CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASSATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
AMA Y HAZ
LO QUE DESEES (4)
Continuemos
analizando el capítulo tercero Ama y haz lo que desees, del libro
inédito Charlas con un Maestro Sammasati.
En esta entrega, el Maestro explica a su adepto, en los versículos
del 31 al 41, lo que significa el libre albedrío y qué relación
tiene este, con el amor.
Comencemos entonces:
31. Adepto: Maestro entonces ¿cómo puedo entender la «voluntad de
Dios»?
32. Maestro: Te voy a explicar lo siguiente. Lo que se conoce como
la «voluntad de Dios», fue creada por el hombre para poder gobernar
y controlar a sus hermanos. Sin embargo, si tú crees esa enseñanza y
ves la voluntad de Dios separada de la tuya, siempre estarás
viviendo en la batalla de su voluntad contra la tuya, pues tú
querrás hacer ciertas cosas, y sentirás que debes hacerlas,pero la
«voluntad de Dios» te dirá que no debes hacerlo.
32. Adepto: Pero cuando Dios espera que yo haga algo y resulto
haciendo lo contrario ¿No estoy pecando?
33. Maestro: Dios no es algo separado de ti. Tú y él son uno y el
mismo. Tu voluntad es su Voluntad. Cualquier cosa que quieras hacer
es lo que tú llamas «la divina providencia» Ia voluntad divina. De
esta manera, nunca estás en conflicto con el destino, porque el
destino no está ordenado de antemano, está totalmente ordenado por
ti. Cada cosa que piensas crea tus momentos por venir. Este preciso
instante de ahora es simplemente el producto de los pensamientos que
tuviste hace unos momentos. Esa es la ciencia de Dios. Lo único que
el Padre desea para ti, es que experimentes la totalidad de la vida
que él es de acuerdo con los sentimientos que hay en tu alma. ¿Para
qué? Para que llegues a entender la alegría y el amor incondicional
que Dios tiene por ti y por toda la vida.
34. Adepto: Maestro pero es que a veces pienso que hago cosas que
desagradan a Dios.
35. Maestro: Si sientes que estás reñido con Dios, quizás deberías
reconstruir la imagen que tienes de él, porque déjame decirte que él
no es todo amor si tienes que luchar contra él. En el principio,
cuando el padre contempló su espléndido ser, se extendió a sí mismo
hasta el esplendor de la luz.
A partir de aquella expansión y aquella luz, cada uno de ustedes se
convirtió en Dios en la forma de un movimiento único y singular,
para continuar la expansión del pensamiento hasta la eternidad.
36. Adepto: Maestro, entonces con lo que expresas, significa que, al
realizar mi libre albedrío, nunca voy a contrariar a Dios.
37. Maestro: Para que Dios fuera una entidad única, extendiéndose
siempre a través de sus pensamientos contemplativos, fue necesario
dar a cada uno de ustedes el poder de crear de forma única mediante
el pensamiento que él es. Y él hizo esto al darles la acción llamada
libre albedrío. El principio de la voluntad les fue dado a cada uno
de ustedes para que fueran únicos y soberanos; para que pudieran ser
los creadores de su propia verdad y soberanos de su propio
entendimiento.
38. Adepto: venerable entonces al yo realizar mi libre albedrío,
¿estoy ejecutando la voluntad de Dios? O estoy interpretando mal.
39. Maestro: Lo que te da tu esencia divina es la libertad de
abrazar y experimentar cualquier pensamiento que desees. Y; es el
regalo de amor que Dios da a cada uno de ustedes. Cada uno de
ustedes tiene la divina esencia de esa esencia divina llamada libre
albedrío es el amor, la voluntad, para que así tengan la libertad de
crear en forma única cualquier ideal que hayan visualizado a través
del pensamiento.
40. Adepto:
Maestro, a veces me confundo ¿Cómo así que el libre albedrío es el
amor? Eso no me queda claro.
41. Maestro: Déjame te lo aclaro de esta manera, el amor, en su
forma suprema, es el deseo del Padre de permitir que la vida que él
es sea siempre continua a través de cada uno de ustedes. La forma
más pura de amor es la voluntad libre que el Padre les dio a cada
uno, para que a través del ejercicio de esa voluntad pudieran
explorar las dimensiones del pensamiento y extenderse hasta una
grandeza mayor, y así extender la mente de Dios.
En el siguiente artículo continuamos con la quinta entrega de este
tercer capítulo. No te lo pierdas.
COLOMBIA DESPENSA DE ALIMENTOS SIN ESTRATOS
Por: Iván Pulido
La amplia variedad de pisos térmicos, ubicación geográfica
privilegiada, disponibilidad de agua y frontera agraria de 33 millones de
hectáreas para su dinamización en proyectos productivos, son ventajas que ofrece
Colombia, para abordar
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el panorama de hambre e inseguridad alimentaria
mundial, que a la fecha redondea a 815 millones de personas con
hambre crónica, incluidos 155 millones menores de edad malnutridos
crónicos y 2.000 millones con hambre encubierta o carentes de
micronutrientes.
De los 51 millones de Colombianos estimados para
2.022, la extrema pobreza acosa a 12,5 millones de sus habitantes,
limitándolos al solo acceso diario a una comida y otros 19,6
millones a encontrarse en pobreza monetaria extrema según el DANE,
efectos periódicos aumentados por la pandemia del COVID 19 e
intensificados mayormente desde febrero de 2.022 tras la invasión
Rusa a Ucrania, que han marcado en la economía mundial consecuencias
de inflación, aumento de tasas de interés, devaluación de diferentes
monedas incluido el peso colombiano hoy en $5.000 pesos por dólar, y
otras alzas en precios de energía y productos del agro que bordean
el 20%.
De hecho el campo colombiano, es y ha sido uno de los más vulnerados por sus
altos niveles de pobreza, hambre, violencia, desempleo juvenil, migración
forzada, ausencia de institucionalidad estatal, regular calidad de servicios
públicos, deficiente educación, casi nula participación laboral de la mujer
rural, todas afectaciones convertidas en común denominador de ese sector
productivo; problemas que por demás ligados a inadecuados manejos de suelos,
aguas, bosques, degradación, desertización, han incrementado las dificultades
para superar el desempleo, la desmotivación, el desarraigo del campo, el hambre,
el desempleo juvenil y la migración forzada hacia las urbes.
Ante tal inequidad, no obstante ser la agricultura la mayor generadora de
empleo, motor para reducción de pobreza y pilar para refuerzo de la seguridad
alimentaria colombiana; se exigen políticas de estado que comprometan a los
productores a alcanzar el uso eficiente del suelo, su diversificado manejo de
materia orgánica y biota; tras el logro de mejores calidades, mayores
capacidades de almacenamiento de carbono y consecuente mitigación del cambio
climático.
Una profunda reconstrucción del sector rural es requerida para el potencial
mejor provecho, que no solo signifique proveer alimentos, sino generar empleos
formales que reduzcan la pobreza; en aprovechamiento literal de la experiencia
indígena y campesina del trabajo continuo de la tierra para la construcción del
sustento familiar, que en buena medida garantice el abastecimiento de la canasta
familiar, soporte básico para la soberanía alimentaria colombiana.
La agricultura campesina familiar comunitaria, es productora de más del 70% de
los alimentos nacionales, mayor generadora de empleo rural y fiel cumplidora del
invaluable papel de conservar y proteger la agrobiodiversidad, empeño en el que
persiste, no obstante, el olvido, desplazamiento, inequidad, guerra, violencia y
comercialización injusta de sus productos, que ha venido asfixiando el modelo de
desarrollo al no superar sus costos de producción.
La producción campesina de alimentos demostró con creces la capacidad de
resistir ante la pandemia del Covid 19, ante su persistente producción, que aun
así los gobiernos de turno se han negado a reconocer, garantizaron los derechos
al alimento, a la salud y a la vida, razones por las cuales se considera este,
el momento apropiado para proceder a realizar los cambios sistémicos que
transformen esa sociedad y la prioricen a la equidad, salud, educación,
bienestar y progreso, antes que a las ganancias por concepto de los capitales
invertidos.
Ahora más que nunca se deben implementar y defender los principios de soberanía
alimentaria, en razón a lo experimentado en plena crisis de pandemia, en la que
los sistemas agroecológicos campesinos, fueron los salvavidas con mayor solidez
demostrada. Se convierte en imperiosa necesidad la construcción de diversos
sistemas alimentarios agroecológicos para la implementación de una verdadera
reforma agraria, que defienda las semillas nativas, para enfrentar la crisis de
soberanía alimentaria en convergencia con las ideas campesinas, que distancien
los sistemas alimentarios de mercados conjugados con el consumo excesivo, la
destrucción y la contaminación ambiental.
Ante tan atractivas perspectivas proyectadas para el país, como despensa
alimentaria, ¿no será tiempo ya de mirar con otras proyecciones a las
comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes? y que en vez de su
desplazamiento, se consideren de vital importancia para la implementación de
proyectos productivos competitivos, que de la mano con el estado, como preámbulo
a la paz general buscada, engendren la real equidad rural y urbana requerida por
el país, en fiel seguimiento al principio fundamental del significado de los
alimentos ante cualquier esquema o sistema de vida.
Y en lugar de inequidad, proponer el sector urbano como oportunidad para el
desarrollo
económico del país y del mundo, tras esa avalancha de alimentos en demanda que
se
avecina, para convertirnos en una de las despensas mundiales, quizás a concluir
como de mayor importancia que las mismas exportaciones, que vinculen
directamente a las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes a los
nuevos mercados domésticos, que les vuelva decisivos para la anhelada reducción
de pobreza, en la que
desafortunadamente en forma inadecuada recaen la mayoría de países en vías de
desarrollo, por esos mismos factores de ausencia, desconocimiento y desatención.
Se hace claro para ello, la necesaria interconexión rural con los centros
urbanos aledaños, que apoyados en infraestructura balanceada generen desarrollo
tanto para las cadenas de valor alimenticias, como para la interrelación de
bienes y servicios requeridos en mejora eficiente de la vida de las ciudades y
del entorno de sus ruralidades. Y la educación otro beneficio fundamental
complementario esencial desde la niñez campesina, indígena y afrodescendiente,
no solo orientada a la formación pedagógica en materias básicas, sino en todo lo
relacionado con el cuidado medio ambiental, abordaje del bilingüismo y de los
saberes científicos, tecnológicos, sociales y culturales que los promueva y
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acerque al desarrollo de proyectos productivos que contribuyan a la
potencialidad de la empresarizacion, todos elementos fundamentales
para el logro de metas a priorizar para el siglo XXI; tras un ánimo
inteligente de sensibilización hacia al
futuro, basado en realidades sinérgicas a la naturaleza, con el
magnetismo que les motive no solo al ascenso socio económico, sino
al descubrimiento de las claves para salir del subdesarrollo.
Todos los colombianos sin excepción, somos pluriétnicos, resultado
de mezclas de diversas culturas tras la conquista; indígenas,
americanos, europeos, españoles en su mayoría y africanos; los
mestizos (descendientes de amerindios y blancos), los mulatos
(descendientes de negros y blancos) y los zambos (descendientes de
amerindios y
negros). Razones reales que nos motivan a considerar el no
justificar las violaciones de los derechos adquiridos en lo que se
refiera especialmente a, la vida, la libre expresión, la
alimentación sana, etnias, discriminaciones, inequidades por
estratos o castas; y si lógico propiciar el respeto, entendimiento,
comprensión y equilibrado trato entre todos nuestros congéneres.
ASOCIACIÓN DE INGENIEROS AGRÓNOMOS EGRESADOS DE LA UT AMANTES DEL
CAMPO POR. - I.A. - IVÁN ROBERTO PULIDO GONZÁLEZ. - REPRESENTANTE
El crecimiento de la violencia regional
Por: escritor@pereira.com
La situación de seguridad y orden público se continúa
deteriorando en varias regiones del país. Las estadísticas de Indepaz señalan
que este año han sido asesinados 147 líderes sociales y se perpetraron 85
masacres. El informe de seguimiento del Ministerio de Defensa registra que entre
enero y septiembre hubo 10.316 homicidios, mientras que en igual lapso del año
pasado fueron 10.641.
También se han reportado 133 secuestros, 433 actos de terrorismo
y 114 asesinatos de integrantes de la Fuerza Pública, entre otros datos, que
evidencian que la violencia derivada de la criminalidad común y organizada
continúa en ascenso a nivel regional y local.
Pero no es la única alerta. Esta semana un informe de la Oficina de Naciones
Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Colombia alertó
que entre enero y septiembre se reportaron al menos 516 mil personas afectadas
durante 265 emergencias humanitarias por confinamiento, desplazamiento forzado y
desastres producto de la variabilidad climática.
Si ya de por sí esta es una situación preocupante más lo es que, de acuerdo al
mismo reporte, en los primeros nueve meses de este año se registraron 66.922
víctimas por desplazamiento, un incremento del 9 por ciento frente al mismo
periodo en 2021. Aunque este fenómeno disminuyó un septiembre en comparación a
agosto, es alarmante que el 49 por ciento de los afectados este año no ha
logrado retornar a sus territorios. Nariño, Cauca y Chocó serían las zonas más
críticas por temas como hacinamiento, falta de condiciones de seguridad que
garanticen el regreso de la población a sus sitios de residencia, así como el
deterioro de las condiciones de acceso a servicios básicos por periodos
prolongados.
No menos complicado es el hecho de que en los primeros nueve meses del año el
número de personas confinadas aumentó un 73 por ciento, con un total de 95.739
víctimas.
De nuevo Chocó es el departamento más golpeado por este flagelo,
seguido de Nariño, Arauca, Cauca y Valle del Cauca.
El informe de la OCHA advierte que estos múltiples casos en donde
la población no puede salir de sus casas o corregimientos han estado precedidos
por enfrentamientos entre grupos armados ilegales, amenazas individuales y
colectivas, homicidios selectivos, combates, incursiones, instalación de retenes
ilícitos y otras restricciones a la movilidad. También se registran durante los
últimos meses afectaciones contra viviendas, escuelas y otros bienes civiles.
Tanto en los casos de desplazamiento como de confinamiento los afrodescendientes
e indígenas son los más damnificados. Ya la Defensoría del Pueblo había
advertido sobre el aumento de este tipo de atropellos graves contra la población
civil e incluso ha lanzado este año no menos de 26 alertas tempranas.
Es evidente, como se deriva de otro informe conocido en los últimos días, el del
Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, según el cual al cierre de
2021 aumentó en 43% el área sembrada con coca en Colombia, que la principal
causa del desplazamiento y el confinamiento es la pelea entre Eln, grupos
residuales de las Farc, bandas criminales de alto espectro (tipo ‘Clan del
Golfo), carteles y otras facciones de delincuencia común y organizada por el
dominio de los corredores del narcotráfico, minería ilegal, contrabando, tráfico
de armas y otras actividades derivadas.
Es imperativo, entonces, que el Gobierno, que está en proceso de delinear su
política de seguridad y orden público, analice esta grave situación y dé una
respuesta contundente. No solo debe aplicarse una movilización más efectiva y
rápida de la Fuerza Pública, sino un plan de choque para garantizar el retorno
seguro y pronto de los desplazados a sus lugares de origen, así como la libertad
de movimiento para los miles de hombres, mujeres y niños confinados por el
accionar de los violentos.
Es claro que este flagelo evidencia cambios cada vez más profundos en la
tipología del conflicto armado interno, en donde el dominio de los corredores
delictivos resulta más importante para estas facciones de multicrimen que la
propia confrontación con las Fuerzas Militares y de Policía.
La estrategia estatal debe saber responder a ese desafío y proyectar un plan de
choque urgente. |