CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel
Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
EL DHAMMAPADA (1)
Namasté para todos. Deseo enviarte un saludo Sammasati, esperando
que tú y los tuyos estén bien, felices y en paz. Hoy comenzamos la
primera entrega del Sexto Capítulo denominado El Dhammapada, del
libro inédito “Charlas con un Maestro Sammasati”.
Esta primera entrega del Sexto Capítulo, el Maestro le explica a su
discípulo que es el Dhammapada, que traduce y que significa.
Comencemos entonces:
1. Adepto: Venerable Maestro, casi todas las religiones tienen
alguna clase de santas escrituras o Biblia. ¿Cuál es el libro
sagrado budhista?
2. Maestro: El budismo no tiene un libro sagrado o una Biblia, ya
que no es una religión, es una filosofía de vida, aunque si hay un
texto guía que recopila todas las enseñanzas de Budha, denominado el
Tipitaka. Está escrito en un antiguo idioma indio llamado Pali que
es muy cercano a la lengua en la que habló el mismo Budha. El
Tipitaka es un libro muy extenso. Su traducción inglesa abarca
aproximadamente cuarenta volúmenes.
3. Adepto: Maestro ¿Qué significa la palabra "Tipitaka"?
4. Maestro: Tipitaka es una palabra que a su vez está compuesta por
dos palabras, "ti", que significa "tres", y "pitaka", que significa
"canastas".
5. Adepto: Venerable, trasliterando significaría las tres canastas,
pero no comprendo la traducción literal.
6. Maestro: La palabra “ti” o tres, se refiere al hecho de que las
escrituras budhistas consisten en tres partes. La primera parte,
llamada el Sutta Pitaka, contiene todos los discursos del Budha, así
como de algunos de sus discípulos iluminados. La clase de material
del Sutta Pitaka es muy diversa, lo cual permite comunicar las
verdades que el Buddha enseñó a todas las diferentes clases de
personas. Muchos de los discursos del Budha tienen la forma de
sermones, mientras que otros tienen la del diálogo. Otras partes
como el Dhammapada, presentan las enseñanzas del Buddha a través de
la poesía. Los Jatakas, para tomar otro ejemplo, consisten en
encantadoras historias en las cuales los personajes son, a menudo,
animales. La segunda parte del Tipitaka se llama Vinaya Pitaka. Esta
parte contiene las reglas para los monjes y las monjas, consejos
para la administración monástica y procedimientos y la historia
temprana de la orden. La última sección se denomina el Abhidhamma
Pitaka. Éste es un sofisticado y complejo intento de analizar y
clasificar todos los componentes que conforman al individuo. Aunque
el Abhidhamma es un tanto posterior a las dos primeras partes del
Tipitaka, no contiene nada que las contradiga.
7. Adepto: Maestro ¿y a que hace referencia la palabra “pitaka” o
cesta?
8. Maestro: Con relación a la palabra "pitaka", en la antigua India,
los trabajadores de la construcción acostumbraban a trasladar los
materiales de un lugar a otro utilizando una cadena de relevos de
canastas. Ponían las canastas sobre sus cabezas, caminaban un poco
hasta el próximo trabajador, se la pasaban, y éste repetía el
proceso. La escritura era conocida en los tiempos del Buddha, pero
como medio de comunicación se consideraba menos confiable que la
memoria humana. Un libro podía deteriorarse o pudrirse durante la
época del monzón o ser
devorado por las termitas, pero la
memoria de
la persona podía perdurar tanto como viviese.
En consecuencia,
los monjes y monjas
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confiaron a la
memoria todas las enseñanzas del Budha y las pasaron unos a otros,
exactamente como los trabajadores pasaban la tierra
y los
ladrillos de unos a otros mediante las canastas. Ésta es la razón
por la cual las tres primeras partes de las escrituras budhistas se
llaman "canastas". Luego de ser conservado de esta manera durante
varios cientos de años, el Tipitaka fue escrito, finalmente,
alrededor del año 100 antes de Cristo en Sri Lanka.
9. Adepto: Venerable Maestro, pero si las escrituras fueron
conservadas en la memoria por tanto tiempo, no deben ser muy
confiables. ¿Pueden haberse perdido o cambiado en mucho las
enseñanzas del Budha? ¿No sucedería lo mismo que ocurre con la
dinámica que algunas veces hemos hecho del “teléfono roto”? ¿Dónde
comenzamos con un mensaje y al final de la cadena, el mensaje llega
todo distorsionado?
10. Maestro: La conservación de las escrituras fue un esfuerzo
conjunto realizado por la comunidad de monjes y monjas. Ellos se
reunían cada cierto tiempo con regularidad y cantaban partes o todo
el Tipitaka. Esto hizo que fuera virtualmente imposible que alguna
cosa fuese agregada o cambiada. Piense en ello de esta manera. Si un
grupo de cien personas conoce una canción de memoria y mientras
todas ellas están cantando uno de ellos se equivoca con un verso o
trata de insertar un nuevo verso, ¿qué pasaría? El total de aquellos
que conocen la canción correctamente le impediría al dispar realizar
cualquier cambio.
También, es importante recordar que en aquellos días no había
televisores, diarios o publicidad que distrajeran y confundieran la
mente, lo cual, junto con el hecho de que los monjes y las monjas
meditaban, significa que tenían una muy buena memoria. Aún hoy,
mucho tiempo después de que los libros han comenzado a usarse, hay
monjes que todavía pueden recitar el Tipitaka completo de memoria.
Mengong Sayadaw de Myanmar es capaz de hacerlo y es mencionado en el
libro Guinness de los Récords como la mejor memoria del mundo.
En la próxima entrega continuaremos con la segunda entrega del Sexto
Capítulo, no te la pierdas.
La
patineta de Sergio
Por: Guillermo Navarrete Hernández
Los diciembres siempre evocan recuerdos particularmente de la
niñez, pero también de la adultez.
El grato pero desafortunado recorrido con los vecinos contra el
medio ambiente hacía las montañas circundantes de la vivienda con el
fin de hacinar la lama, los quiches y el chamizo para luego
convertirlos con las figuras compradas en el comercio local, en el
pesebre y el árbol de navidad, por fortuna reemplazados por
elementos similares fabricados en materiales sintéticos. También era
rutinario el pintar la casa de habitación, actividad en la que nos
identificábamos todos los jóvenes del sector, además de participar
colectivamente en la pintura de andenes y el pavimento con figuras
navideñas. Luces, colorido y jolgorio eran el escenario natural,
después de clases cada noviembre del año lectivo culminar.
Sin embargo, lo que más dejó huella en la memoria era la integración
de toda la vecindad alrededor de la novena de aguinaldos rezar, una
costumbre muy colombiana que, según el diario El Tiempo (2022), data
del año 1743 cuando Fray Fernando de Jesús Larrea, un sacerdote de
origen ecuatoriano, la escribiera debido a que la señora Clemencia
de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del Colegio de La Enseñanza de
Bogotá, decidiera encargar. Es así que con motivo de esta, a partir
del 16 de diciembre, cada familia se turnaba para a todos los
vecinos de la “cuadra” en la noche que le correspondía, recibir y
atender.
En la actualidad los Presidentes de Junta de Acción Comunal y los
administradores de conjuntos cerrados son los que hacen el esfuerzo,
no sólo para cultivar dicha costumbre sino para culminar con la
entrega de regalos que gestionan para los niños de su sector. Para
las poblaciones vulnerables termina siendo una temporal bendición,
por cuanto organizaciones y seres humanos promueven ayudas para las
familias que allí habitan -La Fundación Eiréne, liderada por Stella
Herrera Hernández, es una de ellas-.Al recorrer por estos días San
Victorino, emporio del comercio
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Bogotano, en la búsqueda de arreglos y detalles, súbita
detención provocó uno en particular. Con la mirada aletargada, se precisa una
tabla bien elaborada con letreros llamativos, dotada de herrajes y ruedas de
poliuretano que permiten su desplazamiento. La mente de inmediato se transporta
al momento en el que un pequeño cómplice cuando acompañaba a su padre en
similares menesteres, empezaba a sentir cierta frustración porque entrada la
noche casi todo lo propuesto se había adquirido, menos para sí mismo aquel
anhelado juguete.
Era tiempo de volver a casa, pero el crío no cejaba en su esmero, pese a la
insistencia de su progenitor de que por las circunstancias no era posible
obtenerlo. En medio de los gritos de vendedores informales, con los paquetes al
hombro por un lado y con el acompañante sujetado de la mano por el otro,
jalonazos fuertes obligan a un regreso tras remota esperanza… Por fin, en un
callejón un tanto oculto, a 50 metros estaba. Era la patineta… Si… la patineta
de Sergio, aquella por la que con insistencia había guerreado, sonrisa en sus
labios y brillo en sus ojos denotaban. Expresiones que de los niños y niñas
siempre se deben forjar, no tan sólo en Navidad.
En homenaje a quienes nunca dejaré de amar, que, aunque con el pasar de los
años, impúberes siempre serán: Mis hijos.
El hacinamiento no se
cura construyendo más cárceles
Por: Rubén Darío Varela
Ante el último pronunciamiento
de la Personera Municipal de Pereira Sandra Lorena Cárdenas realizado esta
semana y que hace referencia a la denuncia que el hacinamiento en la cárcel de
La 40 de la ciudad tiene una sobrepoblación de más del 100 por ciento
sobrepasando el número de 1.200 internos, bien es pertinente reflexionar acerca
de esta actual situación.
Y es que es pertinente como se dice coloquialmente poner ´el dedo sobre la
llaga´ en este asunto, no solo por el hecho del incremento de este hacinamiento,
sino también por otra denuncia aún mucho más grave que hizo la Personera Sandra
Lorena Cárdenas y que tienen que ver con las precarias condiciones de salud que
padecen los reclusos, siendo esta una de tantas consecuencias que trae consigo
el fenómeno del hacinamiento, no solo en la capital risaraldense, sino en todo
el país.
La verdad no se puede esconder con un dedo y es que realmente este centro
penitenciario no cuenta con el personal suficiente para atender a los internos
dado al hecho que es una situación que cada vez más se complica debido al
sobrecupo que se viene presentando desde hace muchos años y que lastimosamente
en el día de hoy no tenemos una solución eficiente que contribuya a erradicar
esta problemática de raíz.
Ya se ha venido dándole mucha pólvora a la iniciativa de construir un nuevo
centro penitenciario para la ciudad de Pereira en el sector de Combia, un
proyecto que marcha lento como el paso de una tortuga, mientras los reos siguen
padeciendo de brotes de enfermedades sin que tengan una atención médica
oportuna, digna de seres humanos.
¿Pero realmente esta es la solución?
Se habla de construir otra cárcel para mitigar el sobrecupo, incluso de ampliar
la cobertura de la aplicación de la figura judicial de casa por cárcel (que me
parece toda una barbaridad), en fin, son muchas las soluciones que desde el INPC y
el Gobierno Nacional se mencionan.
Lo curioso, eso sí en mi juicio es que la solución de raíz a este problema no es
la mejoría de infraestructura carcelaria ni la construcción de otros centros
penitenciarios, ni siquiera la inyección de más recursos económicos. NO esa no
es la solución.
Lo triste del asunto es que la verdadera solución casi nadie la menciona, ni la
aplica, es más, es muy desalentador, porque ni siquiera hace parte de la
distribución de recursos, o si se presenta se destina un muy deficiente recurso
para trabajar en algo tan pero tan importante como lo es la PREVENCIÓN y
educación en poblaciones vulnerables, porque la verdadera solución es que estas
personas no vayan a las cárceles.
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