EDITORIAL
La
renuncia de Rodolfo Hernández va más allá
La decisión del excandidato presidencial Rodolfo Hernández respecto
a renunciar a la curul que ocupaba en el Senado desde el 20 de julio
por cuenta de la norma constitucional que otorga ese derecho al
aspirante perdedor en la segunda vuelta por la Casa de Nariño,
demuestra que esa figura adoptada hace unos pocos años no tiene
mayor cabida dentro de la democracia colombiana.
La salida de Hernández del Senado deja constancia de que en realidad
esa figura está lejos de ser en la práctica lo que se pensaba en la
teoría. Es decir, que el segundo en el balotaje defendería en el
Congreso las tesis que llevaron a los votantes a sufragar por él, en
contraposición con las ganadoras y en espera de una nueva
oportunidad para ponerlas en plena vigencia desde el Ejecutivo.
Así lo hizo el actual presidente, Gustavo Petro, cuando al perder la
segunda vuelta en 2018 no solo ejerció la oposición desde la curul
del Senado, sino que asimismo prometió movilizar los ciudadanos
inconformes a las calles y poner contra las cuerdas al primer
mandatario de turno, como en efecto lo promovió en épocas de plena
pandemia.
Hace cuatro años Gustavo Petro, perdió por dos millones de votos.
Pero para las elecciones de 2022 se llevó la victoria, consiguiendo
11,3 millones de respaldos ciudadanos, mientras su oponente, el
exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, logró 10,6 millones de
sufragios, apenas 700 mil menos que su rival. Es decir, una
diferencia pequeña en una contienda electoral que marcó récord de
participación y evidenció, de paso, una polarización política muy
profunda. Hernández es el segundo candidato a la Jefatura del Estado
más votado en la historia del país, después del hoy Primer
Mandatario, superando los guarismos de los últimos tiempos.
Cuando en la reforma constitucional de “equilibrio de poderes”,
aprobada en 2015, se creó esta figura en nuestro ordenamiento
jurídico, la tesis fue clara: permitir que el aspirante que no
alcanzó a llegar a la Casa de Nariño ocupe automáticamente una curul
en el Senado (la respectiva fórmula vicepresidencial asume un escaño
en la Cámara) otorga una vocería permanente e institucional a los
millones de ciudadanos que no votaron por el electo Presidente pero
cuya opinión política debe ser tenida en cuenta por el gobierno
entrante.
Una vez asumió la curul senatorial, Hernández anunció que no se
convertiría en el jefe de la oposición al presidente Petro y tanto
él como su segunda a bordo, Marelen Castillo, junto a su partido,
Liga de Gobernantes Anticorrupción (ahora con personería jurídica),
se declararon independientes. De este modo, Hernández no se erigió
como la contraparte del Ejecutivo y tampoco lideró grandes
escenarios de análisis sobre el contenido de las reformas
gubernamentales y las primeras ejecutorias de la Casa de Nariño.
Menos aún recalcó las bases de sus propuestas de campaña y
programáticas frente a lo que busca implementar el gabinete en
varios frentes.
Al mismo tiempo, los partidos que lo respaldaron para la segunda
vuelta, sin ningún acuerdo previo se declararon oficialistas, al
contrario de lo que habían sostenido en la campaña tanto
parlamentaria como presidencial, incluso promoviendo la candidatura
del mismo Hernández. Exactamente lo contrario a lo sucedido en
Chile, cuando finalmente la oposición ganó las jornadas del
plebiscito que denegó la nueva Constitución que, en principio,
contaba con mayorías abrumadoras.
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El poder lo ejerce la sociedad unida y no un líder
Por: Zahur
Klemath Zapata
zkz@zahurk.com
Por siglos el poder siempre lo han ejercido los líderes porque son los que
comandan la manada. Esto es muy difícil de superar porque existe un concepto de
ese poder arraigado en el pensamiento de los seres humanos. Según ellos, los
líderes son los que mueven los gobiernos y se comunican entre sí para determinar
el orden del mundo actual.
Va a ser muy difícil que de la noche a la mañana cambie esa naturaleza del
individuo sobre una realidad que existe de sus entrañas. Ellos van a estar ahí
paulatinamente hasta que los cambios genéticos y el intelecto los desalojen de
la naturaleza del individuo. Pero a medida que avanza ese cambio tenemos que
estar conscientes de que como individuos en evolución tenemos que actuar frente
al panorama presente con habilidad para no dejar que esos líderes nos hagan
daños por ser serviles a sus causas.
Nuestro libre albedrío nos permite actuar y agruparnos como una sociedad
determinante dentro de la misma sociedad para que se dé el equilibrio que se
necesita para poder vivir equitativamente, libre, independiente y autónoma de
ese liderazgo que ciertos individuos ejercen sobre parte de la manada humana.
Los conflictos presentados en la sociedad se dan porque ciertos líderes quieren
apoderarse de los bienes de otros y en ese apoderamiento influyen en esa parte
social la cual está subyuga y sigue el pensamiento del personaje sin dilucidar
el daño que va a hacer al enemigo y a la población que lo sigue y no.
En la actualidad en la sociedad debe haber un equilibrio que no permitir que una
parte inconsciente sea llevada a apoyar decisiones que van a destruir lo bueno
que ya se ha construido.
Hemos logrado avanzar intelectualmente a unos estados privilegiados donde el
conocimiento del por qué de las cosas lo tenemos presente y el desarrollo
tecnológico nos ha puesto a comunicarnos en todos los quehaceres del día
alejados del oscurantismo en que vivieron nuestros ancestros.
Si dejamos que otros tomen decisiones por nosotros y nos obliguen a tributar
para que ellos vivan en óptimas condiciones, seguiremos como esclavos rechazando
las llaves que abren las puertas de nuestra autonomía y libertad.
Podemos equilibrar nuestra vida frente a ese poder existente exigiendo que
exista un manejo de la cosa pública como si fuera la empresa pública de los
ciudadanos que tributan y reciben las regalías para el bienestar social de todos
los contribuyentes. |
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Crónica de
Gardeazábal #
514
LA
META ES ACABAR CON ECOPETROL
Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/51522767
Este gobierno de Petro parece
un loquito a punto de entrar al manicomio. Son tan dispares las afirmaciones de
los ministros frente a las que dan los viceministros, como las que conceden el
presidente y su ministro de Hacienda.
Pero como lo dice JPMorgan en un informe de este fin de semana, resulta
desesperante para los mercados la sed de gobernar a través de los twitters
alborotadores del presidente. Olvidan los banqueros de Wall Street, y muchos
colombianos más, que la meta leninista de Petro y su gobierno es trastornar o
volver mierda al país para poderlo rehacer a pupitrazos, como hizo con la
Tributaria.
A las sensatas declaraciones, (muy bien redactadas por un experto) que le
publicó Semana a la ministra Irene, aparecieron para contradecir las bocanadas
de la viceministra Belizza Ruiz de que no habrá nuevos contratos de exploración
y explotación de hidrocarburos. Si eso es verdad, significa que la ministra
Irene pela los dientes y abre sus ojotes para tranquilizar los mercados pero por
debajo de la mesa le dice a su viceministra que anuncie que su tesis
antiextractivista ha triunfado.
Porque no hay que ir muy lejos para entender que si el oficio de Ecopetrol,
nuestra más grande empresa nacional, es explorar y explotar yacimientos de
petróleo y gas y le suspenden su oficio, lo que quiere este gobierno y el par de
loras parlanchinas que lo anuncian, es acabar con Ecopetrol. Por supuesto, eso
obliga a depender del crudo venezolano y del gas que importe don Luis Carlos
Sarmiento por la regasificadora de Cartagena y los vallunos por la que están
montando en Buenaventura. De paso, al matar a Ecopetrol, el lúcido economista
(del Externado) don Gustavo Petro, le arrebataría a Colombia el ingreso de
divisas por la exportación de petróleo y gas y tendría que conseguirlas por otro
lado para pagar lo que importe.
Ahora entiendo entonces dos cosas, la primera por qué Hildebrando Vélez, hace
más de 40 años nos predicaba con el sabio Anibal Patiño que la tierra no se
podía herir ni irrespetar. Hildebrando era el ambientalista de mi juventud e
Irene es su hija. Pero también entiendo ahora por qué taponaron y abandonaron el
pozo Uchuva, tan prometedor en Santa Marta.
Es la misma actitud de Lenin para gobernar. Hay que destruir primero para poder
reconstruir la nueva Colombia. Hay entonces que matar a Ecopetrol para montar el
Goelró de Lenin. No importan ni los accionistas viendo desvalorizar sus acciones
ni el pánico económico que generen.
El Porce octubre 10 del 2022
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