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Pereira, Colombia - Edición: 12.972-552 Fecha: Jueves 08 de septiembre de 2022 |
EDITORIAL |
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EDITORIAL
Un llamado a la calma en lo que concierne a la propiedad privada
Muchas personas tenían o incluso tienen miedo por perder el derecho a la propiedad privada. Otros tienen miedo con las invasiones de viviendas y lotes porque muchas personas entre ellos indígenas han mal interpretado la propuesta del presidente Petro sobre este tema específico.
Y es precisamente por esta razón que, desde el periódico Online El Imparcial, realizamos un llamado a la ciudadanía para aclarar dos aspectos importantes. El primer punto a tener en cuenta es que estas personas deben respetar la propiedad privada y el segundo aspecto que los propietarios deben tener la certeza que este Gobierno no expropiará tierras.
El respeto por la propiedad privada es un elemento primordial del ordenamiento constitucional colombiano el cual corresponde a las autoridades actuar de manera diligente para garantizar el cumplimiento de ese derecho y contrarrestar toda acción que lo vulnere.
Siendo así fue realmente oportuno y apropiado que desde el Gobierno Nacional se haya aclarado que en esta administración no se admitirá la invasión de tierras que se ha venido presentando en algunas zonas del país en las últimas semanas, sobre todo en el Cauca y algunas áreas de la costa Caribe.
Este problema de apropiación de tierras es un tema delicado, teniendo en cuenta que la advertencia era que algunos de los voceros de estos procesos de irrupción ilegal estaban tratando de justificar sus acciones en una interpretación, errónea, de la política de redistribución de la propiedad rural anunciada por la Casa de Nariño y sus ministros.
Cabe indicar que estas apropiaciones ilegales de predios privados por parte de algunas comunidades indígenas y otros grupos de particulares no solo está generando un preocupante clima de tensión en las mencionadas regiones, sino que tienen en alerta a varios gremios de la producción agropecuaria en torno al riesgo de que se trate del inicio de una estrategia invasora de mayor calado a nivel nacional.
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Mi País del Tinto # 9
“El borojó de la galería todavía sobrevive. La historia de las negras de la esquina de la 14 con carrera octava que aseguran poner a los pereiranos como unos verdaderos ´toros’
Por: Rubén Darío Varela
Tomates, cilantro, plátanos, yuca, cebolla larga, bultos de café a diestra y siniestra abundaban en la época de la famosa galería de mi adorada `Pereira`’ en la década de los años ochenta. En mi mente aún sobreviven aquellos recuerdos vagos de la sorprendente cantidad de supermercados de la 17.
Recuerdo que de la mano de mi papá observábamos en la `galería de Pereira` a aquellas mujeres poner al sol y en costales lo que conocemos en el Eje Cafetero colombiano como el “revuelto” a la venta.
No obstante, en aquel entonces lo que me llamaba la atención no eran aquellas mujeres vendedoras de plátano, yuca y todo tipo de tubérculos, es más, ni siquiera aquellas mujeres de chores negros y blusas de tiras en su mayoría con celulitis, paradas, a veces fumando cigarrillo y maquilladas de manera estrambótica no me llamaban la suficiente atención.
En mi `País del tinto las mujeres que más me llamaban la atención, eran aquellas que no necesariamente estaban maquilladas hasta la coronilla y usaban ‘chores tan cortos que no dejaban casi nada a la imaginación. Las mujeres que más me llamaban la atención eran unas negras y gordas, la mayoría con dientes amarillos, labios grandes y anchos y `tetonas`.
Eran mujeres grandes y robustas que a lo lejos se les alcanzaba a ver un cuchillo en la mano que manejaban a ojo cerrado y con el que aún en la mano, esquivaban la tira de chontaduros y borojó. Recuerdo a muchos hombres de sombrero y bien envalentonados que hacían fila al puesto de estas mujeres afro para tomar ‘borojó’, un jugo que yo en mi inocencia creía que solo era para hombres.
En el transcurso de estos días en mi ‘País del tinto` en donde actualmente queda Ciudad Victoria, observé a una mujer afro vendiendo borojó en una pequeña carreta. De manera inmediata me remonté a la época de la galería y vi las negras, los chontaduros, el borojó, la galería, el cilantro, la cebolla, lo vi todo, vi la Pereira de mi `País del Tinto` de los años 80.
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Crónica de
Gardeazábal # 490
LA CÉDULA DE LOS 55 MIL
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/51158976
El Porce, septiembre 6 del 2022
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