EDITORIAL
Proyectos
minero-energéticos en Colombia, la polémica a flor de piel
Contra viento y manera la
industria minero-energética en Colombia no solo sigue adelante, sino
que arroja resultados positivos. Se evidencia así que este sector
clave de la economía nacional se mueve por una autopista operativa y
funcional muy distinta al escenario incierto e incluso regresivo
creado por la improvisación y lesiva carga ideológica que
caracterizan la política gubernamental al respecto.
Las cifras son contundentes. A septiembre pasado la producción de
petróleo era de 750 mil barriles promedio por día, levemente
superior a los dos primeros trimestres, aunque lejos de rubros de
años anteriores. También se reportaba un incremento pequeño pero
sostenido en la producción y comercialización de gas. Por ahora, el
horizonte de autoabastecimiento se mantiene, aunque con alertas
tempranas prendidas.
Ecopetrol, igualmente, se confirma como la joya de la corona. Las
ganancias de 2022 serán las más grandes de la historia. De hecho, a
septiembre la utilidad neta era superior a los 26 billones de pesos.
No solo aprobó un plan de inversiones muy sólido, sino que esta
semana concretó una exitosa colocación de bonos de deuda pública
externa por más de 2.000 millones de dólares, evidenciando la
confianza internacional en el futuro de una empresa con notas altas
de las firmas calificadoras de riesgo. A ello se suma la ampliación
del parque de generación de energía hidroeléctrica, solar, eólica y
de hidrógeno.
En el flanco de las exportaciones la industria minero-energética
sigue como principal motor. Por ejemplo, en noviembre pasado las
ventas externas de nuestro país superaron los 4.500 millones de
dólares, un 8,8% más que en igual mes de 2021. Ese aumento se
debió principalmente al crecimiento de 21,1% en combustibles.
En el campo fiscal este sector continúa como fuente prioritaria de
impuestos. Prueba de ello es que entre enero y noviembre pasados el
recaudo bruto creció 33,2% frente a 2021, un 7% por encima de la
meta proyectada.
Las contribuciones derivadas de la
industria minero-energética son aquí determinantes, incluso por
encima de los 73 billones de pesos, monto que este año subirá a 90
billones, sin contar los pagos adicionales derivados de la nueva
reforma tributaria. Precisamente por todo ello es que el presupuesto
bianual de regalías, clave en el desarrollo de obras y proyectos en
departamentos y municipios, será de 31,3 billones de pesos, el más
alto de la historia.
|
|
|
Pereira y la tecnología
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
Hay tantas cosas que los pereiranos y los colombianos desconocen de
su desarrollo tecnológico, que da pena. Gran parte de la historia de
Pereira está llena de hechos históricos que se podría hacer un libro
bien gordo.
Desde sus comienzos en Pereira se han afincado personajes que por el
azar o circunstancias se establecieron en la Villa de Cañarte. Aquí
muchos de ellos hicieron sus vidas y dejaron su legado. Muchos de
ellos no fueron bien vistos a pesar de lo que hicieron y el tiempo
terminó con olvidarlos.
Hugo Angel Jaramillo recogió en sus dos tomos de historia de Pereira
muchos datos que han servido para entender la ciudad. Pero la
administración municipal no ha manejado su propia historia como
hacían los romanos, a pesar de que ha habido personajes con
capacidad intelectual para haber organizado esa parte.
La biblioteca municipal de la ciudad se ha manejado como un fortín
político y la han manejado más como bodega que como un centro del
intelecto pereirano. Mi experiencia con la biblioteca no ha sido
nada buena, históricamente.
El abandono a la parte del intelecto es algo que juega con quienes
la han administrado por ser un puesto político y no para los
intelectuales. Esto da pena.
En la parte tecnológica la ciudad se puede decir que ha tenido lo
mejor de lo mejor de América Latina. Aquí se han desarrollado
trabajos tecnológicos que han cambiado la historia del país y del
mundo. A Pereira se venía de todas partes de Sur y Centro América a
comprar toda clase de partes para fabricar equipos electrónicos y se
fabricaban microchip, preamplificadores, agujas para tocadiscos,
transformadores, cintas para grabadoras, por eso existe la
Universidad Tecnológica. En la parte farmacéutica también ha sido
fuerte como también en la manufactura y la confección.
Los malos administradores no han sabido cómo mantener todo esto que
es lo que hace grande e importante a un país. No saben negociar para
la ciudad. Y esto es malo.
Hay que cuidar que la tecnología se mantenga activa y apoyarla
porque a través de ella se logra que las generaciones se alimenten y
desarrollen su intelecto para el bien de la humanidad.
No podemos dejar que el intelecto se vaya a buscar posibilidades a
otras partes, hay que crear situación para que vengan a la ciudad.
|
|
Crónica #566
EL PAÍS EN OTRAS MANOS
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/52430612
No voy a hablar del país que tenía hasta ayer un presidente que
había hablado pestes contra las autopistas 4G, por donde transitan
las tractomulas con cargas y pasajeros, pero que desde que descubrió
la magnitud dañina del bloqueo en la carretera de Popayán a Pasto
predica que construirá en menos de 4 años la señora carretera que
nunca le hicimos a los nariñenses.
No. Voy a hablar de El País de Cali, que editaron por 73 años los
Lloreda y de las consecuencias de su venta a los propietarios de la
revista Semana, los Gillinsky.
No voy a caer en el error chísmico de delatar la manera en que se
hizo el negocio a través del sistema de usar a 14 ricos de Cali de
payasos que ya habían consignado en una fiducia 8 mil millones de
pesos para pisar la compraventa y terminaron facilitando que los
Gillinsky pagaran una suma mayor.
No. Voy es a resaltar el giro informativo, político y cívico que
puede dar Cali y el Valle cuando el agonizante periódico de los
conservadores Lloreda pasa a manos de los pragmáticos inversores de
Semana. Y, por supuesto destacar lo que parece obvio, que el diario
caleño se vuelva una publicación digital rentable y la tradicional
edición impresa deje de ser importante, como pasó con Semana.
Pero también, tengo que pensar en voz alta que el negocio tal vez
pueda estar en el alto valor que la marca tiene frente a las
ambiciones de los españoles de volver americano El País de Madrid.
O, quizás, en la precursora mirada de Gillinsky de hacer camino para
unificar sus fuerzas con el coloso español y desde esa plataforma
crecer internacionalmente.
Eso si, tienen un problema. En Cali no encontrarán una directora con
las capacidades y garra de Vicky Dávila, salvo que revivan a José
Pardo Llada, el mítico periodista colombo cubano que desde el diario
rival de los Lloreda, Occidente, les dio cátedra de imaginación,
valentía y atrevimiento para voltear la torta del poder en Cali. De
no hallar alguien así, el porvenir de El País será el mismo de todos
los diarios que los grandes millonarios compraron pero nunca han
podido poner a flote.
El Porce, enero 14 del 2023
|