EDITORIAL
¿Y dónde está
el trabajo del INPEC?
Después que en los
últimos días el periódico El Imparcial realizara un detallado
seguimiento de la situación actual del alto porcentaje del
hacinamiento en las cárceles colombianas, la pregunta que desde
nuestro medio de comunicación realizamos es: ¿Cuáles son las
soluciones a corto plazo que las autoridades competentes a cargo
están ejerciendo con el fin de mitigar dicha problemática?
Lamentablemente, la respuesta a este interrogante sigue siendo
totalmente negativa, ello teniendo en cuenta que, pese al último
anuncio del personero de Bogotá Julián Pinilla Malagón, quien hizo
un llamado al estricto cumplimiento al Plan de Sentencia SU- 122 de
2022, tristemente hoy en día vemos como cientos de jóvenes siguen
retenidos en URI (Unidades de Reacción Inmediata).
Es decir, tras esta sentencia y ante las obvias evidencias que
indican que se están llevando a cabo las acciones pertinentes de
manera eficaz y rápida, se concluye que el INPEC no tiene una clara
intención de trabajar de manera conjunta para la culminación o por
lo menos la mitigación de este flagelo social que se ha convertido
en el punto de partida para la violación de los derechos humanos.
Son muchas las personas que acumulan meses en un estado deplorable
en las estaciones de policía, esperando a que su situación judicial
sea resuelta lo más pronto posible, sin obtener respuesta alguna. No
cabe duda que esta acción del INPEC, refleja una vez más, la urgente
necesidad existente en el país de transformar o como muchos lo han
solicitado relegar a esta entidad para que no siga más a cargo del
sistema penitenciario del país.
La polémica y la crítica van mucho más allá, en realidad se trata de
una denuncia con mucha más profundidad a sabiendas que los
colombianos llevamos años siendo testigos de los numerosos casos de
corrupción y la pregunta del millón ya sería otra: ¿Por qué después
de tantos años de falencias, escándalos, deficiencias y corrupción,
el INPEC sigue funcionando como si nada, y nadie dice algo al
respeto? ¿A quiénes específicamente, les conviene que siga el INPEC
al mando de las cárceles en Colombia? ¿Es un gran acto de corrupción
amañado en nuestro país? Es hora de mirar hacia otro lado y acaba
con este nido de corrupción que nos carcome.
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Somos una
potencia en tecnología y los bufones se ríen de nuestra capacidad
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
Una de las cosas
que siempre han hecho los miserables es reírse de quien están
innovando a la humanidad. La inquisición fue un arma asesina que uso
la religión católica para detener el avance en el conocimiento y en
el desarrollo de los seres humanos.
Gracias al atrevimiento y a la mente abierta que le dieron al ser
humano en Norteamérica el mundo comenzó a desarrollar tecnología y
hoy ella la usufructúan la gran mayoría de países en el planeta.
Ya estoy acostumbrado a escuchar decir que ese es un loquito que no
sabe dónde gastar su dinero. Pero aquí no es cuestión de dinero sino
de la capacidad de desarrollar ideas y llevarlas a su fin.
Colombia es un país lleno de cerebros fugados por la falta de
atención en quienes administran la cosa pública. Son políticos de
segunda clase, incapaces de producir algo bueno, fomentar la
productividad del intelecto o establecer centros de operación o
desarrollo tecnológico para que la nación avance al ritmo saludable
y pueda estar en el concierto de los países desarrollados.
No es tratar de abarcar mucho, como dice el dicho, “el que mucho
abarca poco aprieta”. Si poco aprieta es porque tiene la mano
chiquita y es imposible lograr lo que quiere. Pero aquí la mano del
país es grande porque se lo están robando a manotazo limpio y aún
sigue siendo grande.
Entonces por qué no abarcar lo que está ahí a disposición y recoger
a todos esos cerebros fugados y ponerlos a que la nación tenga todo
lo que puede tener en tecnología y desarrollo económico.
Construir aviones no es cosa del otro mundo, la aerodinámica ya la
conocemos. Lo que se necesita es el apoyo del Estado e impulsar al
empresario a que trabajen en lo que saben hacer en tecnología. No
cerrándose las puertas, a la industria nacional, a los laboratorios
que investigan en nuevas medicinas y así veremos un país ubicado en
la lista de los que sí han salido del subdesarrollo.
La miseria existe porque hay miserables apoyando que ella exista y
de ella viven como príncipes en medio del lodazal.
Hablo porque leo y he visto como al país lo han manejado unos
políticos mediocres y los que pretendieron hacer que las cosas
funcionaran bien, los arrinconaron, los mataron o los condenaron a
no poder actuar en la vida política del país.
Cuando hablan del petróleo, éste ha
hecho más daño que todas las pestes juntas. Pero si ha enriquecido a
unas familias que gobiernan el mundo económico. La energía está ahí
gratis, pero los intereses económicos no permiten que salga al
mercado libre. Hay quienes tienen que vivir
de la explotación de ella. Nikola Tesla
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demostró que hay
energía gratis,
pero todos los que han intentado
ponerla al servicio de la humanidad están muertos.
El mundo está lleno de estúpidos que siguen a ignorantes que
gobiernan el mundo. Pero hay seres humanos que se salen de este
esquema y los acorralan para que el mundo siga gravitando como
satélite de estos personajes. Pero hay una sociedad que está
entendiendo que hay que salvarnos ahora antes que el desastre lo
avasalle todo.
Crónica #577
LAS TARIFAS AL BANQUILLO
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/52582116
Es posible que, para los defensores a ultranza de la rigidez de la
norma constitucional, la determinación del presidente Petro de
suspender la delegación que el ejecutivo había hecho en la CREG,
Comisión de Regulación de Energía y Gas y en las entidades similares
de la Supervicios en otras áreas de servicios públicos, sea
absolutamente válida.
Pero para quienes defienden el cacareado Estado de Derecho, que
garantiza el respeto no solo a la Carta Magna sino a sus
interpretaciones, el que el presidente Petro insista en declarar una
vez más que piensa como Luis 14, el absolutista rey francés, y
repita que “el Estado soy yo”, puede dizque estar abriendo una
brecha para que por allí se cuele una dictadura.
Sin embargo, si se piensa que las tarifas de servicios públicos han
sido fijadas por unas comisiones que analizando todos los factores
de producción, gasto e inversión intervienen en la determinación de
las tarifas y ellas presuntamente terminan siendo una herramienta
para que las empresas prestadoras del servicio no arrojen pérdidas y
puedan seguir invirtiendo, la actitud del presidente Petro de
arrebatarles esa función a las comisiones reguladoras puede ser
vista como una medida redentora para poner política y efectivamente
coto al régimen abusivo de obligar a pagar a los usuarios para
beneficio de quien presta el servicio.
Pero a su vez también, puede ser interpretada como una medida
populista que busca el aplauso del público, sacrificando el futuro
de la prestación de energía, agua potable, y gas. Quizás tenga de
todo esto un poquito.
Que efectivamente Petro tiene aires dictatoriales al estilo de Lenin,
su maestro intelectual e ideológico. Pero también es que el estilo
casi mafioso de fijar tarifas solamente entre productores, sin
preguntar a los usuarios, ha llegado a su fin, y en ese caso es una
medida atrevida e histórica que alguien debía tomar alguna vez para
frenar el abuso.
Empero hay quienes creemos que todo tiene su justo medio y que ni es
tan populista ni tan antimafiosa pero que sirve a todos finalmente
si se aplica con sentido patriótico y no con afán antiempresarial.
El Porce, enero 30 del 2023
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