Pereira, Colombia - Edición: 13. 022- 602

Fecha: Sábado 31-12-2022

 

COLUMNISTAS

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CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI

 

 

 

Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica

 

 

EL DHAMMAPADA (1)


Namasté para todos. Deseo enviarte un saludo Sammasati, esperando que tú y los tuyos estén bien, felices y en paz. Hoy comenzamos la primera entrega del Sexto Capítulo denominado El Dhammapada, del libro inédito “Charlas con un Maestro Sammasati”.

Esta primera entrega del Sexto Capítulo, el Maestro le explica a su discípulo que es el Dhammapada, que traduce y que significa.

Comencemos entonces:

1. Adepto: Venerable Maestro, casi todas las religiones tienen alguna clase de santas escrituras o Biblia. ¿Cuál es el libro sagrado budhista?

2. Maestro: El budismo no tiene un libro sagrado o una Biblia, ya que no es una religión, es una filosofía de vida, aunque si hay un texto guía que recopila todas las enseñanzas de Budha, denominado el Tipitaka. Está escrito en un antiguo idioma indio llamado Pali que es muy cercano a la lengua en la que habló el mismo Budha. El Tipitaka es un libro muy extenso. Su traducción inglesa abarca aproximadamente cuarenta volúmenes.

3. Adepto: Maestro ¿Qué significa la palabra "Tipitaka"?

4. Maestro: Tipitaka es una palabra que a su vez está compuesta por dos palabras, "ti", que significa "tres", y "pitaka", que significa "canastas".

5. Adepto: Venerable, trasliterando significaría las tres canastas, pero no comprendo la traducción literal.

6. Maestro: La palabra “ti” o tres, se refiere al hecho de que las escrituras budhistas consisten en tres partes. La primera parte, llamada el Sutta Pitaka, contiene todos los discursos del Budha, así como de algunos de sus discípulos iluminados. La clase de material del Sutta Pitaka es muy diversa, lo cual permite comunicar las verdades que el Buddha enseñó a todas las diferentes clases de personas. Muchos de los discursos del Budha tienen la forma de sermones, mientras que otros tienen la del diálogo. Otras partes como el Dhammapada, presentan las enseñanzas del Buddha a través de la poesía. Los Jatakas, para tomar otro ejemplo, consisten en encantadoras historias en las cuales los personajes son, a menudo, animales. La segunda parte del Tipitaka se llama Vinaya Pitaka. Esta parte contiene las reglas para los monjes y las monjas, consejos para la administración monástica y procedimientos y la historia temprana de la orden. La última sección se denomina el Abhidhamma Pitaka. Éste es un sofisticado y complejo intento de analizar y clasificar todos los componentes que conforman al individuo. Aunque el Abhidhamma es un tanto posterior a las dos primeras partes del Tipitaka, no contiene nada que las contradiga.

7. Adepto: Maestro ¿y a que hace referencia la palabra “pitaka” o cesta?

8. Maestro: Con relación a la palabra "pitaka", en la antigua India, los trabajadores de la construcción acostumbraban a trasladar los materiales de un lugar a otro utilizando una cadena de relevos de canastas. Ponían las canastas sobre sus cabezas, caminaban un poco hasta el próximo trabajador, se la pasaban, y éste repetía el proceso. La escritura era conocida en los tiempos del Buddha, pero como medio de comunicación se consideraba menos confiable que la memoria humana. Un libro podía deteriorarse o pudrirse durante la época del monzón o ser
devorado por las termitas, pero la memoria de la persona podía perdurar tanto como viviese.
 

En consecuencia, los monjes y  monjas 

 

 

 

confiaron a la memoria todas las enseñanzas del Budha y las pasaron unos a otros, exactamente como los trabajadores pasaban la tierra y los ladrillos de unos a otros mediante las canastas. Ésta es la razón por la cual las tres primeras partes de las escrituras budhistas se llaman "canastas". Luego de ser conservado de esta manera durante varios cientos de años, el Tipitaka fue escrito, finalmente, alrededor del año 100 antes de Cristo en Sri Lanka.

9. Adepto: Venerable Maestro, pero si las escrituras fueron conservadas en la memoria por tanto tiempo, no deben ser muy confiables. ¿Pueden haberse perdido o cambiado en mucho las enseñanzas del Budha? ¿No sucedería lo mismo que ocurre con la dinámica que algunas veces hemos hecho del “teléfono roto”? ¿Dónde comenzamos con un mensaje y al final de la cadena, el mensaje llega todo distorsionado?

10. Maestro: La conservación de las escrituras fue un esfuerzo conjunto realizado por la comunidad de monjes y monjas. Ellos se reunían cada cierto tiempo con regularidad y cantaban partes o todo el Tipitaka. Esto hizo que fuera virtualmente imposible que alguna cosa fuese agregada o cambiada. Piense en ello de esta manera. Si un grupo de cien personas conoce una canción de memoria y mientras todas ellas están cantando uno de ellos se equivoca con un verso o trata de insertar un nuevo verso, ¿qué pasaría? El total de aquellos que conocen la canción correctamente le impediría al dispar realizar cualquier cambio.

También, es importante recordar que en aquellos días no había televisores, diarios o publicidad que distrajeran y confundieran la mente, lo cual, junto con el hecho de que los monjes y las monjas meditaban, significa que tenían una muy buena memoria. Aún hoy, mucho tiempo después de que los libros han comenzado a usarse, hay monjes que todavía pueden recitar el Tipitaka completo de memoria. Mengong Sayadaw de Myanmar es capaz de hacerlo y es mencionado en el libro Guinness de los Récords como la mejor memoria del mundo.

En la próxima entrega continuaremos con la segunda entrega del Sexto Capítulo, no te la pierdas.

 

 La patineta de Sergio

 

 

Por: Guillermo Navarrete Hernández

 

Los diciembres siempre evocan recuerdos particularmente de la niñez, pero también de la adultez.

El grato pero desafortunado recorrido con los vecinos contra el medio ambiente hacía las montañas circundantes de la vivienda con el fin de hacinar la lama, los quiches y el chamizo para luego convertirlos con las figuras compradas en el comercio local, en el pesebre y el árbol de navidad, por fortuna reemplazados por elementos similares fabricados en materiales sintéticos. También era rutinario el pintar la casa de habitación, actividad en la que nos identificábamos todos los jóvenes del sector, además de participar colectivamente en la pintura de andenes y el pavimento con figuras navideñas. Luces, colorido y jolgorio eran el escenario natural, después de clases cada noviembre del año lectivo culminar.

Sin embargo, lo que más dejó huella en la memoria era la integración de toda la vecindad alrededor de la novena de aguinaldos rezar, una costumbre muy colombiana que, según el diario El Tiempo (2022), data del año 1743 cuando Fray Fernando de Jesús Larrea, un sacerdote de origen ecuatoriano, la escribiera debido a que la señora Clemencia de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del Colegio de La Enseñanza de Bogotá, decidiera encargar. Es así que con motivo de esta, a partir del 16 de diciembre, cada familia se turnaba para a todos los vecinos de la “cuadra” en la noche que le correspondía, recibir y atender.

En la actualidad los Presidentes de Junta de Acción Comunal y los administradores de conjuntos cerrados son los que hacen el esfuerzo, no sólo para cultivar dicha costumbre sino para culminar con la entrega de regalos que gestionan para los niños de su sector. Para las poblaciones vulnerables termina siendo una temporal bendición, por cuanto organizaciones y seres humanos promueven ayudas para las familias que allí habitan -La Fundación Eiréne, liderada por Stella Herrera Hernández, es una de ellas-.Al recorrer por estos días San Victorino, emporio del comercio
 

 

 

Bogotano, en la búsqueda de arreglos y detalles, súbita detención provocó uno en particular. Con la mirada aletargada, se precisa una tabla bien elaborada con letreros llamativos, dotada de herrajes y ruedas de poliuretano que permiten su desplazamiento. La mente de inmediato se transporta al momento en el que un pequeño cómplice cuando acompañaba a su padre en similares menesteres, empezaba a sentir cierta frustración porque entrada la noche casi todo lo propuesto se había adquirido, menos para sí mismo aquel anhelado juguete.

Era tiempo de volver a casa, pero el crío no cejaba en su esmero, pese a la insistencia de su progenitor de que por las circunstancias no era posible obtenerlo. En medio de los gritos de vendedores informales, con los paquetes al hombro por un lado y con el acompañante sujetado de la mano por el otro, jalonazos fuertes obligan a un regreso tras remota esperanza… Por fin, en un callejón un tanto oculto, a 50 metros estaba. Era la patineta… Si… la patineta de Sergio, aquella por la que con insistencia había guerreado, sonrisa en sus labios y brillo en sus ojos denotaban. Expresiones que de los niños y niñas siempre se deben forjar, no tan sólo en Navidad.

En homenaje a quienes nunca dejaré de amar, que, aunque con el pasar de los años, impúberes siempre serán: Mis hijos.

 

El hacinamiento no se cura construyendo más cárceles

 

 

Por: Rubén Darío Varela

 

Ante el último pronunciamiento de la Personera Municipal de Pereira Sandra Lorena Cárdenas realizado esta semana y que hace referencia a la denuncia que el hacinamiento en la cárcel de La 40 de la ciudad tiene una sobrepoblación de más del 100 por ciento sobrepasando el número de 1.200 internos, bien es pertinente reflexionar acerca de esta actual situación.


Y es que es pertinente como se dice coloquialmente poner ´el dedo sobre la llaga´ en este asunto, no solo por el hecho del incremento de este hacinamiento, sino también por otra denuncia aún mucho más grave que hizo la Personera Sandra Lorena Cárdenas y que tienen que ver con las precarias condiciones de salud que padecen los reclusos, siendo esta una de tantas consecuencias que trae consigo el fenómeno del hacinamiento, no solo en la capital risaraldense, sino en todo el país.


La verdad no se puede esconder con un dedo y es que realmente este centro penitenciario no cuenta con el personal suficiente para atender a los internos dado al hecho que es una situación que cada vez más se complica debido al sobrecupo que se viene presentando desde hace muchos años y que lastimosamente en el día de hoy no tenemos una solución eficiente que contribuya a erradicar esta problemática de raíz.


Ya se ha venido dándole mucha pólvora a la iniciativa de construir un nuevo centro penitenciario para la ciudad de Pereira en el sector de Combia, un proyecto que marcha lento como el paso de una tortuga, mientras los reos siguen padeciendo de brotes de enfermedades sin que tengan una atención médica oportuna, digna de seres humanos.

¿Pero realmente esta es la solución?


Se habla de construir otra cárcel para mitigar el sobrecupo, incluso de ampliar la cobertura de la aplicación de la figura judicial de casa por cárcel (que me parece toda una barbaridad), en fin, son muchas las soluciones que desde el INPC y el Gobierno Nacional se mencionan.


Lo curioso, eso sí en mi juicio es que la solución de raíz a este problema no es la mejoría de infraestructura carcelaria ni la construcción de otros centros penitenciarios, ni siquiera la inyección de más recursos económicos. NO esa no es la solución.

Lo triste del asunto es que la verdadera solución casi nadie la menciona, ni la aplica, es más, es muy desalentador, porque ni siquiera hace parte de la distribución de recursos, o si se presenta se destina un muy deficiente recurso para trabajar en algo tan pero tan importante como lo es la PREVENCIÓN y educación en poblaciones vulnerables, porque la verdadera solución es que estas personas no vayan a las cárceles.

 

 

  

 

 

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