Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13.026.606

Fecha: Martes 10- 01-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

Redes sociales

 

¿Tierra de nadie?

 

El papel de las redes sociales en la sociedad moderna es tan preponderante que algunos análisis antropológicos sobre la caracterización de los patrones de comportamiento en la tercera década del siglo XXI señalan que el uso extendido de estas plataformas tecnológicas se ha convertido en una especie de ‘idioma’ universal del que es imposible abstraerse. Es una paradoja que evidencia el alto nivel de penetración de estas autopistas de tráfico de
información, sus mayores críticos han admitido que deben recurrir a las mismas para que sus posturas tengan algún eco en la opinión pública.

Esa masificación de las redes sociales ha generado también una serie de riesgos cuyo efecto lesivo es cada vez más peligroso. Riesgos que, al igual que las funcionalidades y constantes novedades de las plataformas, evolucionan de forma permanente, algunas veces ante la vista de todos y otras de manera imperceptible para la mayoría.

El mayor ejemplo de ello es la limitada efectividad de las estrategias que se han implementado para disminuir la circulación de los llamados “discursos de odio” en las redes. Pese a que este  ha sido un tema recurrente en los últimos años y que tanto los administradores de las plataformas tecnológicas como los gobiernos e incluso organismos de carácter trasnacional han tomado cartas en el asunto, implementando distintas estrategias para detectar y sacar de
circulación los mensajes y cuentas que incentiven a la discriminación en cualquier índole, emitan información claramente tendenciosa o falsa, e incluso busquen generar violencia verbal o física, es claro que la efectividad de esos mecanismos no ha sido mayor.

Por el contrario, los emisores de esta clase de publicaciones han logrado un alto grado de experticia que les permite burlar la mayoría de esos controles, ya sea a través de intrincados sistemas y códigos automatizados que mutan en cuestión de segundos o creando una compleja maraña de cuentas anónimas que llevan a que puedan operar un tiempo considerable antes de poder ser detectados y sacados del ciberespacio.

Ahora, el riesgo no está concentrado solo en las grandes y planificadas ‘operaciones’ para
ahondar la desinformación y los discursos de odio. También constituyen un peligro aquellas
personas que, amparadas en el anonimato en internet, utilizan las redes como ventana para injuriar, calumniar, promover tesis incendiarias y hacer apología al delito. Aunque el monitoreo humano y los mecanismos de eficiencia algorítmica han avanzado para su rápida detección, esos esfuerzos son insuficientes ante el alud de intolerancia, fake news, agresión y promoción de la violencia en las plataformas.

La semana pasada un grupo de expertos de la ONU en distintos campos de los derechos
humanos alertó que ante los cambios recientes en la propiedad de una de las principales redes sociales se ha presentado un fuerte aumento del uso de la expresión racista Nigger -“negro”, en español, un término que es claramente peyorativo y ofensivo para una persona afrodescendiente.

Pero más allá de este caso puntual, los expertos del mayor ente multilateral del planeta advierten que esta situación evidencia la urgente necesidad de que las empresas dedicadas a las redes sociales asuman un mayor nivel de responsabilidad frente a las muestras de odio dirigidas a los afrodescendientes. Incluso hicieron un llamado a Elon Musk (Twitter), Mark Zuckerberg (Meta), Sundar Pichai (Google), Tim Cook (Apple) así como a los directores
ejecutivos de otras plataformas de redes sociales a centrar su modelo de negocio en los derechos humanos, la justicia racial, la rendición de cuentas, la transparencia, la responsabilidad social corporativa y la ética. Incluso les recordaron que cumplir estos parámetros, además de respetar las garantías fundamentales de la población y sus millones y millones de usuarios, beneficia a largo plazo a estas empresas y a sus accionistas.

 

   

 

De Claro lo claro es el abuso y el engaño a los usuarios.

Por Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

Cada vez me sorprende más la existencia de una empresa de telefonía en Colombia como Claro. En USA no prestan el servicio que en otros países que sí están instalados, como República Dominicana, Puerto Rico y Colombia.


Para entrar en el mercado de EE.UU. tiene que ser una empresa competitiva como las que prestan el servicio en la actualidad. Las exigencias de calidad tienen que ser demostradas y no pueden presumir que pueden prestar un buen servicio.

La empresa Claro en Colombia funciona porque los políticos debieron haber hecho un buen negocio con esta empresa, eso es lo que se presume, porque de lo contrario no estarían allí funcionando.


Personalmente he tenido unas experiencias tanto en Colombia como en Puerto Rico, que,
aunque uno trata de mantener una buena relación siempre hay una falla en la parte administrativa.

Su página web está mal diseñada, cuando uno paga vía online desde el exterior, algo normal en cualquier página de internet, el pago no se logra hacer porque aparece en dos formas en el mismo pago. Uno dice (fue un éxito su pago) y más abajo dice (transacción no realizada).

Si se llama a los teléfonos 6017500500 nadie contesta. Al 6063444444 un robot parlante habla y comienza a dar indicaciones y no hay forma de hablar con un representante de la empresa.

Es como si no les alcanzara el dinero para pagar a un representante para solucionar el caso. Si va a las oficinas que tienen instaladas, las personas lo único que saben es recibir dinero, pero no pueden resolver nada ni dar información.

Por eso las oficinas principales están atestadas de gente en espera de que le solucionen sus problemas con el servicio. El único interés que tienen es vender y no tienen la verdadera responsabilidad con los clientes, el trato que se les da se sale de todo parámetro de lo que es un buen servicio, pero es lo único que hay.

Antes el señor Carlos Slim fue el hombre más rico del mundo y ahora se encuentra en el puesto 13 en la lista de los más ricos del planeta. Una de sus empresas refleja que algo anda mal, a pesar de que es uno de los mayores accionistas de The New York Times que hoy está casi en la quiebra.

Si este gobierno no se apersona a mejorar la calidad de servicios que le están brindando a los usuarios colombianos, quiere decir que no estamos avanzando en nada, sino que las cosas continuarán como siempre lo han estado.

Empresarios colombianos pueden organizarse para dar estos servicios, existe la tecnología para traerla al país en vez de estar pagando gota a gota por algo que los colombianos ya tienen experiencia en el montaje y prestación de servicios.

Lo de Claro nunca fue claro.

 
 

 

 

¡DE INFLACIÓN Y BIGOTES!

 


Por: Álvaro Ramírez González


La inflación es una gravísima enfermedad de la economía, que castiga con mucho rigor a los pobres. Tiene en América Latina un denominador común. Veamos.

Inflación en América Latina (De mayor a menor)

 

Venezuela 155%
Argentina 92%
Chile 13%
Colombia 13%
 

Y estos países que lideran la inflación Latinoamericana, tienen también un denominador común: todos sus gobiernos pertenecen al socialismo siglo XXI.

 

¿Qué quiere decir esto?

 

Pues claramente, que no saben gobernar para el beneficio del pueblo. Que han sido y son sus pueblos, quienes los eligieron, los que han estado y están viviendo en carne propia los estragos de los malos gobiernos: inflación, devaluación, atraso, pobreza, desempleo, inseguridad, delincuencia, falta de libertades y en el caso de Venezuela, hambre y destierro.

Esa triste realidad rodea a todos los gobiernos socialistas, cuyos líderes, llenos de luminosas ideas de cambio y de odio por el capitalismo, nunca se prepararon para gobernar.

¡Y menos para acertar!

Otro fenómeno a la vista es que en esos países, millones de personas, quisieran emigrar hacia los Estados Unidos.

Y en esos países, son millones de personas las que reciben remesas de hijos o parientes que viven y trabajan en el país del Tio Sam.

El socialismo está lleno de Caudillos que son todos malos gobernantes.

Destruyen con sus políticas, el tejido empresarial, el social, la seguridad, el empleo, la producción, la riqueza y las libertades.

Arruinan los países.
Al tiempo que los saquean y se los roban.

Él saqueó de Venezuela es superior al de la Segunda Guerra Mundial.

Aun así, y a pesar de tener a 7 millones de venezolanos, huyendo del régimen, deambulando y pasando hambre por todos los países vecinos, Nicolás Maduro acaba de sacar 12 millones de muñecos plásticos para regalar a los niños de su país, que se llaman “Míster Bigotes, y Cilita”.

Representan al propio Maduro y a su esposa Cilia Flórez disfrazados de súper héroes.

No solamente han destruido el tejido económico y social de Venezuela, sino que lo celebran de esa grotesca manera.

En un mundo civilizado, Maduro estaría en la cárcel al igual que Hugo Chávez, culpables de uno de los diarios más grandes a un país que conozca la historia.

¡Y Maduro lo celebra!

Y Estados Unidos con un presidente nagüetas como Joe Biden, explora el restablecimiento paulatino de relaciones y negocios con un régimen asesino, narcotraficante y apoyo del terrorismo mundial.

La inflación solo la contiene la producción, y la oferta fuerte y abundante de bienes y servicios.

¡Eso se produce en las Economías de Mercado, con libre Empresa!

Los socialistas intentan contenerla con decretos, aranceles y medidas punitivas.

Y todos han fracasado.

¡Ahí están las cifras!

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.

Jefe de Redacción
Rubén Darío Varela

 

   

Diagramación
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Redes Sociales
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Soporte Tecnológico
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