EDITORIAL
Se agudiza la
crisis en Argentina
La crisis política y económica de Argentina se agudiza en medio del
nerviosismo que se apodera de los inversionistas, empresarios y
especuladores, lo mismo que por la angustia de millones de personas
que quieren salvar sus ahorros frente a una situación perniciosa de
desvalorización de la moneda local y alza constante del dólar. Los
ricos y los pobres perciben que sus ahorros se evaporan frente al
fortalecimiento constante de la divisa y el azote de la inflación
galopante, que llegó en febrero a la impresionante cifra de 102,5%
interanual, la más alta desde 1991.
La semana que termina fue dramática y angustiosa: el Banco Central
vendió más de 550 millones de dólares, pero cerró en el mayor rojo
en ocho meses. Esa caída de la moneda local parece oscurecer el
panorama del ministro de Economía que, con un jugoso préstamo del
Fondo Monetario Mundial, pretendía impulsar el aparato productivo y
conjurar la devaluación del peso. Pese a que Argentina es uno de los
grandes proveedores de granos en el mundo, la falta de estímulos y
la carga impositiva agobiante tienen a los dueños de la tierra
exhaustos. Todo lo cual repercute en la política: Buenos Aires, con
sus más de 16 millones de habitantes, continúa siendo la fuerza
electoral más poderosa del país y, también, el mayor mercado de
alimentos, motor económico y epicentro del clima de opinión pública.
En medio de ese complicado panorama, arranca la recta final de cara
a los comicios presidenciales de octubre próximo. En la izquierda,
hay un dilema entre la posibilidad del continuismo con el presidente
Alberto Fernández o apostar por una jugada populista de la
exmandataria y hoy vicepresidenta, Cristina Fernández, que podría
lanzar a último minuto su candidatura en pos de seguir evadiendo el
cerco judicial, sobre todo por cuenta de una condena a seis años de
prisión por corrupción, fallo en fase de apelación. La señalan de
que desde el Congreso tiene sitiados a varios de los magistrados que
la condenaron, acusándolos de tener vínculos estrechos con la
oposición, que capitanea el expresidente de centroderecha Mauricio
Macri.
Lo cierto es que las elecciones primarias abiertas se realizarán el
próximo 13 de agosto. Allí oposición y oficialismo destaparán sus
cartas y decidirán quiénes serán los candidatos que llevarán las
banderas de la renovación y el continuismo. En las internas de los
partidos suele predominar la burocracia de las respectivas
colectividades, pero en esta ocasión podrían presentarse sorpresas.
Por ejemplo, que Fernández perdiese la nominación dado que se
encuentra mal en las encuestas y la caída de la moneda y la
galopante inflación le podrían pasar costosa factura política.
En la oposición, es claro, el más influyente continúa siendo Macri,
pese a que aparece bajo en las encuestas, en especial en Buenos
Aires, aunque en su entorno aseguran que viene el repunte definitivo
de cara a la primera vuelta de las presidenciales en octubre.
Como se dijo, sobre estas elecciones gravita con peso específico
Fernández, dos veces gobernante, aunque es claro que la condena
judicial, sobre la que aún no se ha dicho la última palabra, es un
gran obstáculo. Aun así, tiene el respaldo de los piqueteros y
agitadores del justicialismo a lo largo y ancho del país.
Si bien las masas de Buenos Aires y de la periferia siguen con el
peronismo, la inflación desbordada, la caída de la moneda y el
consecuente retroceso de los ingresos de la población por la
progresiva devaluación, generan un clima adverso al continuismo y
ello debería ser aprovechado por la oposición. En esta orilla el
problema es que, hasta el momento, se carece de unidad y lo que
algunos esperan es que Macri consiga el milagro de cohesionarla. De
lo contrario, el justicialismo seguirá en el poder.
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Los
inocentes no tienen poder en el estado
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
El planeta está
lleno de inocentes, son hormigas que en fila siguen las órdenes de
los capitanes a recoger la cosecha que hay que almacenar para que
todos sobrevivan en el invierno.
El común de la gente desconoce este trasegar humano que ha
funcionado por siglos. Todos en cierto momento hemos hecho parte de
este ordenamiento social. Todo ha pasado inadvertido, ni aun los
filósofos de la antigüedad se dieron cuenta de lo que estaba pasando
porque ellos hacían parte de ese estado de inocencia. Hasta Diógenes
de Sinope pretendió ignorar su inocencia siendo él un ignorante del
poder que ejercía el estado sobre él.
La revolución francesa trató de cambiar el destino de la humanidad y
todos se asesinaron entre sí y solo lograron cambiarle el collar
perro que es el que se mantiene colgado a los presidentes y su corte
de la cámara alta y baja.
Cuando llegan las elecciones, los mercaderes que merodean el
establecimiento salen como perros de caza a arriar los corderos para
que voten “democráticamente” por la lista de sus clientes quienes
van a manejar la cosa política.
La falta de razonabilidad del ser humano lo hace ser presa de
quienes tienen esta capacidad y bajo esta manipulación ellos creen
que todo es normal. Todos trabajamos para sostener el estado y
quienes gobiernan son los que usufructúan el esfuerzo de la
sociedad.
La sociedad desconoce los valores de la equidad, libertad y
autonomía que el ser humano tiene como parte de su naturaleza. Este
desconocimiento intelectual lo vienen aprovechando por siglos
quienes ostentan el poder.
No es fácil apartarse de este estado de naturaleza humana porque
hace parte de la condición de cada individuo, pero si podemos ayudar
a que esas personas puedan evolucionar y lograr lo que todo ser
humano aspira obtener en una vida sin ser manipulados por perversos
seres que buscan tomar a esos inocentes como sus esclavos.
La sociedad no está aún consciente de su verdadero rol como seres
evolucionados en una sociedad multifacética donde todos nos debemos
los unos a los otros para que exista el equilibrio en nuestra
existencia.
Aún seguimos siendo esclavos de un establecimiento o estado dominado
por bárbaros intelectos que se sienten reyes en su propia caverna.
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La novela de sendero Luminoso
Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Reseña de la novela del peruano Freyre "El miedo del lobo" sobre
Sendero Luminoso.Un libro indispensable para entender el crucigrama
geopolítico del Perú. Editó Alfaguara.
Audio:
https://www.spreaker.com/episode/53245925
Del horroroso mundillo de la guerrilla de Sendero Luminoso, cruel y
despiada agrupación comandada por Abimael Guzmán, o el Comandante
Gonzalo ,es muy poco lo que sabemos en el resto de Latinoamérica.
Solo recordamos la fotografía de su máximo dirigente bramando detrás
de las rejas de una cárcel donde tal vez Montesinos lo había metido
con traje a rayas de presidiario. Pero como de sus excesos y
atrocidades, de sus matazones de niños hambrientos, de su régimen de
terror que ejerció por las sierras y selvas peruanas muy pocas veces
pudimos profundizar, se corre el riesgo de que la olvidemos.
Ahora el novelista Carlos Enrique Freyre, quien se presenta como un
antiguo oficial de infantería, y ha coqueteado en algunos premios
literarios, trata de descubrirnos esa verdad. Aunque sabe escribir,
no sabe armar una novela y chapucea con un tema tan importante, tan
atrayente y en especial tan novedoso como herramienta para poder
estructurar el crucigrama en que se ha convertido su patria. Freyre
narra con fuerza pero como no parece que hubiese leído a José María
Arguedas en Yawar Fiesta, atiborra pendejamente con notas de pie de
página aclaratoria los términos usados por los peruanos de la
Sierra.
Así y todo la novela resulta atrapadora porque al descubrirnos el
mundo atroz de Sendero Luminoso su personaje central, el guerrillero
Aquiles, toma tal vigor que supera al narrador y lo obliga a dar
vueltas innecesarias a su novela, pero también lo endereza cuando se
vuela de la guerrilla y emociona con su reencuentro con la realidad
que en el monte no le dejaron conocer porque fue incorporado como un
niño prisionero. Allí debía haber terminado la narración, pero como
Freye es militar y piensa como tal, vuelve y traspapela el hilo al
final convirtiendo a Aquiles en sapo del Ejército del Perú, casi que
hasta destruir al mismo personaje tan inolvidable.
Una novela desdibujada, quizás desequilibrada, pero tan
impresionante al informar sobre Sendero Luminoso que se hace
indispensable leerla para descifrar al Perú y sus mitos modernos.
El Porce, marzo 21 del 2023
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