Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición: 13. 063.663

Fecha: Jueves-06-04-2023

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

¿Cese al fuego con el ELN?


Finalmente, el Gobierno calificó de “traspiés” el dramático asesinato la semana anterior de nueve soldados y otro tanto de heridos por parte del ELN, en Santander del Norte, y sostuvo que presionaría un acuerdo de cese al fuego con esa organización en el próximo ciclo de conversaciones itinerantes, esta vez a llevarse a cabo en La Habana el próximo 26 de abril.


Entendido esto la amenaza de levantarse de la Mesa hecha por el ministro de Interior, Alfonso Prada, no fue más que eso: un aspaviento. Todo el mundo, incluido el ELN, conoce que eso no ocurrirá puesto que sería el desplome, no solo de las pretensiones con ese grupo, sino de las demás variables de paz y sometimiento adelantadas un poco a la bulla de los cocos por la administración vigente.

Pero, a decir verdad, la reacción gubernamental fue bastante epidérmica y críptica frente al reto bélico que le planteó el ELN, en medio de la supuesta ruta hacia la salida política negociada y cuya viabilidad solo será posible cuando se entienda que parte del éxito radica en una Fuerza Pública atenta a las circunstancias de la confrontación y, por tanto, alerta, dispuesta y fortalecida en todo el territorio. Una Fuerza Pública con la moral en alto y no como un cuerpo aparentemente desechable, mediatizado por la desorientación que pudo constatarse en el último debate de control político en el Congreso sobre seguridad y paz. O lo que es lo mismo, sobre libertad y orden.

De hecho, ese debate se produjo pocas horas antes del impactante ataque “eleno” en el Carmen, además de colofón a la muerte de un policía y 72 agentes secuestrados en el departamento de Caquetá, al igual que otras circunstancias anómalas como el paro armado del ‘Clan del Golfo’ en el Bajo Cauca (que para el ELN no es más que una manifestación del narcoparamilitarismo).

Varias fueron las cifras que, en el citado debate en el Senado, se trajeron a cuento por el oficialismo en el hemiciclo. No obstante, la sensación que quedó en el Congreso después de escuchar a los parlamentarios, casi región por región, de cabo a rabo del país, fue el lesivo y temerario desamparo de sus localidades. Incluso, aparte del senador que citó a la discusión, David Luna, otro de los destacados fue uno los congresistas nortesantandereanos de la bancada izquierdista, advirtiendo la grave orfandad que viven los municipios fronterizos. Y no deja de caberle razón. En suma, una cosa es apenas ser un pacifista y otra si el Estado se muestra incapaz de cumplir con sus obligaciones constitucionales, estar por la paz dialogada y lograrla bajo criterios apropiados y los rigores del caso.

Como se sabe, el ELN no ha sido proclive a cese de fuegos integrales, sino parciales y temporales, de suyo, muchas veces de forma unilateral. En la época de Belisario Betancur ni siquiera participó de las conversaciones, aunque algunos analistas y periodistas caigan en ese error. Más adelante,  durante el gobierno Barco fue el primer grupo subversivo (y en general de todo el país) en hablar de Derecho Internacional Humanitario (DIH), pero tampoco hizo parte de las tratativas de paz que llevaron a la desmovilización del M-19 y después del EPL.

La primera ocasión en que intervino lo hizo como componente de la Coordinadora Nacional Guerrillera, en Caracas y Tlaxcala, durante la administración de César Gaviria, recién terminada la Constituyente. Aunque se sujetaron todas las conversaciones con la Coordinadora al cese de fuegos, impidiendo el desarrollo de la agenda adicional, el intento fue vano y los esfuerzos se vinieron a pique por la muerte en cautiverio del exministro Argelino Durán Quintero, secuestrado por remanentes del EPL (no fue, como dicen algunos, por el asesinato del obispo de Arauca, a manos del ELN, en otra época y sitio.

 

   

 

La banda sinfónica del perifoneo y sancocho callejero

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Las calles de Pereira son las más inseguras del eje cafetero, si llevas una cadena de oro de 11 kilates lo más seguro es que se la van a robar. Nada de valor puedes llevar de valor porque ya está uno en peligro.

Una de las cosas que me llamó la atención recién llegado a Pereira fue que una amiga me hizo quitas las dos figuritas que tenía colocadas en mi cuello para que no me fueran a robar o hacerme daño. Esto me colocó en un estado de inseguridad que no la he tenido en New York. No quiero decir que aquí en la ciudad no roben. Uno sabe que hay sitios peligrosos y que cada día hay reportes en las noticias sobre los crímenes que se cometen. Pero uno sabe que en las próximas 48 horas el agresor está detenido y va a ser procesado y va a pasar un mínimo de 5 años en la cárcel.

 

En Colombia y Pereira las cosas son diferentes, aquí hay una sinfonía de cosas que pasan y el gobierno no se da por enterado, ellos andan con guardaespaldas, escoltas y todo tipo de protección mientras en las calles una orquesta de perifoneo anda gritando, perifoneando la venta de aguacates, limones, naranjas y todo lo que sale al mercado.

Las calles alrededor de la alcaldía son un desastre. Los bandidos duermen en la plaza de Bolívar y después de la 6 de la tarde la inseguridad reina en todo ese perímetro. No sé si el alcalde escucha desde su oficina el ruido de los vendedores ambulantes o si está enterado de lo que está pasando en la ciudad.

Pereira solía ser una ciudad donde llegaban a refugiarse gente de todos los municipios porque era segura y se podía vivir en paz. Pero ahora en pleno siglo XXI perdió su encanto y parece que nadie se da por enterado.

 

Hoy tenemos más tecnología, mayores recursos económicos y gente capacitada para poderle brindar a la ciudadanía esa seguridad y confort que cualquier ciudadano puede esperar de su ciudad. La inseguridad es un tema de nunca acabar ya que no hay el interés de que esto se acabe y se puedan alcanzar metas de prosperidad.

La ciudades deben administrase como empresas para que sean productivas y que le den la seguridad a sus habitantes para que deseen vivir en ellas. El turismo es un negocio muy lucrativo pero hay que ofrecer al turista seguridad y lugares limpios y atractivos y no escombros más desorganización. Y una burocracia que se come el presupuesto de la ciudad.

Hay que cambiar la forma de administrar y organizar el entorno para que la ciudad sea atractiva y todos se sientan que Pereira es una ciudad segura y que se puede vivir confortablemente sin los temores de estar viviendo en una olla o en un lupanar.

La verdad molesta más que el engaño. Somos muchos los que queremos la ciudad y no aceptamos que hablen mal de ella, pero no estamos hablando mal sino de lo que está pasando, que no es muy agradable.

 

 

 

¿Nos amenaza la inteligencia artificial?

 


Por: Ramón Elías Franco


En forma sorpresiva e inesperada, el pasado 22 de noviembre el mundo se encontró con ChatGPT, una herramienta tecnológica basada en inteligencia artificial generativa, creada por la empresa OpenAI de Estados Unidos, con el respaldo de Microsoft.

Funciona básicamente como un motor de búsqueda tipo Google, pero con la colosal diferencia de que interactúa con los usuarios y está en capacidad de dar respuestas extensas sobre múltiples temas y, además, redacta textos y crea imágenes. Es fácil de utilizar y el tono directo y convincente de su conversación, así como la facilidad con la cual da respuestas o escribe trabajos extensos -en apariencia brillantes- sobre múltiples temas, deslumbran a la gente.

En sus primeros dos meses de funcionamiento alcanzó 100 millones de usuarios, con lo que se convirtió en la aplicación de consumo de más rápido crecimiento en la historia.

Lo más importante, sin embargo, es que marca el inicio de una nueva era, comparable para muchos con la invención de la imprenta. Según Bill Gates “la inteligencia artificial y la repentina explosión de chatbots es tan revolucionaria como los teléfonos móviles e Internet”.


Marca, igualmente, la explosión de nuevas herramientas que transformarán las actuales
formas de pensar, crear, comerciar, competir, gobernar y de desarrollar múltiples actividades en la vida cotidiana y en el trabajo.

Lo saben bien los gigantes de la tecnología que realizan enormes inversiones en inteligencia artificial. Microsoft invirtió 10 mil millones de dólares en ChatGPT e integró IA a su motor de búsqueda Bing, que después de años de discreta presencia ahora crece exponencialmente y también estará en las aplicaciones de Office -Word, Excel, Power Point y Outlook-. Google desarrolla y pronto comenzará a competir con Bard y proyecta lanzar la versión de su motor de búsqueda potenciado con inteligencia artificial, este mismo año.

Varios de los titanes de la tecnología como Steve Wozniac, cofundador de Apple, o Elon Musk, cofundador de OpenAI, lanzaron la semana anterior una alerta temprana acerca de la velocidad con el cual se impulsa esta innovación y, junto con científicos y otros protagonistas de la industria, solicitaron una pausa de seis meses para evaluar los posibles riesgos de la

inteligencia artificial generativa, como potenciar la desinformación o su uso por delincuentes o terroristas.

Afectará también el trabajo. Una investigación de la propia Open. AI estimó que al menos 19% de los trabajadores podrán ver afectadas hasta 50% de sus tareas. Aun así, hoy las mayores preocupaciones de quienes dominan el tema se orientan más hacia la ciberseguridad, la privacidad y la ética.

 

 

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