


La responsabilidad debe recaer por obvias razones en los padres; motivo por el cual se hace necesario que estos hábitos lectores no solo se dirijan hacia la población infantil, sino que también se lleve a cabo una estrategia cultural para que las personas de bajos recursos que residen en zonas vulnerables tengan también un acercamiento con la lectura.


Teniendo en cuenta este panorama, se debe indicar que, en algunas ciudades colombianas, entre las que se encuentra Pereira ya se están adelantando diversas iniciativas que impulsan la lectura en sectores vulnerables como por ejemplo Villa Santana, Las Brisas, Tokio, entre otros sectores.


El hecho de contar con diversas iniciativas culturales complementarias, además de la lectura han contribuido a que se fomente el amor por el arte. Por ejemplo, el proyecto denominado “Bibliotecas Humanas”, se constituye como un muy bonito ejemplo de motivación cultural.


La mencionada iniciativa consiste en que personas de la tercera edad que cuentan con muchas vivencias, se encarguen de contar historias, narraciones, mitos y leyendas a los niños y habitantes de zonas urbanas de la ciudad de Pereira.

     

 

     

   

 

 El Coronavirus nos heredó la conciencia y casi no nos damos cuenta

 

Por: Rubén Darío Varela 


“Es mejor encender una luz que maldecir a la oscuridad”, proverbio árabe.

Sin lugar a dudas los años 2020 y 2021 no serán recordados como aquel año en que los japoneses deslumbraron al mundo con la espectacular apertura de los Juegos Olímpicos, tampoco será recordado como el año en que, por primera vez, dos países realizaron la Copa América en una misma edición, tal y como lo pretendían hacer Colombia y Argentina.

 

En lugar de ser recordado como el año de grandes acontecimientos deportivos y espectáculos a doquier alrededor del mundo, el 2020, lo recordaremos como aquel sombrío año que apagó los carnavales, desfiles, fútbol y reinados, el mismo que con su feroz paso se convirtió en el dueño y señor de la muerte, la enfermedad, las ciudades fantasmas, melancólicas, quizás, evidenciando el caos y final del frenesí de nuestra existencia.


No obstante, el 2.020 y 2.021 también quedarán registrados en los libros de historia como los años en los que vimos los cielos más azules y menos contaminado, la época en la que delfines y tiburones arribaron tranquilamente a las costas, un 2020 -2.021 que disfrazado de muerte y desolación se convirtió en un renacer de nuestro planeta.


De acuerdo con expertos ambientalistas, si este fenómeno mundial de aislamiento mundial no se hubiese presentado, sería poco el tiempo de vida que le restaba al planeta Tierra debido a la falta de conciencia y acelerada contaminación que se venía, o mejor viene presentando.


No cabe duda que una vez superada la pandemia del Covid-19, la vida en este presente 2.022 ya no es igual, la gente adquirió mucha más conciencia. La vida no volverá a ser igual, tal vez desde la perspectiva colombiana este suceso se puede convertir en el más grande atentado contra nuestra idiosincrasia, nuestro formalismo y estrecho vínculo social ameno y cordial que brindan un fidedigno testimonio de las raíces que nos identifican, porque ya no seremos los mismos colombianos cercanos y afectuosos de siempre.


Sin embargo nuestra vida no solo cambiará la forma de relacionarnos, quizás este es el precio que pagaremos todos para obtener la recompensa que desde ya se avecina, que no es otro que un despertar de la conciencia, un nuevo renacer espiritual que sin duda contribuirá a hacernos comprender los aspectos que realmente son relevantes y esenciales en nuestra existencia.

       

 

 

Crónica de Gardeazábal # 481

 

LA AGONÍA DE UN RÉGIMEN

 


Por: Gustavo Alvarez Gardeazábal



Audio: Ehttps://www.spreaker.com/episode/51014832 

Nadie se atreve a discutirlo porque ya estamos cansados de aceptar pendejadas. Pero todos sabemos que es la única verdadera solución a los problemas contable del régimen semidemocrático que más mal que bien hemos ido sosteniendo y remendando con el paso de los años: hay que introducir a la base tributaria del país al narcotráfico, a la minería ilegal y al blanqueo de capitales.

No podemos seguir creyendo que ese renglón de las cuentas nacionales van a poder permanecer al margen de todo proceso si de verdad queremos un cambio en Colombia. Y si después de la Comisión de la Verdad y de la paz exclusiva y excluyente de Santos no creemos que ya está el terreno abonado para ese paso, apague y vámonos y dejemos el país otra vez a la deriva simulando que navega en el proceloso mar de los sargazos de la corrupción, que todo lo nivela para provecho de unos pocos.

El país ha gastado demasiada plata en sus últimas gestas. La Constitución de 1991, aunque le duela a Gaviria reconocerlo, resultó más costosa que rendidora. El inmenso gasto militar para dizque impedir en los últimos 50 años que las guerrillas y los paracos se tomaran el poder nos ha dejado sin generales para liderar la guerra total y con tropas sin fe en lo que dicen defender.

El costo de la corrupción cada vez es mayor y como no pudimos con ella, institucionalizamos las cooperativas de contratistas en reemplazo de los partidos políticos y seguimos girando sobre un  fondo cada vez más despilfarrado: el Presupuesto Nacional.

Podríamos agregar el gran gasto que ha significado la construcción de más vías carreteables pero a costa de la destrucción de la opción ferrocarrilera. Si sumamos todo, estamos ante una erogación inmisericorde que indirectamente, sin control y sin moral alguna lo surte la plata de los narcos, los mineros ilegales y los lavadores de dólares.

Es la hora de incorporarlos. El régimen hipócrita agoniza y la posibilidad de cuajar una paz total, así sea tapándonos las narices, es inminente. Con el permiso o no de los Estados Unidos. Con la venia o no de la comunidad mundial, inventémonos un cuadre de cuentas para que esas platas nuestras, buenas o malas, ingresen a la masa tributaria.

Ya vimos que hasta la ONU y Washington le dieron el visto bueno a la JEP y a la Comisión de la Verdad. Inventémonos otra ventanilla siniestra como la que López puso en funcionamiento. El antiguo régimen hipócrita de las mentiras agoniza. Es la hora.
 

Agosto 24 del 2022

     

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.

Jefe de Redacción
Rubén Darío Varela

 

   

Diagramación
Linda Cubillos


Redes Sociales
Estrella Velásquez

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Edgar Cabezas
 

   

Álvaro Ramírez González
Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo


CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
Calle 21 #7-68
Pereira, Colombia


Correo
elimparcialdiario@gmail.com

 

 

  

 

 

EL IMPARCIAL

Submit

 

 

© El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 348 6207 

 

    © 1948-2009 - 2022 - El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK