Pereira, Colombia - Edición: 13.061-661

Fecha: Sábado 01-04-2023

 

COLUMNISTAS

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JUEGOS DEL OLVIDO

 

 

Por: Ramón Elías Franco
 

Son muchos los adolescentes, jóvenes y adultos que representan a Colombia,

“nuestra patria”, en cada uno de los certámenes deportivos que se llevan a cabo a nivel nacional e internacional. Pero son pocos deportistas de esta lista los que cuentan con una calidad de vida aceptable.

El listado de practicantes es innumerable al igual que las necesidades que estos tienen. Y como si no fuera poco esta situación, cada año el gobierno nacional recorta el presupuesto destinado para el deporte o el que destina no es suficiente; por ejemplo el año inmediatamente anterior contó con una reducción del 62% con respecto al recurso ejecutado en el año 2017 y para este año aunque el Congreso de la República aumentó el presupuesto en un 29,3%, no alcanzó a ser ni la mitad del ejecutado hace 2 años.

Infortunadamente es un cuento que nunca termina y bajo estas condiciones de precariedad; nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos practican la
disciplina deportiva que les gusta sin contar con las condiciones óptimas para el buen desarrollo de la misma, como son: poder adquirir los implementos que hacen parte de la modalidad que entrenan, la preparación adecuada para la competición, la alimentación ideal y el transporte para los traslados, que en la mayoría de los casos deben realizar a pie, entre otras dificultades de índole económico.

El panorama es poco alentador para nuestra comunidad deportiva, puesto que el gobierno de turno prefiere invertir los recursos en temas como defensa nacional (guerra), antes que para el deporte.


Algunos de los deportistas colombianos más destacados y reconocidos del país, se han manifestado al respecto sin ser escuchados, incluso ellos sientan su voz de protesta; y no es para menos, sentirse desprotegido cuando con la vida, el cuerpo y el corazón se lucha por un título que no solo habla de sí mismo sino de un país entero, debe doler y no poco. Al parecer nuestros deportistas solo reciben olvido en contraprestación por el bien que hacen a esta patria.

Es así como se evidencian casos en los que el deportista que cuenta con las condiciones adecuadas es porque su familia y él corren con los gastos que implica practicar y participar en las competiciones; no soy amante de los programas faranduleros que nuestra bonachona televisión nos ofrece el fin de semana, pero el año pasado uno de estos programas cumplió con su labor social, por un momento dejo de despotricar de famosos y le contó a los colombianos el desastre que es ser deportista en este país, incluso ante la expresión de sorpresa de los presentadores se hizo público que los semáforos son parte de los lugares a los que nuestros representantes deportivos se ven obligados a llegar para conseguir recursos y así representar al país en el exterior, ¿no es aberrante, despreciable.

 

CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI



Por: Gongpa Rabsel Rinpoché

Lama Sammasati para Latinoamérica


Mantra Om Ah Hum:

El Poder del Mantra en la Práctica Budista


El mantra "Om Ah Hum" es uno de los más conocidos y populares en la práctica budista tibetana. Este poderoso mantra ha sido utilizado por siglos para ayudar a los practicantes a desarrollar su conexión con la divinidad y alcanzar niveles más profundos de conciencia y sabiduría. En este artículo, exploraremos la pronunciación, la etimología, el origen, el significado, las escuelas que lo practican, su propósito y los beneficios que trae al practicarlo.

Pronunciación aproximada en español.

El mantra "Om Ah Hum" se pronuncia como "Aum Ah Jum" en español, aunque es importante recordar que el sonido de cada letra tiene un significado y una vibración específica que se pierde en la traducción.

Su etimología:

El mantra "Om Ah Hum" es un mantra tibetano compuesto de tres sílabas sagradas: "Om", "Ah" y "Hum". Estas tres sílabas representan el cuerpo, la mente y el habla divinos y se cree que juntas, simbolizan la totalidad de la existencia. En la práctica, se
utiliza para calmar la mente, disminuir el estrés y la ansiedad, y para centrar la conciencia

 

 

 

en el momento presente. También se cree que el mantra tiene el poder de proteger al practicante de la negatividad y la influencia de las fuerzas maléficas, y de ayudar a cultivar la sabiduría, la compasión y la iluminación. En general, el mantra "Om Ah Hum" es una herramienta esencial para cualquier practicante de Budismo tibetano que busque desarrollar una conexión más profunda con su espiritual.

Su origen:

El origen del mantra "Om Ah Hum" se remonta a la época del Budismo tibetano y la escuela Vajrayana, una de las escuelas más antiguas y espirituales del budismo tibetano. Uno de los primeros maestros en popularizar el mantra fue Padmasambhava, también conocido como el "Gurú Rinpoche", quien se cree que trajo el budismo al Tíbet en el siglo VIII. Se dice que Padmasambhava enseñó el mantra "Om Ah Hum" a sus estudiantes como una forma de protección contra los obstáculos y los peligros del camino espiritual, y para purificar la mente y el cuerpo de los obstáculos kármicos. Desde entonces, el mantra se ha transmitido de generación en generación a través de las enseñanzas orales y escritas del budismo tibetano y se ha convertido en una parte integral de la práctica espiritual de los tibetanos y de muchos budistas en todo el mundo. Hoy en día, el mantra "Om Ah Hum" se practica en muchas tradiciones budistas tibetanas, incluyendo la escuela Nyingma, Kagyu y Gelug, así como en la práctica del yoga y la meditación.

Año o siglo de su creación.

No hay una fecha precisa de creación del mantra "Om Ah Hum" ya que se cree que se originó en la época del Budismo tibetano y la escuela Vajrayana, que se desarrolló a partir del siglo VIII en el Tíbet. El mantra se ha transmitido de generación en generación a través de las enseñanzas orales y escritas del budismo tibetano y se ha convertido en una parte integral de la práctica espiritual de los tibetanos y de muchos budistas en todo el mundo. Por lo tanto, se considera un mantra antiguo y sagrado, que ha sido utilizado durante siglos en la práctica budista tibetana.

Escuelas que lo practican.

El mantra "Om Ah Hum" es ampliamente practicado en la escuela Vajrayana del Budismo tibetano, también conocida como el Budismo tibetano esotérico. También es utilizado en otras tradiciones budistas, aunque su uso es menos frecuente en estas escuelas.

Significado.

El mantra "Om Ah Hum" tiene un significado profundo y espiritual en la práctica budista tibetana. Cada una de las tres sílabas que componen el mantra simboliza un aspecto diferente de la existencia y del camino espiritual.

Om: Representa la naturaleza pura de la mente, que es la base de todo lo que existe.

 

Ah: Representa la compasión, el aspecto amoroso de la sabiduría que guía al practicante hacia la iluminación.

Hum: Representa la acción, la capacidad del practicante para transformar su mente y su realidad mediante la práctica espiritual.


En conjunto, las tres sílabas del mantra "Om Ah Hum" simbolizan la totalidad de la existencia y el camino hacia la iluminación y la liberación del sufrimiento. La recitación del mantra se utiliza para concentrar la mente, disminuir el estrés y la ansiedad, y para purificar la mente y el cuerpo de los obstáculos kármicos. Además, se cree que el mantra tiene el poder de proteger al practicante de la negatividad y la influencia de las fuerzas maléficas, y de ayudar a cultivar la sabiduría, la compasión y la iluminación. En general, el mantra "Om Ah Hum" es una herramienta esencial para cualquier practicante de Budismo tibetano que busque desarrollar una conexión más profunda con su espiritual.

 

Para que sirve:

El mantra "Om Ah Hum" se utiliza en la práctica budista tibetana como una herramienta para ayudar a los practicantes a cultivar la conciencia y la espiritualidad. La recitación del mantra se realiza mediante la repetición de las tres sílabas sagradas: "Om", "Ah" y "Hum", ya sea en voz alta o en silencio, mientras se medita o se realiza una práctica espiritual.

La práctica del mantra "Om Ah Hum" se considera una forma poderosa de purificar la mente y el cuerpo de los obstáculos kármicos y de los patrones de pensamiento negativos. Se cree que la repetición constante del mantra ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad, y a mejorar la concentración y la atención plena.

 

Además, el mantra "Om Ah Hum" tiene un gran poder simbólico en la práctica budista tibetana, ya que cada una de sus sílabas representa un aspecto esencial del camino hacia la iluminación. La recitación del mantra se utiliza para invocar la sabiduría, la compasión y la protección divina en el camino espiritual del practicante.

En general, el mantra "Om Ah Hum" es una práctica esencial en la tradición del Budismo

 

 

tibetano y se considera una herramienta valiosa para cualquier persona que busque cultivar la espiritualidad y la conciencia en su vida.
 

Beneficios para el practicante.

La práctica del mantra "Om Ah Hum" puede traer varios beneficios al practicante, tanto a nivel físico como mental y espiritual. Algunos de estos beneficios incluyen:

 

Reducción del estrés y la ansiedad: La repetición del mantra "Om Ah Hum" ayuda a calmar la mente y a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Al enfocarse en las sílabas sagradas del mantra, se puede liberar la mente de pensamientos negativos y preocupaciones, lo que conduce a una sensación de calma y paz interior.

Mejora de la concentración y la atención plena: La práctica del mantra ayuda a mejorar la concentración y la atención plena al enfocar la mente en las sílabas sagradas del mantra. Esto puede ser útil para cualquier persona que busque mejorar su capacidad de atención y concentración en la vida diaria.

Purificación de la mente y el cuerpo: El mantra "Om Ah Hum" se utiliza como una herramienta de purificación en la práctica budista tibetana. Se cree que la recitación constante del mantra ayuda a purificar la mente y el cuerpo de los obstáculos kármicos y de los patrones de pensamiento negativos.

Cultivo de la espiritualidad y la conciencia: La práctica constante del mantra "Om Ah Hum" ayuda a cultivar la espiritualidad y la conciencia en el practicante. Se cree que la repetición del mantra ayuda a desarrollar una mayor comprensión de la naturaleza de la mente y la existencia, y a avanzar hacia la iluminación y la liberación del sufrimiento.

En resumen, la práctica del mantra "Om Ah Hum" puede ser beneficiosa para cualquier persona que busque mejorar su bienestar físico, mental y espiritual. La repetición constante del mantra ayuda a calmar la mente, mejorar la concentración y la atención plena, purificar la mente y el cuerpo, y cultivar la espiritualidad y la conciencia.


Espero que este artículo haya sido útil para ti y que hayas aprendido más acerca del mantra "Om Ah Hum" y su significado en la práctica budista tibetana. Recuerda que la repetición constante del mantra puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu bienestar físico, mental y espiritual, y ayudarte en tu camino hacia la iluminación y la liberación del sufrimiento. Si tienes interés en profundizar en la práctica del mantra "Om Ah Hum" o en el budismo tibetano en general, te invito a buscar más información y a explorar esta hermosa tradición espiritual. Muchas gracias por leernos, hasta el próximo artículo.

 

 

“La naturaleza y la espiritualidad van de la mano”

 

 

Por: Rubén Darío Varela

 

Hace pocos días conté con la fortuna de asistir a un encuentro de budismo de la cultura sammasati en zona rural del municipio de Santa Rosa de Cabal. Varias personas que quizás al igual que yo nunca había experimentado un encuentro de estas dimensiones, estábamos expectantes de esta atípica jornada; llevándonos así la grata de sorpresa de vivir un día mágico, rodeado de excepcionales seres humanos dispuestos a ayudar a los demás.

 

Personalmente se trató de una grata experiencia vivida que me hizo concluir y reflexionar acerca de la grandeza de seres humanos que tenemos en nuestro ‘País del tinto’ no por el simple hecho de asistir a este tipo de encuentros espirituales, sino por las acciones que realizan en estas jornadas de meditación.

 

Y cómo no habría de llegar a esta conclusión si me consta haber compartido con personas que sin conocerme se sacrificaron por ayudarme, dejaron a un lado su propio disfrute y se dedicaron a ayudarme a pasar los obstáculos de pantanos, rocas y montañas que se me dificultaba transitar debido a una fractura de mi tobillo.

 

Encontrar personas de esta naturaleza en mi denominado ‘País del tinto’ me hace sentir que en la región de Colombia en donde vivo existen personas maravillosas que profesan el compartir sin importar las religiones y posturas políticas e ideológicas de las otras personas. Realmente son personas con principios que día tras días construyen un mejor ‘País del tinto’.

 

 

  

 

 

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