EDITORIAL
La crisis
migratoria en Urabá
La crisis de migración ilegal en el Urabá está
registrando uno de sus picos más altos. Los campanazos de la
Procuraduría, la Defensoría del Pueblo y Migración Colombia
advierten que habría no menos de 10 mil personas de distintas
nacionalidades varadas en Necoclí (Antioquia) o esperando turno para
ser llevados vía marítima a Acandí (Chocó).
Estas personas llegan allí con la esperanza de ganar un cupo en el
agotado programa de traslado controlado hacia campamentos de
refugiados en la frontera con Panamá o, más grave aún, con la
decisión de aventurarse por la
selva del tapón del Darién, en donde están expuestos a riesgos como
enfermedades tropicales, hambre, perderse en la manigua, ataques de
grupos armados ilegales, robos, agresiones sexuales o caer en las
garras de redes de trata de personas. Se calcula una circulación
diaria de alrededor de tres mil migrantes por estas peligrosas
trochas.
Tras las medidas adoptadas a finales de 2021, luego de una cumbre
continental de cancilleres y distintas autoridades, se pensaba que
el flujo de
migrantes, en su mayoría venezolanos, haitianos, cubanos y de otras
nacionales que ingresan de forma ilegal por el sur y oriente del
país, iba a disminuir. En esa ocasión, los gobiernos de Colombia,
Panamá, Ecuador, Estados Unidos y varios centroamericanos acordaron
una estrategia para regular el paso de miles de personas, darles
asistencia humanitaria y verificar en qué casos era viable que
pudieran llegar a territorio norteamericano para ser acogidos bajo
mecanismos migratorios excepcionales.
Sin embargo, ese esquema parece que no funcionó como se esperaba.
Las cifras de la Defensoría del Pueblo son alarmantes: en lo corrido
del año la cantidad de migrantes que han pasado hacia Panamá supera
los 150 mil en comparación con los 134 mil de todo 2021. A su turno,
los datos del Grupo Interagencial de Flujos Migratorios Mixtos y de
Migración Panamá advierten de un crecimiento exponencial del
tránsito irregular de migrantes, refugiados y personas con necesidad
de protección internacional por la frontera con Colombia. Mientras
en enero de 2022 cruzaron 4.415 desarraigados, en agosto lo hicieron
31.055. Lo más grave es que las autoridades temen que en los
próximos meses la tendencia siga creciendo.
¿Cómo enfrentar este fenómeno? En primer lugar, urge redoblar la
asistencia humanitaria en Necoclí, Acandí, Carepa, Turbo, Apartadó,
Capurganá y otras zonas del Urabá en donde están concentrados miles
de migrantes ilegales, sobreviviendo en condiciones de hacinamiento
y pasando todo tipo de necesidades. Un fenómeno que afecta de forma
sustancial a los pobladores de la región debido a la escasez de
alimentos, los riesgos sanitarios y la demanda desmesurada de los ya
de por sí limitados servicios públicos.
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Destruir es acción
psicopática pero construir es de mentes hábiles
Por: Zahur
Klemath Zapata
La historia de la humanidad está llena de actos criminales y de mentes
destructivas. Lo interesante en todos estos casos es que siempre han estado
apoyados por un número indefinido de personas que se lucran de quien comanda
esas acciones.
El gran grueso de la humanidad ha sido manipulada y arrinconada por esos
criminales que están en el poder de una nación o territorio. Siempre las fuerzas
del mal han estado armadas de tal forma que el opositor se ve obligado al
sometimiento. Por eso dos fuerzas iguales no se tocan para evitar una masacre a
menos que los intereses sobrepasen los límites de los adversarios.
Ayer se celebraron 530 años de la llegada de los españoles a este vasto
continente. Quienes lo habitaban estaban en desigualdad de poder y conocimiento,
el nuevo contaba con la maldad e intrepidez más la ignorancia de no entender lo
que habían descubierto. Es como hoy encontrar lo que estaba enterrado por siglos
y al hallarlos comenzar su destrucción porque no hacen parte de nuestra cultura
y religión.
Este nuevo gobierno va por el camino español, la diferencia entre estas dos
épocas es que los aborígenes del continente carecían de los conocimientos que
hoy la sociedad tiene, a pesar que no tiene las armas que el estado tiene, por
lo menos existe una sociedad consciente y preparada para no dejar torcer el
camino y dejar que la nación sea destruida.
La economía va mal, el dólar va por los $4.600.00 y está en alza. El gobierno no
tiene cómo detener el desplome que se viene. En 120 días la presión de la
caldera económica social va a reclamar que baje la presión existente y no va a
ver quién baje la palanca para quitarle la presión en que estará el país.
El comportamiento del jefe de estado no es de un estadista sino de un niño
malcriado que no sabe cómo organizar el equipo de trabajo y hacer que sean
efectivas las asignaciones que se repartan como se hizo en el milagro alemán.
Aunque no somos alemanes ni buscamos llegar a ese holocausto.
Los colombianos no son ignorantes, puede que estén desnutridos, mal educados,
mal acostumbrados, mal tratados, pero siempre han estado en el rebusque de una
vida mejor y eso sí está muy claro en la historia del país. No podemos pretender
que el país va a seguir la línea izquierdista cuando ya está demostrado que ese
ha sido el camino equivocado.
En Colombia hay demasiado dinero guardado por millones de personas que no están
en el mercado porque los gobiernos lo prefieren así, porque es más rentable y
que no se va a esfumar por el mal manejo de un gobernante. Aquí hay uno de los
grandes problemas mundiales. Y nadie lo ha notado. |
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Crónica de
Gardeazábal #
518
SE
VIENE EL ESCARMIENTO
Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Cuando los dueños y ejecutores del establecimiento
que controla al país, casi que ininterrumpidamente desde hace
siglos, se dieron cuenta de los excesos en que habían incurrido el
par de nietos de Rojas Pinilla, les castigaron con saña y los usaron
como escarmiento.
No importaba que el país hubiese perdonado a Rojas Pinilla por haber
roto el dominio del establecimiento. Con mayor razón, sus
descendientes debían servir para que nadie osara perturbar en el
futuro la tranquilidad de su ejercicio y como el par de hermanos
Moreno Rojas se exageraron grotescamente en el ordeño del
presupuesto y el manejo de la cosa pública, los condenaron como no
lo habrían hecho con los nietos de otro expresidente menos atrevido
que el general Rojas.
Se dijo entonces que la alcaldía de Bogotá se había convertido en
una cueva de Rolando y la mancha eterna cayó sobre ellos y sobre
quienes les acompañaron en vencer gozando la tentación. Ahora con el
acumulado de denuncias y sospechas que cada día crecen sobre el
alcalde de Cali y las empresas públicas bajo su mando, la cueva de
Rolando de los nietos de Rojas Pinilla es un remedo miserable de lo
que están comprobando que ha pasado en Cali.
La avalancha de acusaciones es tan apabullante que pocos esperan
algo distinto a un escarmiento del sistema como el que hicieron en
Bogotá. Y lo ven así porque ante las poco inteligentes defensas de
Ospina hablando de que si lo tocan estarían tocando a Petro porque
él es su alfil en el Valle, solo ha encontrado el silencio sepulcral
del presidente confirmando o negando esa paternidad política.
Pero desde el domingo pasado, cuando Vargas Lleras lo inundó con un
resumen de lo que se ha depositado en la cueva de Rolando y el
alcalde precipitadamente le respondió con un trino muy poco
inteligente, se augura lo que ve venirse.
La vida es dura pero le corresponderá al Contralor Carlos Hernán
Rodríguez, su coterráneo, apretar las clavijas del escarnio y no hay
duda que si lo hace pasará a la historia y borrará toda sospecha que
exista sobre su elección o sus posiciones políticas del pasado.
El Porce, octubre 14 del 2022 |