EDITORIAL
Orgullo
patrio con las chicas de la Selección Colombia Sub-17
Absolutamente orgullosos, así nos encontramos todos
los colombianos luego del paso de la Selección Colombia Sub-17 a la
final del Mundial que se disputa en India. El día de ayer en horas
tempranas se escuchaba la algarabía y festejos de muchos
compatriotas que celebraron con fervor esta clasificación.
No era para menos es la primera vez en la historia que una Selección
Colombia llega a la final de un mundial de fútbol en todas las
categorías. Sin lugar a dudas un hecho que pasará a la historia del
fútbol profesional colombiano.
El hecho que la primera final de un Mundial sea disputada no por
hombres, sino por mujeres; se constituye en una gran enseñanza para
que de una vez por todas entendamos la gran importancia de apoyar el
fútbol femenino.
La realidad es que con estos resultados todos estamos demasiado
contentos y orgullosos por el desempeño de la escuadra nacional,
pero en ningún momento debemos de olvidar que estas niñas llegaron a
esta soñada final, literalmente trabajando con las ‘uñas´ y han
llegado hasta donde están ahora gracias a su empuje y a su
tenacidad.
No se debe esconder entonces la realidad que el machismo sigue
estando vigente en el país porque por ejemplo en el caso de la Liga
Betplay de Mujeres la excusa de la Confederación Colombiana de
Fútbol es que no existen los suficientes patrocinadores para sacar
adelante el torneo.
¿La pregunta del millón es entonces por qué razón con los hombres
nunca se presenta esta dificultad por patrocinios y el torneo
prácticamente nunca se suspende?.
Lo cierto del caso es que este triunfo de las niñas colombianas de
la categoría sub-17 en India, independientemente si quedan campeonas
o no el próximo domingo, debe de constituirse como todo un triunfo y
debe de marcar un antes y un después.
Esperemos entonces que después de este triunfo nacional con las
jugadoras de la Selección Colombia Sub-17 las condiciones para las
mujeres colombianas que deseen incursionar en el fútbol sean
mejores. Y la Liga profesional de Mujeres tenga de una vez por todas
su propio espacio en el rentado del fútbol colombiano.
En conclusión, tanto hombres como mujeres a través del deporte hacen
grande a nuestro país, es por esta razón que desde el Gobierno
Nacional y desde otras entidades se deben de garantizar las
condiciones para que las mujeres colombianas sigancosechando
triunfos en el fútbol a nivel internacional. Este apoyo debe de
empezar desde casa.
Al respecto en este sentido, la sociedad en general, incluyendo
principalmente los medios de comunicación están mejorando en el
hecho de lograr una mejor inclusión con un amplio despliegue
noticioso, tal y como debería de ser porque todos somos iguales y
necesitamos el mismo apoyo y el mismo derecho a que se nos
reconozcan nuestros triunfos.
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Las preguntas salen sin respuestas
Por: Zahur
Klemath Zapata
zkz@zahurk.com
Desde que tengo conocimiento sobre la vida pública en Colombia,
siendo muy pequeño escuche hablar de personajes siniestros que
gobernaban el país. Eso fue en los años 50s. Era otra época donde
reinaba la ignorancia popular y la gente creía en partidos políticos
al igual que la religión.
La idiosincrasia de estas sociedades que habitan el continente están
muy apegadas a las creencias religiosas y políticas, muy poco en el
raciocinio intelectual que otras tienen y han logrado avanzar en su
bienestar humano. Los jefes de los cultos son los orientadores y
manipuladores de las personas que carecen de independencia
intelectual y buscan allí llenar ese vacío y funcionar como súbditos
de ese epicentro de donde les absorbe y les alimenta el raciocinio
elemental.
Una sociedad de élites es muy difícil que avance y se congregue como
una empresa social y no de líderes. Mientras permanezca unida a un
liderazgo no va a poder avanzar porque normalmente los líderes son
psicópatas y son los dueños de lo existente sin que nadie se dé por
aludido. Excepto los independientes, autónomos o empresarios.
Lo que está pasando en la actualidad es que ya está entronizado un
líder que no tiene respeto por sí ni por la sociedad que lo ha
elegido. Sus faltas de asistencia demuestran que hay algo enfermizo
en él, algo que no está claro en su récord médico o de quienes
manejan su agenda laboral. Él ha sido elegido para administrar un
país y manejar los bienes de los colombianos, porque Colombia no es
una monarquía donde se ha nombrado un gobernante.
En derecho existe un precepto, como se hace se deshace. De esta
forma lo que quedó mal tejido se deshace para volverlo a tejer con
mejores tejedoras. Esta ha sido la regla que se ha venido empleando
en naciones donde la sociedad presiente que algo malo va a pasar o
está pasando.
Colombia es un país pequeño, a pesar que tiene millones de
habitantes y su economía es muy frágil. El dólar es una moneda
fluctuante que depende de muchos movimientos económicos a nivel
mundial para su estabilidad.
El peso colombiano podría ser una moneda dura si sus genios
economistas supieran hacer lo que realmente se debe hacer. En
Colombia hay más de dos trillones de dólares almacenados en millones
de familias que los han ahorrado de sus trabajos secretos, pero
están ahí, El gobierno americano lo sabe y está en silencio. Porque
está usando ese dinero en su contabilidad para poder girar dinero
respaldado en ese guardado.
Hay un mal manejo en la economía en este momento porque el líder
está ausente y sus alfiles no saben dónde están parados.
No hay que asustarse, lo que hay que hacer es organizarse y trabajar
para que el país se monte en los riles que realmente debe estar. |
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Crónica de
Gardeazábal #
525
QUE
LOS HAY, LOS HAY
Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/51692329
Yo creí que la inquisición con sus crueldades y
estigmatizaciones había desaparecido por completo y que la libertad,
triunfadora desde la revolución francesa, había logrado que se
permitiera la libre opinión y la diferencia como fundamentos del
respeto que evita los enfrentamientos inútiles y dañinos.
Como tal usar la estigmatización de la idea contraria se rechaza hoy
en día porque es incitar a que no reine ni el entendimiento ni la
razón sino que se imponga una sola manera de ver las cosas. Pero que
los hay, los hay.
Hace unos días, en el tuiter, hemos encontrado a un ilustre profesor
de la prestigiosa y respetada Universidad Eafit de Medellin, al
doctor Luis Guillermo Vélez Alvarez, afirmando públicamente que la
Escuela de Humanidades de esa universidad, a la que él pertenece
desde hace muchos años, le ha hecho gran daño a ella y a la sociedad
porque desde allí se les ha llenado la cabeza a generaciones de
egresados de sentimientos anticapitalistas y antiliberales
inaceptables en una institución fundada por empresarios paisas.
Lo leí y lo volví a releer y pensé que había entrado en una cápsula
del tiempo y que no estaba en pleno 2022 sino muchos siglos atrás.
Pero después de leer sobre ese profesor y su pensamiento publicado,
me temo que por la misma razón de la tolerancia a las ideas por
extremas que ellas resulten, estamos en presencia de un nuevo
inquisidor. Y lo que es peor, que muchos de los odios y las
polarizaciones que se hacen visibles en actitudes repetidas de la
sociedad y la política antioqueñas se están fomentando con
promotores como este particular profesor universitario.
Ha sido por el paso del tiempo y la amplitud del conocimiento en las
épocas actuales, que aprendimos a tolerar, discutir y refutar las
ideas ajenas por descabelladas que resulten. Condenarlas de por si y
para si es incitar a la estigmatización que siembra el odio.
Eafit es una universidad respetable y si allí se enseñan, discuten y
controvierten cátedras sobre la evolución del pensamiento
humanístico eso no puede significar que se le está abriendo con
ellas a sus alumnos o las puertas de la subversión o las del repudio
ciudadano.
Lamentable que vayamos de para atrás como el cangrejo.
El Porce, Octubre 26 del 2022 |