EDITORIAL
Nos
van a cambiar las reglas del juego en la política
En un año y escasas tres semanas los colombianos deberán asistir
de nuevo a las urnas, esta vez para escoger gobernadores, alcaldes, diputados,
concejales y ediles. La campaña ya empieza a tener sus primeros movimientos,
sobre todo entre quienes tienen que renunciar a cargos públicos, cesar
contratos, cambiar de partido y otras precauciones para no incurrir en
violaciones al régimen de inhabilidades o incompatibilidades.
En el Congreso cursan sendos proyectos de reforma política y electoral
que impactarían las reglas del juego para los comicios regionales y locales,
dichas iniciativas son, en su mayoría, constitucionales o estatutarias, razón
por la cual es incierto si estarán aprobadas antes de que termine esta
legislatura a mediados del próximo año o si habrá suficiente tiempo para
reglamentarlas o incluso superar el control previo de la Corte Constitucional.
Sin embargo, ya hay cambios aprobados que modifican el escenario
proselitista para dentro de doce meses.
Uno de ellos tiene que ver con una modificación de fondo en la elección
del Alcalde Mayor de Bogotá.
El acto legislativo 03 de 2019 estableció la posibilidad de segunda
vuelta en la escogencia del burgomaestre de la capital del país. Así las cosas,
el mandatario distrital debe ser elegido para un período de cuatro años por
mínimo el 40% de los sufragios ciudadanos, siempre y cuando dicho aspirante
sobrepase al segundo más votado por 10 puntos porcentuales.
Si ninguno de los competidores obtiene dicha mayoría, entonces se
celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas después y en la que
solo participarán los dos candidatos con las más altas votaciones. En este
balotaje será declarado Alcalde Mayor electo quien obtenga el mayor número de
respaldos.
La posibilidad de que haya segunda vuelta en la capital del país cambia
de forma profunda la contienda por el que es considerado el segundo cargo de
elección popular más importante del país, obviamente después de la Presidencia
de la República.
Es claro, entonces, que quien aspire a ocupar el Palacio de Liévano a
partir del 1 de enero de 2024 deberá obtener un apoyo considerable en las urnas.
Para hacerse una idea de lo que este cambio significa baste con recordar que en
octubre de 2019 Claudia López resultó electa con el 35,2% de los votos, seguida
muy de cerca por Carlos Fernando Galán, que alcanzó el 32,4% de los respaldos
ciudadanos, en tanto Hollman Morris se ubicó tercero con 13,9% y Miguel Uribe
Turbay sumó el 13,5% de apoyos en las urnas.
Es decir, que, si en esa cita en las urnas se hubiera aplicado la
figura de la segunda vuelta, López, al no obtener más del 40% de los votos ni
sacarle 10% de ventaja a Galán, habría tenido que ir a balotaje con este último. |
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El desperdicio de los bienes de la sociedad un crimen de lesa
humanidad
Por: Zahur
Klemath Zapata
zkz@zahurk.com
Los gobernantes persisten en la actitud de actuar como si ser
elegidos el pueblo los hace ser los nuevos dueños de la nación. Los
franceses lo único que hicieron fue cambiarle el collar de perro a
quien va a gobernar el país.
El pueblo no ha entendido que a quien elige es solo un empleado
público que va a administrar los bienes sociales y no un propietario
de la cosa pública.
Tenemos que educar a la sociedad, en el manejo de los bienes
sociales. La gente piensa y cree que esos bienes no son de su
propiedad sino de la nación y no piensan que ellos son la nación y
por ende esos bienes son su capital representado en el erario y todo
lo que la nación posee.
No podemos mirar para otro lado y hacernos los que no sabemos nada y
que la nación no nos pertenece. Cuando pagamos impuestos, esos
dineros van a un fondo que se supone es el que nos respalda y con
ellos se construye y se mantiene la infraestructura y los bienes
sociales para que todo funcione.
Tenemos que asumir cada uno de nosotros la responsabilidad para que
la nación funcione
correctamente y no dilapiden el esfuerzo de millones de colombianos
en manos de gente que no tiene el menor sentido de responsabilidad y
respeto por ellos mismos y por quienes los han elegido.
Colombia es un país hermoso con todas las posibilidades de tener un
estándar de viva igual o superior a cualquier país civilizado y no
vivir sus gentes como personas de tercera categoría.
Estar bajo el símbolo de los estratos sociales, clases sociales o
simplemente los desechables del mundo primitivo.
No apoye la corrupción dándoles propinas para que hagan su trabajo
más rápido o saltarse la línea para que el servicio sea especial,
todo tenemos los mismos derechos e igualdad de respeto. Por eso es
importante mantener nuestro pensamiento dirigido hacia cuidar los
bienes sociales.
Ser un criminal es muy fácil, es simplemente mantener el ritmo de
robarle a la sociedad
pensando que jamás nadie se va enterar que uno es un criminal. El
crimen nunca paga, lo que si da es una temporada en la cárcel y el
desprestigio a toda la familia y a los seres queridos.
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Crónica de Gardeazábal #511
REZANDERO,MORALISTA Y POLICIA
Por: Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/51475232
Aunque Facebook diga otra cosa, yo celebro
orgullosamente mi cumpleaños el 31 de octubre de cada año. Es decir, soy del día
de las brujas y a veces, cuando desde aquí intuyo muchas cosas de las que van a
pasar en este país, me califican jocosamente de brujito. También se que la
magia, la brujería y en general la invocación de fuerzas y seres sobrenaturales
ha sido estigmatizada desde que el ser humano existe.
Civilizaciones, religiones y sobre todo intolerantes han reaccionado en forma
puntual contra toda celebración donde se goce o se honre o se parodie a las
brujitas. Muchas mujeres han muerto a lo largo de la historia de este mundo por
ser estigmatizadas como brujas. Pero resulta que la fiesta inocua de las
brujitas de los niños de cada 31 de octubre, como es de puro gozo y de
satisfacción plena, le han resultado ahora enemigos poderosísimos en Colombia,
lo que no deja de ser mucho más peligroso que una invocación mamagallista al
lado oscuro del universo.
Al frente de esa persecución está nadie más ni nadie menos que el Director
Nacional de la Policía. Así lo ha dicho. Así le he leído y así debe haber
instruído ya a los 200 mil hombres uniformados bajo su mando. No es una tomadura
de pelo, es un enfrentamiento craso del jefe de Policía de Petro contra todos
los niños de Colombia. Y no hay nadie que lo saque de su terquedad o que lo haga
valorar todo lo que significa su batalla feroz contra el Halloween.
Por supuesto, el señor general tiene todo derecho a poseer sus creencias.
Quienes han trabajado con él saben que es la versión moderna de un rezandero.
Las oficinas donde ha trabajado, siempre tienen imágenes del santoral. De la
misma manera los hombres bajo su mando ya recibieron un radiograma de su parte
indicando que en la Policía no se tolerará que sus agentes tengan sucursales
matrimoniales. En otras palabras, que el general Director de la Policía es
implacablemente anticuado pero no mide las consecuencias de ejercer tanto poder
con unas creencias tan arraigadas, que pueden chocar con elementales derechos
humanos y constitucionales sobre la vida privada de los niños, los amantes de
cualquier sexo y los policías de Colombia.
Grave, muy grave que eso pase y que el gobierno Petro ni se entere.
El Porce, octubre 5 del 2022
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